En el 155 aniversario natal del compositor austrohúngaro Franz Lehár recordamos esta pieza de su obra más célebre, la opereta "La viuda alegre". Se trata del Can-Can de las grisettes, correspondiente al Acto III, en una espectacular producción de 2014, con coreografía de Susan Stroman, de la Metropolitan Opera House de Nueva York.
DON'T TELL YOUR WISH, BOBBY, OR IT WON'T COME TRUE
El desaparecido compositor estadounidense Stephen Sondheim cumpliría hoy 95 años. Entre los musicales teatrales de su producción figura "Company", que con libreto de George Furth se estrenó en Broadway en 1970, con Dean Jones en un rol protagónico. El actor interpreta aquí su doble canción Side by side by side / What would we do without you?, con letra y música de Sondheim.
Cumpliéndose hoy tres años del adiós definitivo del gran compositor estadounidense Stephen Sondheim lo recordamos con esta interpretación a cargo de Dolores Gray (encarnando a Carlotta Campion) de su composición I'm still here, procedente del estreno londinense de 1987 del musical "Follies".
YESTERDAY MORNING I DID SEE BLOSSOMS ON THE APPLE TREE
En el aniversario natal de la cantante austriaca Lotte Lenya la recordamos con su grabación de Green up time, canción con música de Kurt Weill y letra de Alan Jay Lerner escrita para al musical "Love life", estrenado en Broadway en octubre de 1948. Lenya
incluyó la canción en su álbum September song and other American theatre songs of Kurt Weill (1958).
En el décimo aniversario de su fallecimiento recordamos a la actriz estadounidense Lauren Bacall. En 1970 estrenó en Broadway el musical en dos actos "Applause", basado en la película "Eva al desnudo" de Joseph Mankiewicz. Con libreto de Betty Comden y Adolph Green, y canciones de Charles Strouse (música) y Lee Adams (letra), lo dirigió y coreografió Ron Field y del mismo se ofrecerían 900 representaciones.
Una Bacall de 45 años encarnó a Margo Channing, cantó, bailó y ganó su primer premio Tony por su actuación (uno de los cuatro que obtuvo el musical). Aquí podemos escucharla en But alive, canción del primer acto que presenta la particularidad de ser interpretada por ella (junto a un coro masculino) en un nightclub gay en Greenwich Village.
El actor español Antonio Banderas cumple hoy 64 años. En calidad de nominado al Goya al mejor actor, asistió a la ceremonia de entrega de los Premios Goya 2020 como favorito en su categoría: y en efecto, lo ganó por "Dolor y gloria" (2019) de Pedro Almodóvar, quien se lo entregó personalmente en el escenario del Palacio de Deportes de Málaga.
El 15 de noviembre de 2019 Banderas había estrenado en el Teatro Soho de Málaga, que acababa de adquirir, "A chorus line", adaptación del musical de Broadway de 1975, con libreto de James Kirkwood, Jr. y Nicholas Dante, música de Marvin Hamlisch y letras de Edward Kleban. La producción de Banderas contó con su labor como director (compartida con Baayork Lee, que había participado en la producción original) y como actor.
El número mas conocido de este musical, One, puede ser apreciado con Antonio Banderas al frente en este fragmento de la ceremonia de los Goya 2020.
JUAN QUINTERO MUÑOZ (Ceuta, España, 19-6-1903 / Madrid, España, 26-1-1980); IN MEMORIAM
Hoy es aniversario natal del compositor español Juan Quintero Muñoz, uno de los principales autores de bandas sonoras de las películas que se produjeron en las décadas siguientes a la posguerra española. En las mismas, además, se encargó de la orquestación, la dirección, la contratación de los músicos y la grabación de la música.
También fue autor de partituras para revistas de Celia Gámez, componiendo canciones tan populares como Mírame. Anteriormente, en los años 30 creó otros éxitos como el pasodoble En er mundo o Morucha.
