En el centenario natal del cantante y actor francés Yves Montand evocamos su figura con este fragmento del film musical "Paris chante toujours" (1952) de Pierre Montazel donde interpreta À Paris (Francis Lemarque), una de las canciones emblemáticas de su repertorio.
En su aniversario natal recordamos a Yves Montand con Un gamin de Paris, un popular vals parisino con letra de Mick Micheyl y música de Adrien Marés que el artista francés grabó en 1951.
Recordamos el aniversario natal de Yves Montand con su versión del clásico Sous le ciel de Paris, compuesto por Jean Dréjac (letra) y Hubert Giraud (música) para el film del mismo título que Julien Duvivier dirigió en 1951, donde fue cantada por Jean Bretonnière. Posteriormente popularizada por otros artistas como Juliette Gréco o Edith Piaf, en 1964 fue incluída en el álbum Le Paris de... Montand.
Recordamos a Yves Montand en su aniversario natal con Mon manège à moi, una canción con música de Norbert Glanzberg y letra de Jean Constantin que fue grabada por aquel en 1958, apareciendo en un e.p. y en su álbum "Dix chansons pour l'été", con acompañamiento orquestal de Bob Castella. Se da la circunstancia que, por error, Constantin trabajó sobre una partitura de Glanzberg que no estaba destinada en principio a convertirse en un cantable, sino a formar parte de la banda sonora de la película "Mi tío" de Jacques Tati. Ese mismo año se editó la versión de Edith Piaf, quien la convirtió en uno de sus grandes éxitos.
YVES MONTAND (Monsummano Terme, Toscana, Italia, 13-10-1921 / Senlis, Oise, Francia, 9-11-1991): IN MEMORIAM
Aniversario natal del talentoso actor y cantante Yves Montand, italiano de nacimiento, pero nacionalizado francés, que llegó a ser una muy destacada figura de la cultura francesa. De nombre real Ivo Livi, vino al mundo en el seno de una familia modesta que escapando del fascismo mussoliniano se estableció en Marsella dos años después de su nacimiento. Se vió obligado a ganarse la vida desde los once años trabajando como ayudante de barbería,
peón de almacén y posteriormente como cargador de muelle. En 1938, elige el seudónimo de Montand y realiza unas tímidas tentativas en la canción en el Alcázar de Marsella.
En París comenzó su carrera profesional como cantante de music-hall y en 1944 fue descubierto por Edith Piaf (con quien se dice tuvo amores), que le incorporó a su espectáculo y junto a la que debutó en el cine con el film Étoile sans lumière (1946) de Marcel Blistène. En ese año Marcel Carné le contrata para interpretar en Les portes de la nuit (1946) un papel previsto para Jean Gabin. En 1949 graba Les feuilles mortesde Kosma/Prévert, que se convertiría pronto en su canción insignia, y conoce a la actriz Simone Signoret, con la que se casó en 1951 y que sería su mujer hasta que ella murió en 1985.
Su primer gran éxito en el cine llegaría con El salario del miedo (1953) de Henri-Georges Clouzot, thriller existencial destinado a convertirse en un clásico y su mejor película. Compartió créditos con María Félix en Los héroes están cansados (1955) de Yves Ciampi, con Michèle Morgan en Margarita de la noche (1955) de Claude Autant-Lara y con Silvana Mangano en Hombres y lobos (1956) de Giuseppe De Santis. Junto a su esposa protagonizaría varias películas a lo largo de su carrera, la primera de las cuales fue Las brujas de Salem (1957) de Raymond Rouleau, basada en la obra de Arthur Miller. También actuó con Alida Valli en Prisionero del mar (1957) de Gillo Pontecorvo y con Gina Lollobrigida en La ley (1958) de Jules Dassin. Requerido en Hollywood, protagonizó El multimillonario (1960), musical de George Cukor que le emparejó a Marilyn Monroe, con quien tuvo un breve romance. Siguieron otros títulos como Réquiem por una mujer (1961) de Tony Richardson, con Lee Remick, No me digas adiós (1961) de Anatole Litvak, con Ingrid Bergman y Anthony Perkins y Mi dulce geisha (1962) de Jack Cardiff, con Shirley MacLaine. En esa época, intercaladas con producciones francesas, aún rodaría el drama automovilístico Grand Prix (1966) de John Frankenheimer y el musical Vuelve a mi lado (1970) de Vincente Minnelli, junto a Barbra Streisand. De vuelta en Francia rueda Los raíles del crimen (1965) de Costa-Gavras, La guerra ha terminado (1966) de Alain Resnais, ¿Arde París? (1966) de René Clément, Vivir para vivir (1967) de Claude Lelouch, Una noche, un tren (1968) de André Delvaux y Z (1969), exitoso thriller político que logra el Oscar a la mejor película en lengua extranjera.
Su prestigio como actor se consolida en los años 70 con películas como La confesión (1970) de Costa-Gavras, Círculo rojo (1970) de Jean-Pierre Melville, Ella, yo y el otro (1972) de Claude Sautet, Estado de sitio (1973) y Sección especial (1974) de Costa-Gavras, Tresamigos, sus mujeres... y los otros (1974) de Sautet, Mi hombre es un salvaje (1975) de Jean-Paul Rappeneau, Police Python 357 (1976) de Alain Corneau, La amenaza (1977) de Alain Corneau, Las rutas del sur (1978) de Joseph Losey o Una mujer singular (1979) de Costa-Gavras.
En los años 80 disminuyen considerablemente sus apariciones cinematográficas, siendo las más destacables La decisión de las armas (1981) de Alain Corneauy, sobre todo, El manantial de las colinas (1986) y su continuación, La venganza de Manon (1986), ambas de Claude Berri, además de su intervención en Tres entradas para el 26 (1988), el último musical de Jacques Demy.
Si bien durante toda su carrera compaginó sus trabajos en el cine con grabaciones discográficas, recitales y actuaciones televisivas como cantante, en 1981, ya en el otoño de su vida, ofreció un memorable concierto en el Olympia de París, del que se editó grabación directa. En 1985 enviudó de Simone Signoret y dos años después se casó por segunda vez con Carole Amiel, con quien tuvo a su único hijo, Valentin (1988). Tres años después, Yves Montand murió de un ataque cadíaco a los 70 años mientras rodaba su última película.
"C'est si bon" (Hornez-Betti) es otra de las canciones más internacionalmente conocidas del repertorio de Yves Montand. Escrita en 1947, fue grabada por él en 1948.
Esta inmortal canción francesa de 1945 (para algunos críticos y
comentaristas, la más bella del siglo XX) fue escrita por el músico
Joseph Kosma y el poeta Jacques Prévert. Aunque ha conocido infinidad de
versiones de grandes artistas en todo el mundo, Montand fue el primero
en popularizarla.