PULCRITUD ITALOAMERICANA
Hoy es aniversario natal del actor estadounidense Don Ameche, que desde mitad de los años 30 sostuvo una carrera de casi sesenta en cine, teatro y televisión. Simpático y elegante galán en musicales de la Fox, destacó especialmente en dos de las mejores comedias de la era dorada de Hollywood: Medianoche y El diablo dijo no. A los 77 años fue ganador de un Oscar al mejor actor secundario.
Dominic Felix Amici (su nombre real) fue uno de los siete hijos de Felice Amici, un italiano emigrado a Estados Unidos y de Barbara Hertel, de ascendencia irlandesa y alemana. Su padre era barman. Aunque Don comenzó a estudiar Derecho en la Universidad de Wisconsin, se interesó más por el teatro y decidió iniciar una carrera en los escenarios. En 1932 se casó con Honore Prendergast, con la que tuvo seis hijos, permaneciendo el matrimonio unido hasta la muerte de ella en 1986.
Debutó en el cine como figurante en 1935. Tras firmar con 20th Century Fox, al año siguiente ya contó con papeles de mayor calado en títulos simpáticos como Ramona (1936) de Henry King o Jóvenes enamoradas (1936) de Edward H. Griffith, ambas con la presencia protagonista de Loretta Young,
con quien rodaría un total de seis películas. Al año siguiente participó en Chicago (1937) de Henry King, melodrama con Tyrone Power y Alice Faye, y en otra
comedia interpretada por Tyrone Power y de nuevo por Loretta Young, que se cuenta entre las mejores de su filmografía, Amor y periodismo (1937) de Tay Garnett, sobre los tejemanejes de una rica heredera que quiere cuenten buenas noticias sobre ella. Volvió a ser el tercero en los créditos (detrás de Tyrone Power y Alice Faye) en el divertido musical La banda de Alexander (1938), dirigido por un Henry King en pleno estado de forma, film que ganó el Oscar a la mejor banda sonora. Ese mismo año Ameche protagonizó junto a Simone Simon la comedia Josette (1938) de Allan Dwan, aunque con menor fortuna. Al siguiente llegarían algunas de sus películas más destacadas: Los tres mosqueteros (1939) de Allan Dwan, adaptación musical paródica de la novela de Dumas, la sofisticada, inteligente y divertida comedia Medianoche (1939) de Mitchell Leisen con Claudette Colbert, gran estrella de Paramount, y El gran milagro (1939) de Irving Cummings, cuidada biografía del inventor Alexander Graham Bell, donde de nuevo Ameche estaba
acompañado por Loretta Young.
Los cuarenta fueron también buenos años para el actor. La reina de la canción (1940) de Irving Cummings, con Alice Faye y Henry Fonda, era un biopic sobre la cantante y actriz Lillian Russell. Con Cummings trabajó en otros dos musicales donde Carmen Miranda fue su compañera de reparto: en Serenata argentina (1940) Ameche interpreta al dueño de un caballo de carreras, del que se enamora una jovencita Betty Grable, y en Aquella noche en Río
(1941) ambos se reunieron de nuevo, esta vez con la presencia de Alice Faye. Con Betty Grable repitió en el musical Se necesitan maridos (1941) de Walter Lang, y con la simpática Rosalind Russell trabajó en la comedia Huellas femeninas (1941) de W.S. Van Dyke. Dos años más tarde protagonizó junto a Gene Tierney y Charles Coburn la que fue quizá su mejor película, El diablo dijo no (1943), una estupenda comedia del gran genio Ernst Lubitsch.
En ella, el cineasta berlinés recrea la historia de un hombre que se presenta
en el infierno, donde es rechazado por el diablo. Así conocemos sus
aventuras y sus conquistas amorosas. Un año después Ameche protagoniza junto a Dana Andrews el drama bélico Alas y una plegaria (1944) de Henry Hathaway y más
tarde, Ameche y Miranda coincidirían de nuevo bajo la dirección de Walter Lang en Greenwich Village (1944), otro musical que no tuvo muy buen recibimiento en taquilla. La comedia Lo que desea toda mujer (1945) de Sam Wood volvió a emparejarle con Claudette Colbert, al igual que sucedió en el thriller psicológico Pacto tenebroso (1948) de Douglas Sirk, con el añadido de Robert Cummings. A partir de Con acento francés (1949) también de Sirk, comedia musical con Dorothy Lamour, casi todos los trabajos de Ameche tuvieron lugar en telefilms o series
televisivas. Poco a poco fue apartándose de la gran pantalla, salvo en
esporádicas apariciones.
Sin embargo, en los años 80 regresó a la
palestra con algunos films que le recuperaron para el cine, tales como Entre pillos anda el juego (1983) de John Landis, o Cocoon (1985) de Ron Howard, con la que ganó el Oscar al mejor actor secundario, y de la que llegó incluso a rodar una secuela, Cocoon: El retorno (1988), dirigida por Daniel Petrie. Ese mismo año también destacó mucho en Las cosas cambian (1988), comedia de intriga dirigida por David Mamet. Su última aparición en el cine tuvo lugar en la comedia familiar Corina, Corina (1993) de Jessie Nelson, el mismo año en que el 6 de diciembre un cáncer de próstata acabó con su vida.
(Reseña biográfica basada en la página decine21)
Sí, muy conocido y apreciado!!
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