Juan Quintero Muñoz fue hijo de un funcionario de Correos y Telégrafos y de una ama de casa, ambos nacidos en la localidad gaditana de San Roque. Su nacimiento en la ciudad africana fue un hecho circunstancial, pues la familia se encontraba allí por motivos laborales. A los tres meses volvieron a San Roque y allí transcurrió la infancia de un niño que desde muy tempano mostró su inclinación hacia la música. A los seis años, por decisión de su padre, comenzó a tomar lecciones de solfeo y piano con una profesora particular. Nuevamente por motivos de trabajo se trasladó con su familia a Madrid cuando tan sólo contaba con nueve años. En esta ciudad continuó su formación musical y posteriormente desarrollaría su actividad artística y profesional.
Su
padre, guitarrista aficionado, supo reconducir el interés lúdico que el niño
demostraba por la música hacia el estudio, a pesar de que quisiera para su hijo un puesto de
funcionario. Su hermano mayor le regaló un magnífico piano que fue pagando a
plazos con enorme sacrificio. Con tan sólo nueve años Juan ya interpretaba pequeñas piezas
clásicas. Por estas fechas ingresó como niño de coro en la Capilla Gregoriana de Madrid. A los once años compuso un cuplé titulado "El monoplano", con letra
de un amigo de su hermano, que fue incluso editado y estrenado en un cabaret. En 1915 ingresó en el Real Conservatorio de Música de Madrid. Estudió armonía con Abelardo Bretón y composición con Amadeo Vives. También estudió piano y violín. Finalizó la carrera en 1925 y obtuvo el premio
extraordinario de piano.
Desde entonces hasta el fin de la Guerra Civil se dedicó preferentemente a la
interpretación; como era habitual en esta época, no existía entre los intérpretes una delimitación
estricta en los repertorios, de tal manera que un pianista podía ofrecer recitales de obras
clásicas y en otras ocasiones música ligera. Quintero comenzó realizando suplencias en las orquestas de
varios teatros madrileños como violinista. Como concertista de piano ofreció recitales en
Madrid y en giras por España. También acompañó a artistas como el tenor argentino Spaventa, y a la futura vedette Celia Gámez en una de sus primeras visitas a España.
A principios de los años treinta compuso, junto al violinista Jesús
Fernández Lorenzo, una de sus obras más conocidas, el pasodoble torero En er mundo, creado para un saxofonista cubano conocido como Aquilino, que triunfaba entonces en Madrid. En 1932 compuso Morucha, otra de sus canciones más populares. Durante esta etapa compuso otras canciones, tangos y pasodobles como Desencanto, Ojitos de luto, A mi madre, Talento, Frenazo, Abisinia, etc.
Al estallar la guerra tuvo que compaginar su trabajo como pianista acompañante y
violinista en la orquesta del cine Capitol y en el teatro Alcalá con las obligaciones militares.
Aunque no enviado al frente, fue movilizado y estuvo desempeñando labores
administrativas para el ejército republicano en un cuartel de Madrid. En 1938 contrajo matrimonio con Francisca Martos. Cuando terminó la guerra comenzó lo que podríamos denominar su etapa de madurez,
caracterizada en primer lugar por sus exitosas incursiones en la comedia musical y por su
incorporación al campo de la música cinematográfica.
Teatro musical
El 14 de marzo de 1941 se estrenó en el Teatro Eslava la 'zarzuela cómica moderna en
dos actos' titulada "Yola", que fue compuesta para Celia Gámez. Fueron sus libretistas, José Luis
Sáenz de Heredia y Federico Vázquez Ochando, los que ofrecieron al joven maestro la
composición de los números musicales, en colaboración con José María Irueste. De esta obra se hicieron muy populares la canción Mírame y la Marcha de la cacería. En septiembre de 1942, se habían alcanzado las 500 representaciones con lleno absoluto. El éxito fue tal que Juan Quintero también fue llamado a componer otra de las comedias musicales de Celia Gámez, "Si Fausto fuera Faustina", con libreto de Sáenz de Heredia y Vázquez Ochando y la participacion del maestro Fernando Moraleda. También estrenada en el Eslava, en noviembre de 1942, de la misma destacaron la marchiña ¿Qué le vas a hacer?, el fox-trot Un millón o el fox lento Contigo iré. En 1946 compuso dos comedias musicales, "Ayer estrené vergüenza" y "Matrimonio a plazos", respectivamente estrenadas en Valencia y en Madrid.
