ERIK SATIE (Honfleur, Calvados, France, 17-5-1866 / París, France, 1-7-1925): IN MEMORIAM
Hoy es aniversario natal del compositor y pianista francés Erik Satie, renovadora e influyente figura de la música clásica. En sus composiciones transmutó el paradigma wagneriano mediante escalas inusuales en la música occidental, convirtiéndose así en autor avant-garde del impresionismo musical y precursor del minimalismo surgido a fines de los años 60 del siglo XX.
Nacido Alfred Éric Leslie Satie en una población de Normandía, se hizo llamar Erik Satie desde que en 1884 publicó su primera composición, un Allegro para piano. La excentricidad, la irreverencia y una actitud dadaísta son los
ingredientes que configuran la vida y la música de Satie. Huérfano de
madre a los seis años, fue educado por su abuelo y un tío, que le transmitieron su
afición a dejarse llevar por todo tipo de fantasías e historias
fabulosas. Habiendo demostrado unas especiales aptitudes para la música,
en 1879 entró en el Conservatorio de París. Sin embargo, poco dado al
trabajo continuado, la disciplina y las reglas, hacia 1886 sustituyó las
clases por los cabarets de Montmartre. Ganándose la vida como pianista de café, en 1893 comenzó una breve relación (la única que se le conoce) con la pintora impresionista Suzanne Valadon, que pintó su retrato y le abandonó. Con casi cuarenta años, en 1905, se matriculó en la Schola Cantorum de París, donde completó cinco años de estudios musicales. En sus últimos años mantuvo contacto artístico con jóvenes dadaístas y surrealistas.
Los títulos de las obras de Satie son
suficientemente elocuentes sobre su carácter estrafalario y socarrón:
Trois gymnopédies (1888), Trois gnossiennes (1890), Trois morceaux en
forme de poire (1903), Pièces froides (1907), En habit de cheval (1911).
De factura simple, todas estas composiciones, escritas para piano,
denotan un lirismo sutil que ejerció una incontestable influencia sobre
músicos tan diferentes como Claude Debussy, Maurice Ravel y los
integrantes del Grupo de los Seis. A Satie se le deben también ballets
como Parade (1917) y Relâche (1924).
La Gymnopédie nº 1 es probablemente la pieza musical más conocida de Erik Satie, ejecutada en el clip por George Nascimento.
La influencia en Debussy y Ravel sí se puede apreciar. Y el lirismo sutil también.
ResponderEliminar