COMEDIÓGRAFO DEL ABSURDO 
Hoy se cumplen 114 años del nacimiento del dramaturgo y novelista español Enrique Jardiel Poncela. Partiendo de una literatura de raíces vanguardistas, fue un ingenioso renovador de la comedia y la narración humorística. Su propósito fue desterrar al olvido el anticuado humorismo costumbrista
 hispánico y aprovechar las infinitas posibilidades de lo inverosímil y
 lo fantástico. Por ello no es de extrañar que sus estrenos 
desencadenasen grandes polémicas y que la crítica, en su mayor parte 
adversa, le reprochase sus apresurados desenlaces, en los que se veía 
obligado a hacer creíbles los brillantes y desquiciados planteamientos 
previos. Demasiado conservador para la izquierda y demasiado libertino para la derecha, recibió reproches de ambos lados. No obstante, su estilo tuvo una gran influencia en la cultura iberoamericana contemporánea. Sus Obras Completas se publicaron en 1977. "Si queréis los mejores elogios, moríos", reza su epitafio. Para que 
mucha gente lo entendiera, ha tenido que pasar más de medio siglo.
Reseña biográfica procedente de la página El Criticón: 
Enrique Jardiel Poncela nació el 15 de octubre del año 1901 en Madrid
 (España). Era hijo de la pintora Marcelina Poncela y del periodista 
Enrique Jardiel, quien también se dedicó con poca relevancia a la 
escritura dramática.
En 1904 Jardiel ingresó en la Institución Libre de Enseñanza y en 1912 acudió al Colegio de los Escolapios.
En el año 1916 entabló amistad con Serafín Adame, con quien escribió al alimón varias obras que no fueron estrenadas.
Un año más tarde comenzó la carrera de Filosofía y Letras, pero la 
abandonó para dedicarse al periodismo y a la literatura, publicando su 
primer relato en 1920 en la publicación “El Imparcial”. En este período colaboró con José López Rubio y se volcó en la 
escritura humorística al participar en revistas como "Buen humor" o "Gutiérrez".
A comienzos de la década de los 20 hizo amistad con Ramón Gómez de la
 Serna, quien cambió su forma de entender la literatura, convirtiéndose 
en su principal influencia. Otros importantes nombres que compartieron publicación con Jardiel Poncela fueron Miguel Mihura, Tono, Edgar Neville, Manuel Abril o Enrique Díaz Casariego.
En 1926 da inicio a una relación sentimental con una mujer separada 
llamada Josefina Peñalver, con quien, sin casarse, tuvo a su hija 
Evangelina, nacida dos años después del comienzo de la relación. Poco 
tiempo más tarde la pareja decidió separarse.
Su primera obra teatral estrenada fue Una noche de primavera sin sueño (1927). En esta primera etapa de su carrera también ejerció como 
novelista, debutando con Amor se escribe sin hache (1929). Con posterioridad aparecieron ¡Espérame en Siberia, vida mía! (1930), Pero… ¿hubo alguna vez once mil vírgenes? (1931) y La tournée de Dios (1932).
A comienzos de los años 30, y tras estrenar la obra de teatro El cadáver del señor García (1930), Jardiel se marchó a los Estados 
Unidos, intentando labrarse un porvenir como guionista en Hollywood para
 la 20th Century Fox, escribiendo títulos como "Primavera en otoño" 
(1933) o "Una viuda romántica" (1933).
En el año 1933 regresó España y dio comienzo a una relación con la 
actriz Carmen Sánchez Labajos, con quien tuvo a su hija Mari Luz. En 1936 fue detenido por dar asistencia al político conservador 
Rafael Salazar, pero quedó en libertad después de pasar tres días en la 
cárcel.
En plena Guerra Civil se marchó a Francia. Posteriormente viajó a 
Argentina para regresar de nuevo a España y residir en San Sebastián, 
mostrándose favorable en principio al bando franquista, decepcionado y 
descontento con los años de gobierno del Frente Popular. Después del 
conflicto retornó a la capital de España y, a mediados de los años 40, se 
declaró independiente a nivel ideológico y con espíritu crítico.
Jardiel abandonó en el año 1933 la escritura novelesca para centrar 
su gran talento en el teatro escribiendo títulos como Margarita, 
Armando y su padre (1933), Usted tiene ojos de mujer fatal (1933), Angelina o el honor de un brigadier (1934), Un adulterio decente (1935), Las cinco advertencias de Satanás (1935), Un marido de ida y vuelta (1939), Eloísa está debajo de un almendro (1940), Los ladrones somos gente honrada (1941), Los habitantes de la casa deshabitada (1942), Es peligroso asomarse al exterior (1942), Blanca por fuera y rosa por dentro (1943), Cuatro corazones con freno y marcha atrás (1946), una de sus principales obras, que en 1936 se había
 estrenado con el título de "Morirse es un error", Agua, aceite y gasolina (1946), El sexo débil ha hecho gimnasia (1949) y Los tigres escondidos en la alcoba (1949).
Además de novela y teatro el autor madrileño también escribió cuentos. Algunos de ellos están recopilados en los libros ¡Por Dios, que no se entere nadie y El libro del convaleciente.
A finales de los años 30 Jardiel llegó a dirigir y escribir cortos 
cinematográficos, como "Un anuncio y cinco cartas" (1937), "Definiciones" (1938) y un largometraje llamado "Mauricio o una víctima 
del vicio" (1940). En 1943 creó la Compañía de Comedias Cómicas.
El fracaso comercial de sus últimas producciones teatrales le llevó a
 la ruina económica y un cáncer de laringe provocó su muerte el 12 de 
febrero de 1952. Tenía 50 años. Uno de sus principales admiradores y 
amigos fue Fernando Fernán Gómez.
Enrique Jardiel Poncela es uno de los principales nombres del teatro 
humorístico español. Infravalorado en su tiempo, se mostró contrario a la
 escena cómica previa y desarrolló con ingenio un teatro basado en la 
lógica de lo inverosímil, con gusto por el absurdo, la experimentación, 
el sarcasmo y la ironía, y la creación de situaciones y personajes 
disparatados.
Su vida y obra ha sido analizada en distintos libros, uno de ellos escrito por Víctor Olmos y titulado "¡Haz reír, haz reír!".
 

 
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