Música para el cine
A pesar del éxito obtenido con estas, Juan Quintero dejó de lado la composición
para el teatro lírico y se decantó por la cinematográfica, al considerar que el cine ofrecía
nuevas posibilidades para su talento. Su inicio en el cine fue bastante casual. Juan Quintero vivía en el mismo edificio que la actriz Guadalupe Muñoz Sampedro, en la calle Lope de Rueda. En casa de esta actriz coincidió con el actor Juan de Orduña, que luego sería uno de los más importantes directores de posguerra. Juan de Orduña escuchó al maestro Quintero interpretar su Suite granadina,
y le propuso realizar un documental sobre Granada basándose en la
música. Quintero orquestó la obra y el documental se estructuró a partir
de la partitura.
La primera partitura que compuso expresamente para el cine fue la que acompañaba al
cortometraje de Carlos Arévalo titulado Ya viene el cortejo, basado en el poema de Rubén
Darío. Fue Juan de Orduña, que recitaba el poema, quien le proporcionó el trabajo. Ya en su
primera intervención en la música cinematográfica demostró sus dotes para la descripción
visual, que Méndez-Leite calificaría como "maravillosa partitura que subrayaba el simbolismo
heroico de las imágenes". En el año 1940 participó, junto al maestro Ruiz de Azagra, en la
música de la película La gitanilla, dirigida por Fernando Delgado. Meses más tarde compuso
en solitario la música de La florista de la reina (1940), película dirigida por Eusebio Fernández
Ardavín. Para este director también compondría la música de Unos pasos de mujer (1941).
La trayectoria cinematográfica del maestro Quintero aparece desde sus comienzos unida al director Juan de
Orduña. Para éste compuso las bandas sonoras musicales de películas como Porque te vi llorar (1941),¡A mí la Legión! (1942), El frente de los suspiros (1943), Deliciosamente tontos (1943), Rosas de otoño (1943), Tuvo la culpa Adán (1944), La vida empieza a medianoche (1944), Ella, él y sus millones (1944), Misión blanca (1946), Un drama nuevo (1946), Locura de amor (1948),Pequeñeces (1950), Tempestad en el alma (1950), Agustina de Aragón (1950), La leona de Castilla (1951), Alba de América (1951), Cañas y barro (1954), Zalacaín el aventurero (1954) y El padre Pitillo (1954).
Asímismo fueron numerosas sus partituras para películas de Rafael Gil: Viaje sin destino (1942), Huella de luz (1943), Eloísa está debajo de un almendro (1943), Lecciones de buen amor (1944),El clavo (1944), El fantasma y Doña Juanita (1944), Tierra sedienta (1945), La pródiga(1946), Mare Nostrum (1948), Aventuras de Juan Lucas (1949), Teatro Apolo (1950), La Señora de Fátima (1951), De Madrid al cielo (1952), Sor Intrépida (1952), La otra vida del capitán Contreras (1954), El canto del gallo(1955) y Rogelia (1962). También para películas de Luis Lucia: Currito de la Cruz (1948), La Duquesa de Benamejí (1949), De mujer a mujer (1950), Lola la Piconera (1951), Cerca de la ciudad (1952), La hermana San Sulpicio (1952), Gloria Mairena (1952), Aeropuerto (1953), Jeromín (1953), Un caballero andaluz (1954), La lupa(1955), La vida en un bloc (1956) y Un marido de ida y vuelta (1957).
Otros directores para cuyos films también escribió la música fueron Jerónimo Mihura: Castillo de naipes (1943), Maldición gitana (1953),La copla andaluza (1959); Benito Perojo: Yo no soy la Mata-Hari (1948), Antonio Román: Último día (1952), Congreso en Sevilla (1955); Ramón Torrado: ¡Che, qué loco! (1952), La alegre caravana (1953), Nadie lo sabrá (1953), María de la O (1958); Rafael J. Salvia: El pórtico de la gloria (1953); Luis García Berlanga: Novio a la vista (1954); Ladislao Vajda: Aventuras del barbero de Sevilla (1954); José Luis
Sáenz de Heredia: Faustina(1956), El grano de mostaza (1962); Luis César Amadori: La violetera (1958); Luis Marquina: Ventolera (1961), Valiente (1964). La última película a la que aportó su música fue la coproducción hispano-italiana Escándalo en el internado (1965)de Marino Girolami.
