En el aniversario natal de la estrella española Sara Montiel recordamos esta secuencia de la película "Noches de Casablanca" (1963) de Henri Decoin, que protagonizó junto a Maurice Ronet. En ella interpreta el conocido bolero Quizás, quizas, quizás (Osvaldo Farrés).
Cumpliéndose hoy diez años del adiós definitivo de la inefable Sara Montiel la recordamos en esta secuencia de la película "Varietés" (1971) de Juan Antonio Bardem, que protagonizó junto a su amigo Vicente Parra. En ella, más provocativa que nunca hasta entonces, interpreta La pícara ingenua (C. Arniches / J. Guerrero).
SUS HEMBRAS PONEN ALMA Y PONEN VIDA EN UN BESO DE PASIÓN
La irrepetible Sara Montiel cumpliría hoy 95 años. La recordamos con esta secuencia de "El último cuplé" (1957) de Juan de Orduña interpretando el pasodoble-marcha Valencia (José Padilla).
Con ocasión del aniversario natal de la insustituible Sara Montiel recordamos esta secuencia de "El último cuplé" (1957) de Juan de Orduña donde interpreta La nieta de Carmen (E. Montesinos / M. Font de Anta).
Cumpliéndose hoy ocho años del adiós de Sara Montiel, la recordamos con esta secuencia de la película "Mi último tango" (1960) de Luis César Amadori donde interpreta A media luz, composición de Edgardo Donato (música) y Carlos César Lenzi (letra) publicada en 1925 y popularizada después por Carlos Gardel.
En su aniversario natal recordamos a la irrepetible Sara Montiel con este fragmento de la película "La violetera" (1958) de Luis César Amadori, donde interpreta sensualmente Es mi hombre, composición con música de Maurice Yvain y letra de Albert Willemetz y Jacques Charles adaptada al castellano por Jesus Maria de Arozamena y
José Juan Cadenas. Estrenada por la mítica Mistinguett como "Mon homme" en 1920, después también la grabaron en varios idiomas: Fanny Brice (en 1921), Ella Fitzgerald (en 1941), Patachou (en 1951), Billie Holiday (en 1952), Peggy Lee (en 1959), Milva (en 1961), Juliette Gréco (en 1963), Barbra Streisand (en 1965), Sarah Vaughan (en 1967), Diana Ross (en 1970), Shirley Bassey (en 1972) o Nacha Guevara (en 1977).
En el séptimo aniversario de su adiós recordamos a la impar Sara Montiel con esta secuencia de la película "Mi último tango" (1960) de Luis César Amadori en la que interpreta el famoso tango Uno, con letra de Enrique Santos Discépolo y música de Mariano Mores.
En "El último cuplé" (1957) de Juan de Orduña, la película que convirtió en estrella a Sara Montiel, puede decirse que la bellísima manchega, con su voz grave y sensual, reinventó un género ya periclitado desde décadas atrás y lo convirtió en más popular que nunca. Al enorme éxito de la cinta contribuyó la docena de cantables que ella interpretó a lo largo de su metraje. Uno de ellos fue el insinuante Ven y ven, composición de Rafael Gómez inspirada en un conocido tema mexicano, que con letra de Alvaro Retana estrenó en 1911 la cupletista bilbaína La Goya. Hoy se cumplen 92 años del nacimiento de la inolvidable Saritísima.
Mala entraña, un popular cuplé compuesto por el asturiano Juan Martínez Abades que Raquel Meller grabó en 1917, fue interpretado por Sara Montiel en la película "La violetera" (1958) de Luis César Amadori. Con él recordamos el sexto aniversario del adiós de la universal artista manchega.
Agua que no has de beber, cuplé de Juan Martínez Abades con el que Raquel Meller se presentó en París en 1919, fue recuperado en la película "La violetera" (1958) de Luis César Amadori, que protagonizaron Sara Montiel y Raf Vallone. Con la secuencia de su interpretación a cargo de la famosa manchega recordamos el aniversario natal de la artista de Campo de Criptana.
En el quinto aniversario de su fallecimiento recordamos a Sara Montiel con esta secuencia de la película "La violetera" (1958) de Luis César Amadori, donde la estrella manchega tuvo como oponente a Raf Vallone. En ella interpreta el famoso cuplé del mismo título que en 1914 compusieron José Padilla (música) y Eduardo Montesinos (letra), popularizado en su día por Raquel Meller.
El relicario, pasodoble compuesto por el maestro José Padilla en 1914, con letra de Armando Oliveros y José María Castellví, fue popularizado en su día por la cupletista Raquel Meller. Décadas después, recuperado en la enormemente exitosa película "El último cuplé" (1957) de Juan de Orduña, fue objeto de esta singular versión de la bellísima actriz y cantante Sara Montiel, quien hoy habría cumplido 90 años.
