GRAN DAMA DEL CINE FRANCÉS
La actriz francesa Danielle Darrieux cumple hoy 98 años. Una de las grandes estrellas de la cinematografía gala, intérprete inagotable, su carrera de ocho décadas (entre las más largas que se conocen) atraviesa toda la historia del cine sonoro francés y la ha establecido como una leyenda viviente del séptimo arte a escala mundial. Veinte años antes que Brigitte Bardot, ella impuso como señas de identidad las iniciales de su nombre y apellido: DD. Memorable fundamentalmente por sus papeles de dama elegante y algo frívola que se mueve con gran soltura en círculos de la alta sociedad, fue laureada, entre otros premios, con un César honorífico en 1985.
Nacida en Burdeos en el seno de una familia de melómanos, Danielle Yvonne Marie Antoinette Darrieux pasó su infancia en París. La muerte de su padre, médico castrense, cuando ella tenía siete años, impulsó a su madre a impartir lecciones de canto para subsistir. Danielle heredó la afición familiar por la música, estudió piano y violoncello y se matriculó en el Conservatorio para proseguir estudios de este último instrumento. Con sólo catorce años, a instancias de su madre, debutó en el cine en El baile (1931) de Wilhelm Thiele. Su disposición y espontaneidad sedujo a los productores, que le ofrecieron un contrato por cinco años, a pesar de que, inicialmente, ella nunca había pensado dedicarse al cine ni tomado lecciones de arte dramático. Desde su primer film Danielle interpretó en varios de sus títulos canciones que se hicieron populares. En sus películas de entonces, generalmente comedias ligeras, solía encarnar a ingenuas jovencitas combinando picardía, sentimentalismo y coquetería. Fue dirigida por cineastas que luego harían importantes carreras en Hollywood: Billy Wilder (Curvas peligrosas,1934), Robert Siodmak (Se acabó la crisis, 1934), Curtis Bernhardt (L'or dans la rue, 1934), Anatole Litvak (Sueños de príncipe, 1936). En 1935 se casó con el director francés Henri Decoin, con quien rodaría varios títulos: J'aime toutes les femmes (1935), El dominó verde (1935), La esposa de papá (1937), Abuso de confianza (1937), Condesa por una noche (1938), ¿Por qué lates, corazón? (1940), La primera cita (1941).
El éxito mundial de Sueños de príncipe (drama histórico sobre la tragedia de Mayerling donde encarnó a Marie Vetsera junto a Charles Boyer como el Archiduque Rodolfo de Austria) la convirtió en una gran estrella y le abrió las puertas de Hollywood. Por primera vez Danielle y su marido viajaron a los Estados Unidos con un contrato de Universal para que ella protagonizase junto a Douglas Fairbanks Jr. la comedia La sensación de París (1938) de Henry Koster, pero pronto Darrieux se aburrió del ambiente de la meca del cine y decidió cancelar su contrato de siete años y regresar a Francia. A su vuelta se estrena el drama histórico Katia (1938) de Maurice Tourneur, coprotagonizado por John Lund. Divorciada en 1941 de Henri Decoin, con quien siempre conservó relaciones amistosas, en plena ocupación alemana de Francia, se casó en 1942 con Porfirio Rubirosa, a la sazón embajador de la República Dominicana y posteriormente notorio mujeriego. En ese tiempo ella rueda la comedia Lo quiso el azar (1942) de André Cayatte, tras la cual se mantuvo alejada de la pantalla durante cuatro años. Acusado Rubirosa de espionaje por los nazis y detenido, Darrieux se vió obligada a hacer un viaje promocional a Berlín a cambio de la libertad de su marido. Posteriormente la pareja se instaló en Suiza hasta el fin de la guerra y se divorciaron en 1947. A año siguiente Danielle contrajo matrimonio con el guionista Georges Mitsikidès, que sería su marido hasta que murió en 1991.