A finales de los
cincuenta redujo sus intervenciones en el cine y se dedicó a labores administrativas. El cine había tomado otros derroteros y se abandonó la estética de las superproducciones de la
posguerra; la música sinfónica desapareció prácticamente de las pantallas y se sustituyó por
los ritmos modernos del pop y el jazz. La salud de Quintero había empeorado y la sordera dificultaba su
trabajo compositivo. El compositor murió en Madrid a los 76 años, dejando tras de sí alrededor de un centenar de bandas sonoras para películas.
El valor de la música cinematográfica
No es muy arriesgado afirmar que lo mejor del cine español de los años cuarenta es su
música. El cine de la posguerra estuvo mediatizado por la situación política derivada de la
contienda civil; las posibilidades para crear un cine de calidad fueron mermadas por la debilidad
de la industria, las restricciones de la censura para la exhibición de cine extranjero o la
elección de temas y guiones, que reflejan los principios y los intereses doctrinarios del régimen
franquista. Sin embargo, la música cinematográfica española de aquellos años, inmersa en los
dramas históricos de cartón piedra o las comedias de teléfonos blancos que poco tenían que
ver con la realidad social española, evidencia la maestría de sus compositores y manifiesta
un nivel equiparable al de otros países europeos.
En España fueron Juan Quintero, Manuel Parada y Jesús García-Leoz los músicos más
representativos del cine de la postguerra. Entre los tres realizaron la mayor parte de las bandas
sonoras y, algunas de ellas, sorprenden por su calidad y espectacularidad. La estructura de la
producción nacional durante estos años pretendió emular los logros de la industria
norteamericana y contribuir al control y propaganda de un régimen con una ideología
nacionalista y reaccionaria. Pero si en los contenidos el cine se caracterizó por la elección de
unas temáticas pasadas por el tamiz ideológico del franquismo -como fueron los dramas
históricos-, la música adoptó el lenguaje internacional iniciado por los compositores de la
industria norteamericana. Los músicos españoles de la postguerra no aportaron soluciones
novedosas o sorprendentes, ni crearon un lenguaje específico para el cine español; siguieron las pautas iniciadas por los maestros de Hollywood con gran habilidad y consiguieron una música
efectiva que enriquece las imágenes y aporta nuevos significados.
Juan Quintero compuso libremente a pesar de las
limitaciones de la industria y la técnica. Y es posible que si las condiciones políticas y
económicas hubieran dado lugar a otro cine, el valor de su música seguiría siendo el mismo. Quintero utiliza lo que podemos llamar un esquema clásico de organización del material
musical. Todas sus películas se abren con un bloque musical para acompañar los títulos de
crédito, con un propósito muy parecido al que tenían las oberturas del teatro lírico o las
sinfonías en el comienzo de las funciones teatrales. Pero aunque aparezca al principio de la
película, era el último bloque que se componía, pues se realizaba a partir de los fragmentos más
característicos de los bloques insertos en el desarrollo dramático. La 'obertura' de la película,
que anuncia y predispone a la comprensión del film, no está escrita en la partitura sino que se
ensambla en el momento mismo de la grabación a partir de bloques o fragmentos destinados a
escenas concretas. La música está
presente en secuencias completas y, en muchas ocasiones, éstas se encadenan y se yuxtaponen
bloques musicales diversos en su carácter y significación. En este proceso de encadenamiento
se producen cortes bruscos, en el caso que así lo requiera el desarrollo dramático, o enlaces a
través de la unión mediante un elemento musical. Uno de los recursos de transición más
utilizados por Juan Quintero es el glisando del arpa.