El polichinela es un cuplé que estrenó La Fornarina en 1908 en el Apollo Théâtre de París. Fueron sus autores José Juan Cadenas (letra) y Juan Valverde (música). Cincuenta años después, en la plenitud de su belleza, Sara Montiel lo recuperó en su película "La violetera" (1958), dirigida por Luis César Amadori. Sirva aquí como recuerdo a la internacionalmente famosa artista española, nacida tal día como hoy en 1928.
Recordamos el 88 aniversario natal de la actriz y cantante española Sara Montiel con Nostalgias, tango escrito en 1936 por Enrique Cadícamo (letra) y Juan Carlos Cobián (música), que la estrella manchega interpretó en la película "Mi último tango" (1960) de Luis César Amadori.
Ya retirada del cine desde tres años atrás, la estrella manchega Sara Montiel recordó en "Palmarés" este número que antes había interpretado en la película "Varietés" (1971) de J. A. Bardem.
María Lujan enseña el catecismo de toda dramma queen que se precie, cantando este tema de V. y M. Romero en la película El último cuplé (1957) de Juan de Orduña, para afrenta del torero Enrique Vera.
SARA MONTIEL (Campo de Criptana, Ciudad Real, España, 10-3-1928 / Madrid, 8-4-2013): IN MEMORIAM
La famosa actriz y cantante Sara Montiel nació tal día como hoy hace 87 años. De imponente belleza sensual y gran fotogenia, se vió convertida en gran estrella internacional a raiz de su protagonismo en El último cuplé y La violetera, películas que batieron records de taquilla. El tango "Fumando espero", que cantaba en la primera, devino su canción más emblemática. Su siguiente filmografía, comunmente en pugna con la censura franquista, la convirtió en el mayor sex symbol español. Aunque rodó su última película a los 45 años, se mantuvo activa en su carrera hasta el final. Entre otros muchos galardones, en 1982 fue reconocida por el gobierno francés con la Orden de las Artes y las Letras, en 1997 recibió la Medalla de Oro de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España y en 2010 fue premiada con la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo.
Semblanza biográfica apartir de la página El Criticón:
María Antonia Abad Fernández nació en el seno de una familia humilde dedicada a la agricultura. Su padre se llamaba Isidoro y su madre María Vicenta. Tras la Guerra Civil se trasladaron a Orihuela, en donde Isidoro intentó aminorar
su enfermedad asmática. En la población alicantina la familia Abad se
dedicó a la venta de vinos. Con la escasez económica de su familia, Antonia acudió
poco al colegio en su niñez. Se crió jugando en las calles y cantando,
teniendo como modelo a Imperio Argentina. En Madrid ganó un concurso de canto que organizó la productora Cifesa en el Retiro. Gracias a su triunfo pudo estudiar dicción con Anita Martos. Cambiando su nombre por el de Sara Montiel debutó en la gran pantalla con la película Te quiero para mí (1944), dirigida por Ladislao Vajda. El mismo año estrenó Empezó en boda (1944) de Raffaello Matarazzo, título que contaba en su reparto con la presencia de Fernando Fernán Gómez. En los años siguientes participó en Bambú (1945), con Imperio Argentina como protagonista, y Mariona Rebull (1947), ambas de José Luis Sáenz de Heredia, Don Quijote de la Mancha (1948) de Rafael Gil, con Rafael Rivelles y Juan Calvo, y en su película revelación, Locura de amor
(1948) de Juan de Orduña, en donde acompañaba a Aurora Bautista
(Juana la Loca) y Fernando Rey (Felipe El Hermoso) en el papel de
la princesa Aldara. También intervino en La mies es mucha (1948) de José Luis Sáenz de Heredia, de nuevo con Fernán Gómez, y Pequeñeces (1949) de Juan de Orduña, con Aurora Bautista y Jorge Mistral.
Volvió a coincidir con Fernando Fernán Gómez en El Capitán Veneno
(1950) de Luis Marquina antes de trasladarse a México aconsejada por el escritor Miguel
Mihura, su pigmalión y con quien mantuvo un romance, e invitada por el gobierno del
país azteca para participar en las Fiestas de la Primavera. En ese país rodó más de una docena de películas en cuatro años, entre las que figuran Cárcel de mujeres (1951) de Miguel M. Delgado, Necesito dinero (1952) de Miguel Zacarías o Piel canela (1953) de Juan José Ortega. En Hollywood debutó con el western Veracruz (1954) de Robert Aldrich, con el protagonismo de Gary Cooper y Burt Lancaster. Posteriormente fue dirigida por Anthony Mann en Dos pasiones y un amor, melodrama con el tenor Mario Lanza, Joan Fontaine y Vincent Price. Sara se casó con Mann en 1957 y se divorciarían en 1961. Su último film hollywoodense fue el western Yuma (1957) de Samuel Fuller, que coprotagonizó junto a Rod Steiger, interpretando a una india sioux.
