'Pobre
chica la que tiene que servir', famoso comienzo de este número, de los
que inmediatamente conectan con el público y que canta una chulesca
criada, interpretada por Mar Abascal en esta producción de José Luis
Moreno en el Teatro Apolo de Madrid en 1995.
Tango de la Menegilda
¡Pobre chica,
la que tiene que servir! Más valiera que se llegase a morir;
porque si es que no sabe por las mañanas brujulear, aunque mil
años viva, su paradero es el hespital. Cuando yo vine
aquí lo primero que al pelo aprendí, fue a fregar, a
barrer, a guisar, a planchar y a coser; pero viendo que estas
cosas no me hacían prosperar, consulté con mi
conciencia y al punto me dijo "Aprende a sisar." "Aprende a sisar,
aprende a sisar." Salí tan mañosa, que al cabo de un
año tenía seis trajes de seda y satén. A nada que
ustedes discurran un poco, ya saben o al menos ya se han figurao
de dónde saldría para ello el parné.
Yo iba
sola por la mañana a comprar y me daban tres duros para pagar: y
de sesenta reales gastaba treinta, o un poco más, y lo que me
sobraba me lo guardaba un melitar. Yo no sé como fue que un
domingo después de comer. Yo no sé que pasó, que
mi ama a la calle me echó; pero al darme el señorito la
cartilla y el parné me decía por lo bajo: "Te espero en Eslava tomando café." "Tomando café, tomando
café." Después de este lance serví a un boticario,
serví a una señora que andaba muy mal; me vine a esa casa y
aquí estoy al pelo, pues sirvo a un abuelo que el pobre
está lelo y yo soy el ama, y punto final.