Reanudada su trayectoria fílmica en 1946, los años 50 acrecentaron su prestigio como actriz de gran sensibilidad y probadas dotes dramáticas, llegando a ser muy admirada por su papeles de mujer falsamente cándida. Brilló especialmente en tres exquisitas obras de Max Ophüls: La ronda (1950), adaptación de una pieza teatral de Arthur Schnitzler, donde, en una de sus secuencias, su personaje tenía una relación extraconyugal con el interpretado por Daniel Gélin, El placer (1952), film de tres episodios que adaptaban relatos de Maupassant: en el titulado "La maison Tellier" encarnaba a la Madame de un burdel provinciano que cierra por unos días para viajar con sus 'pupilas' a un pueblo de Normandía a fin de asistir a la primera comunión de la hija de su hermano, incorporado por Jean Gabin, y sobre todo, Madame de... (1953), absoluta obra maestra donde, siempre elegante y distinguida, era una frívola y coqueta condesa atrapada en las redes de un triangulo amoroso del que también eran vértices su marido, un general (Charles Boyer) y su amante, un barón (Vittorio De Sica). Con este papel, al que dotó de sutiles matices, alcanzó la cima de su carrera y Darrieux fue comparada a Dietrich y a Garbo. En esos años fue reclamada de nuevo por Hollywood para intervenir en Rica, joven y bonita (1951) de Norman Taurog, comedia musical con Jane Powell, Wendell Corey, Fernando Lamas y Vic Damone, Operación Cicerón (1952) de Joseph L. Mankiewicz, excelente y sofisticado film de espionaje en el que Darrieux era una condesa polaca envuelta en las ocultas actividades del secretario (James Mason) del embajador británico en Turquía, y Alejandro Magno (1956) de Robert Rossen, título épico-histórico en el que le fue asignado el rol de madre del héroe macedonio (Richard Burton). Otras películas destacadas de la década fueron la comedia romántica Adorables criaturas (1952) de Christian-Jacque, la muy taquillera adaptación de la novela de Stendhal El rojo y el negro (1954) de Claude Autant-Lara, junto a Gérard Philipe, el film biográfico Napoleón (1955) de Sacha Guitry, la en su día escandalosa traslación a la pantalla de la novela de D. H. Lawrence L'amant de Lady Chatterley (1955) de
Marc Allégret, la también muy exitosa adaptación de la novela de Zola El puchero hierve (1957) de Julien Duvivier, la comedia dramática Un domingo maravilloso (1958) de
Marc Allégret, o el drama de intriga Cena de acusados (1959) de Julien Duvivier.
En lo sucesivo destacan sus intervenciones en películas como Despertar a la vida (1961) de Lewis Gilbert, comedia romántica con Kenneth More y Susannah York, Los leones andan sueltos (1961) de Henri Verneuil, comedia con Jean-Claude Brialy, Claudia Cardinale, Michèle Morgan y Lino Ventura, El crimen se paga (1962) de Gérard Oury, film de episodios con reparto multiestelar, Landrú (1963) de Claude Chabrol, drama sobre el famoso asesino en serie, con Michèle Morgan, Hildegard Kneff y Charles Denner, Las señoritas de Rochefort (1967) de Jacques Demy, delicioso musical con las hermanas Catherine Deneuve y Françoise Dorléac, 24 horas de la vida de una mujer (1968) de Dominique Delouche, según la novela de Stefan Zweig, interpretando a la madura amante del joven y rubio actor austriaco Robert Hoffman, No encontré rosas para mi madre (1973) de Rovira Beleta, melodrama donde era la madre de Renaud Verley, Gran golpe en el año santo (1976) de Jean Girault, comedia con Jean Gabin y Jean-Claude Brialy, El embaucador (1979) de Philippe de Broca, comedia picante con Jean Rochefort, Nicole Garcia y Annie Girardot, Una habitación en la ciudad (1982) de Jacques Demy, musical nominado a nueve premios César, con Dominique Sanda, Richard Berry y Michel Piccoli, El lugar del crimen (1986) de André Téchiné, drama familiar con Catherine Deneuve, Unos días conmigo (1988) de Claude Sautet, drama romántico con Daniel Auteuil y Sandrine Bonnaire, y 8 mujeres (2002) de François Ozon, comedia policiaco-musical ambientada en los años 50 y nominada a once Césars, con un espectacular reparto que incluía a Catherine Deneuve, Isabelle Huppert, Emmanuelle Béart y Fanny Ardant.
Paralelamente al cine, Darrieux ha desarrollado una importante carrera teatral con obras como La alegría de vivir (1948) de Noel Coward, Léocadia (1949) de Jean Anouilh, Evangéline (1952) de Henri Bernstein, El candelabro (1959) de Alfred de Musset, Coco (1970) de Alan Jay Lerner (en Broadway), Potiche (1982) de Barillet y Grédy, Gigi (1985) de Colette, o Harold y Maude (1995) de Colin Higgins. Asímismo ha grabado discos y, desde 1969, ha trabajado asiduamente en la televisión.
POSTDATA
Danielle Darrieux falleció a los 100 años el 17 de octubre de 2017 por las consecuencias de una caída en su domicilio en París.
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