De regreso en España protagonizó El último cuplé (1957) de Juan de Orduña, película inspirada en la vida y canciones de Raquel Meller que, por sorpresa, obtuvo un éxito de público impresionante, inédito en una película española, volviendo a poner de moda un género musical de más de treinta años atrás. El resonante triunfo de la cinta se expandió por todo el mundo y Sara decidió quedarse en Madrid, rodando otra película de temática similar, La violetera (1958) de Luis César Amadori, en la que contó con el italiano Raf Vallone como galán. Ambos títulos la convirtieron en una de las estrellas más importantes de la historia del cine español y la más exportable hasta entonces. A continuación fue Carmen, la de Ronda (1959) de Tulio Demicheli,
versión suavizada de “Carmen”
de Merimée, con canciones andaluzas y con Jorge Mistral y Maurice Ronet como protagonistas.
Otras películas protagonizadas por Sara en la década de los 60 son Mi último tango (1960) de Luis César Amadori, musical romántico que volvió a contar con la
presencia del francés Maurice Ronet, Pecado de amor (1961) de Luis César Amadori, donde era una ex-cabaretera metida a monja, La reina del Chantecler (1962) de Rafael Gil, melodrama ambientado en la época de la Primera Guerra Mundial, La bella Lola (1962) de Alfonso Balcázar, melodrama
inspirado en "La dama de las camelias" de Alejandro Dumas hijo, Noches de Casablanca (1963) de Henri Decoin, melodrama ambientado en la Segunda Guerra Mundial, de nuevo con Maurice Ronet además de Franco Fabrizi, Samba
(1965) de Rafael Gil, musical de amoríos en tierras brasileñas con doble
papel para la protagonista, La dama de Beirut (1965) de Ladislao Vajda, drama con canciones en el que cae en las redes de una organización que se dedica a la trata de blancas, con Giancarlo Del Duca, uno de sus amantes en la vida real más conocidos, La mujer perdida (1966) de Tulio Demicheli, otro melodrama canoro con la misma pareja. La fórmula repetitiva de estos títulos que, en tramas poco verosímiles, pretendían explotar la belleza y fotogenia de su protagonista, que interpretaba canciones populares en todos ellos, se fue agotando. Tuset Street (1968) de Luis Marquina, rodada en Barcelona, resultó un intento fallido (y para algunos, risible) de aggionar la imagen de la diva manchega, por lo que la productora de Cesáreo González, responsable de la mayoría de los títulos de Sara en los años 60 encomendó al escritor Antonio Gala el guión de Esa mujer (1969) y a Mario Camus su realización, resultando un tremebundo drama en el que la Montiel encarnaba a una monja misionera que, tras ser violada y embarazada, se convierte en cantante famosa.
En los años 70 fue dirigida por Juan Antonio Bardem en Varietés (1971) y se retiró del cine después de protagonizar Cinco almohadas para una noche (1974) de Pedro Lazaga. El encasillamiento en un género melodramático desfasado y su rechazo a participar en el llamado 'cine del destape' la hicieron tomar tal decisión. En adelante Sara se dedicó a actuar en directo en teatros y salas de fiesta y a aparecer en la televisión, además de seguir grabando discos, manteniendo siempre su popularidad.
Después de romper con Anthony Mann, Sara contrajo matrimonio en 1964 con el industrial José Vicente Ramírez Olaya, de quien se separó ese mismo año. Quince años después se casó con el empresario José Tous Barberán, con quien adoptó a sus hijos Thais (nacida en 1979) y Zeus (en 1983). La
muerte de Tous en 1992 puso fin al matrimonio. En el año 2000 se publicaron sus memorias, Vivir es un placer, y en 2002se casó
con un admirador cubano llamado Tony Hernández. El enlace se rompió en
el año 2005. Al margen de sus matrimonios vivió romances con el citado
autor teatral Miguel Mihura, el poeta León Felipe, el científico Severo Ochoa o el actor
Giancarlo Viola.
Sara Montiel falleció repentinamente de un fallo cardiaco a los 85 años en su casa del madrileño barrio de Salamanca.
En El último cuplé (1957), la película de mayor éxito de su carrera, Sara Montiel interpretaba, entre otras canciones recuperadas del repertorio de Raquel Meller, Sus pícaros ojos, un tema de Montesinos/Quirós/Alonso, que la estrella manchega volvió a popularizar.
Otro de mis boleros favoritos es éste de Emma Elena Valdelomar que, sin formar parte de ninguna de sus películas, Sara Montiel grabó en 1958, cuando mejor estaba de voz.
La universal estrella española nació tal día como hoy en 1928. Héla aquí en "Fantasía", una canción de la película "Samba" (1965) de Rafael Gil que compusieron José María de Arozamena y Gregorio García Segura.