Dentro de cada secuencia la música suele articularse mediante una melodía bien
definida en sus contornos. Cada bloque musical se identifica generalmente con una secuencia y se articula a través
de una melodía que trata de encerrar el contenido expresivo de la imagen. En los momentos
requeridos por la narración dramática se producen los típicos efectos de sincronización entre la
imagen y la música que constituyen una de las características definitorias de la música
cinematográfica. En otro nivel hay que destacar la utilización de la orquesta como
'instrumento' musical o, mejor dicho, como el vehículo expresivo sobre el cual se asienta toda
la música de Juan Quintero, al igual que los compositores cinematográficos europeos y americanos de la época. En cierto sentido la
orquesta sinfónica pasó directamente del teatro al cine de la misma manera que el cine fue
introduciéndose poco a poco en los teatros. La orquesta sirvió de enlace entre la tradición del
espectáculo teatral y el nuevo género cinematográfico. De los recursos expresivos del teatro
lírico hicieron acopio los compositores cinematográficos para facilitar la comprensión del
nuevo lenguaje audiovisual.
El valor añadido que la música aporta a la imagen puede realizarse de diferentes
maneras. Un ejemplo es la identificación entre un personaje, una idea o cualquier otro elemento
dramático-visual y una secuencia musical merced a un proceso de simbolización, o sea, el leitmotiv, usado con propósitos estructurales y expresivos (así el tema central de Locura de amor, vinculado narrativamente al personaje de la reina Juana, expresa el alejamiento de la realidad, la frontera entre la cordura y la locura). En otras ocasiones el tema asignado a un personaje aporta un valor añadido debido a su
identificación con un periodo histórico o cultura (es el caso de la secuencia musical que
acompaña a la escena de la muerte de Isabel la Católica en dicha película o las apariciones de la princesa árabe Aldara). Los
instrumentos también ayudan en la identificación de los elementos dramáticos: las escenas
militares se acompañan de trompetas y demás instrumentos de viento; una cacería será
ineludiblemente subrayada por el sonido de las trompas. La intensificación dramática se logra también mediante efectos de sincronía entre
música e imagen. Unas inesperadas notas en fortísimo en los metales sirven para centrar la
atención en un episodio dramático concreto. Juan Quintero utiliza el catalogo de efectos que
fueron elaborando desde el comienzo del cine sonoro los compositores más relevantes.
La asignación de la música a las imágenes se realiza, en definitiva, siguiendo un código comprensible de signos que busca la identificación rápida del espectador. Juan
Quintero es uno de los músicos cinematográficos españoles más importantes, no solamente por el
volumen de su producción, sino por la calidad y efectividad de su música.
Texto tomado del artículo «Juan Quintero. Hacia una historia sonora del cine español» de Julio Arce), aparecido en el disco Clásicos del Cine Español, vol.1. Juan Quintero. Madrid. Iberautor, 2000.
"En er mundo" es un españolísimo y muy popular pasodoble compuesto (sin letra) por Juan Quintero a comienzos de los años 30. La ejecución aquí corresponde al Concierto Voces para la Paz 2018 en el Teatro Monumental de Madrid con orquesta dirigida por Enrique García Asensio.
La cantante inglesa Marianne Faithfull cumple hoy 77 años. En su álbum en vivo de 1996 de un concierto en el nightclub parisino New Morning acompañada del pianista Paul Trueblood, titulado 20th century blues, incluyó varias canciones de Kurt Weill. Una de ellas, Complainte de la Seine, fue compuesta por Weill en 1934 tras su reciente huída de la Alemania nazi a París, musicando un poema de Maurice Magre.
Hoy se cumplen quince años del fallecimiento de la estupenda y polifacética artista estadounidense Eartha Kitt. Aquí podemos admirar su vibrante interpretación, en la entrega de premios teatrales Laurence Olivier en Londres en 1998, de I'm still here, canción procedente del musical "Follies" (1971) de Stephen Sondheim, acogida con una cerrada ovación por el público del West End Theatre.
En el cuadragésimo segundo aniversario del óbito de la cantante austriaca Lotte Lenya,
recordamos su grabación de Lost in the stars, composición para el musical del mismo título con libreto y letras de Maxwell Anderson y música de Kurt Weill estrenado en Broadway en 1949. Lenya
incluyó la canción en su álbum September song and other American theatre songs of Kurt Weill (1958).
El desaparecido cantante y actor estadounidense de teatro musical Robert Goulet cumpliría hoy 90 años. Aquí podemos rememorar su impresionante voz de barítono interpretando What kind of fool am I? (Leslie Bricusse / Anthony Newley). Introducida por Newley en el musical "Stop the world - I want to get off" (1961), Goulet la grabó en 1962.
La cantante alemana Dagmar Krause (Hamburg, 4-6-1950) cumple hoy 73 años. En los últimos tiempos se ha distinguido como una de las mejores intérpretes vivas del repertorio Bertolt Brecht / Kurt Weill, del que efectuó numerosas grabaciones. Tal es el caso de Surabaya Johnny (1985), canción de la obra "Happy end" que aquí interpreta en vivo.
La
actriz y cantante estadounidense Bernadette Peters cumple hoy 75 años.
Auténtica leyenda viviente de Broadway, en 2018 sustituyó en el rol de Dolly Gallagher Levi a Bette Midler en Hello, Dolly!, musical con libreto de Michael Stewart y canciones de Jerry Herman, en su enésimo revival de 2017, en el Shubert Theatre. Un papel estrenado en 1964 en el St. James Theatre de Broadway por Carol Channing (quien lo volvería a representar en 1978, 1979 y 1995) e interpretado sucesivamente sobre la escena neoyorquina, entre otras, por estrellas como Mary Martin (1965), Ginger Rogers (1965), Betty Grable (1967), Ethel Merman (1970) o Pearl Bailey (1975). Barbra Streisand lo encarnó en la película del mismo título dirigida por Gene Kelly en 1969.
He aquí el número principal de la función, en la que Peters actuó desde comienzos de 2018 hasta mediados de julio, ya con 70 años cumplidos.
La actriz, cantante y bailarina estadounidense Chita Rivera (Washington, D.C., US, 23-1-1933) cumple hoy 90 años. Junto a Gwen Verdon estrenó en Broadway en 1975 el musical "Chicago", con libreto de Fred Ebb y Bob Fosse, canciones del primero y dirección del segundo. Verdon interpretó a Roxie Hart y Rivera a Velma Kelly. Ambas recibieron aclamación crítica y sendas nominaciones a los premios Tony. Del musical original se ofrecieron 936 representaciones. A Chita Rivera le correspondió interpretar la canción más famosa del mismo, All that jazz.
THE FACT THAT MILLIONS ARE DAILY TORTURED, STIFLED, PUNISHED, SILENCED AND OPRESSED
El cantante, músico, compositor y actor estadounidense Tom Waits cumple hoy 73 años. En el álbum colectivo Lost in the stars: The music of Kurt Weill (1985) se incluyó esta versión suya de What keeps mankind alive?, canción con letra de Bertol Brecht y música de Kurt Weill para su drama musical "La ópera de tres centavos", estrenada en Berlín en 1928.
La cantante y actriz inglesa Cleo Laine (Uxbridge, Middleesex, UK, 28-10-1927) cumple hoy 95 años. Nacida Clementine Dinah Bullock, de padre jamaicano y madre inglesa, desde hace más de setenta es profesional del
showbiz. Con rango musical de contralto, sus principales influencias
en sus comienzos fueron Ella Fitzgerald, Sarah Vaughan, Judy Garland y Lena Horne y su especialidad el jazz.
Desde los 24 años colaboró con el músico John Dankworth hasta 1958 y ambos se casaron ese año y serían padres de dos hijos. Laine se dedicó durante décadas al teatro musical y también efectuó exitosas giras ofreciendo conciertos por todo el mundo. Reconocida con un Grammy en 1986 y nombrada Dama Comendadora del Imperio Británico en 1997, enviudó de Dankworth en 2010.
Uno de los autores más frecuentados por Cleo Laine ha sido Stephen Sondheim, a quien dedicó el álbum Cleo sings Sondheim (1988). El mismo finalizaba con la canción I'm still here, procedente del musical "Follies".
La cantante y actriz vienesa Lotte Lenya nació tal día como hoy en 1898. En honor a su memoria recordamos esta grabación de The saga of Jenny, canción procedente del musical "Lady in the dark", que con libreto de Moss Hart y canciones con letra de Ira Gershwin y música de Kurt Weill se estrenó en Broadway en 1944. La misma se incluyó en el álbum Lotte Lenya - September song and other American theatre songs of Kurt Weill (1958).
La recientemente desaparecida actriz y cantante Angela Lansbury cumpliría hoy 97 años. Conviene recordar que en sus años de madurez se prodigó principalmente en el teatro, sobre todo en el ámbito de los musicales. En este medio alcanzó su mayor número de reconocimientos, llegando a obtener hasta cinco premios Tony competitivos, además de otro Tony honorífico en 2022.
En 1979 se estrenó en Broadway el musical "Sweeney Todd: The demon barber of Fleet Street", con libreto de Hugh Wheeler y música y canciones de Stephen Sondheim. Su inusitada trama, ambientada en la época victoriana, cuenta la historia entre dramática, grotesca y macabra de Sweeney Todd, un barbero inglés que asesina a sus clientes con una afilada navaja de afeitar y se deshace de ellos con la ayuda de su cómplice Mrs. Lovett, quien convierte los cadáveres en pasteles de carne, sirviéndolos después a los incautos clientes de su taberna.
El director de la función fue Harold Prince y los papeles principales recayeron en Len Cariou (Sweeney Todd) y Angela Lansbury (Mrs. Lovett). El éxito de la misma llevó a que la obra se mantuviese en cartel a lo largo de 557 representaciones. La producción fue nominada a los premios Tony en nueve categorías, ganando en ocho. Tanto Cariou como Lansbury recibieron respectivamente los de mejor actor y actriz en un musical (para ella ya era el cuarto). En 1980 la obra continuó representándose en una gira nacional desde Washington hasta Los Angeles, donde fue filmada para ser exhibida en televisión y más adelante publicada en video y dvd; también pudo ser vista ese año en el West End londinense y desde entonces hasta los tiempos actuales se han realizado numerosas producciones en muchas ciudades del mundo. El cineasta Tim Burton llevó la obra a la pantalla en 2007.
He aquí el número fuerte de Angela Lansbury, correspondiente al primer acto de la obra, en el que hace una glosa de 'Los peores pasteles de Londres'.
YOU SAID YOU LOVED ME OR WERE YOU JUST BEING KIND?
En una actuación de 2013 en el New York City Center el actor y cantante estadounidense Jeremy Jordan (Corpus Christi, Texas, US, 20-11-1984) interpreta en un apasionado crescendo Losing my mind, una de las más estremecedoramente bellas canciones del gran Stephen Sondheim.
Losing my mind (lyrics)
The sun comes up I think about you The coffee cup I think about you I want you so It's like I'm losing my mind The morning ends I think about you I talk to friends I think about you And do they know? It's like I'm losing my mind All afternoon, doing every little chore The thought of you stays bright Sometimes I stand In the middle of the floor Not going left Not going right I dim the lights And think about you Spend sleepless nights To think about you You said you loved me Or were you just being kind? Or am I losing my mind? I want you so It's like I'm losing my mind Does no one know? It's like I'm losing my mind All afternoon, doing every little chore The thought of you stays bright Sometimes I stand In the middle of the floor Not going left Not going right I dim the lights And think about you Spend sleepless nights To think about you You said you loved me Or were you just being kind? Or am I losing my mind?
El recientemente desaparecido compositor estadounidense Stephen Sondheim presenta y acompaña al piano a su intérprete predilecta, Bernadette Peters, en esta actuación de 1994 en la Universidad Metodista del Sur en Dallas, Texas. La canción elegida no es otra que Send in the clowns, procedente del musical "A little night music" con música y letra de Sondheim y libreto de Hugh Wheeler, estrenado en Broadway en 1973. Hoy Sondheim habría cumplido 92 años.