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sábado, 29 de febrero de 2020

La Lupe - Puro teatro

LA LUPE (Santiago de Cuba, Cuba, 23-12-1936 / New York City, US, 29-2-1992): IN MEMORIAM

Hoy se cumplen veintiocho años del fallecimiento de la legendaria cantante afrocubana La Lupe, conocida como La Reina del Soul Latino o La Yiyiyi. En sus energéticas interpretaciones eran recurrentes expresiones como 'yiyiyi' y 'ay na má' a modo de gritos de guerra. Además de cultivar con gran versatilidad ritmos caribeños como guaracha, rumba, son montuno, guaguancó, boogaloo, merengue, bomba, calipso, mambo, etc... impuso una nueva forma expresiva, desgarrada e irreverente, de interpretar el bolero. Lo suyo no era el tono lloroso y suplicante de tantos boleristas, sino la agresividad, el despecho e incluso la venganza. Mulata de fuego, volcán, ciclón, vendaval, terremoto... fueron algunas de las denominaciones con que se describió su desmesura escénica. Diva única, extravagante, apasionada e incontrolable, sus salvajes y tempestuosos arrebatos de furia interpretativa impactaron con fuerza a las audiencias de su época. Fue comparada a Edith Piaf, Judy Garland, Eartha Kitt o Janis Joplin. Lamentablemente, en medio de una vida turbulenta y desaforada, La Lupe no supo aprovechar su éxito inaudito: Su propio temperamento explosivo, dos matrimonios fallidos con hombres que la maltrataron (el segundo enloqueció), su malsano involucramiento en la santería y la pésima administración de una fortuna derrochada, la dejaron en bancarrota. Los últimos años de su corta existencia, retirada de la vida pública, constituyeron una batalla por sobrevivir en medio de una deplorable acumulación de sufrimientos, desgracias y miseria. Paradójicamente, quien empezó su carrera 'con el diablo en el cuerpo', acabó como predicadora evangelista.
Guadalupe Victoria Yolí Raymond nació en el seno de una humilde familia obrera. Su padre trabajaba en una destilería del ron Bacardí y su madre era matrona. El primer episodio que marcó la infancia de la pequeña fue el divorcio de sus padres. El padre se volvió a casar, por lo que Lupe y sus dos hermanos tendrían que vivir con él y su antipática madrastra en un convulso ambiente familiar. Poseedora de una voz privilegiada y admiradora de Edith Piaf, Olga Guillot y Lola Flores, albergaba desde niña la ambición de ser cantante. En 1954 se presentó a un concurso radiofónico para aficionados donde interpretó una desmelenada versión del bolero "Miénteme" de la Guillot y ganó el primer premio. Al año siguiente se trasladó con su familia a La Habana. Por insistencia de su padre, quien no aprobaba que la joven se dedicara al canto, ingresó en la Escuela Normal para graduarse como maestra de primaria en 1958. Un año después, encontró en el matrimonio el mejor medio para dejar la casa paterna y se casó con el músico Eulogio 'Yoyo' Reyes. Con Yoyo y Agustina del Pilar 'Tina', otra cantante, formó el Trío Tropicuba, que adquirió cierta notoriedad, pero las peleas y las infidelidades de la pareja hicieron que la unión durara poco. Yoyo la dejó por Tina y el trio se disolvió en 1960, año también del divorcio de Lupe y Yoyo.
En el efervescente contexto de la Revolución socialista que derrocó al régimen anterior y con la aparente exaltación de las libertades en la isla, La Lupe comenzó a presentarse en solitario en un pequeño y pintoresco nightclub habanero llamado La Red, frecuentado por la bohemia cubana y por artistas e intelectuales extranjeros. Además de su poderosa voz, ella tenía la habilidad de interpretar cualquier género musical, brillando con fulgor tanto en tórridos boleros como en alegres guarachas. En todo caso, sobre el escenario se transformaba en una fuerza desatada de la naturaleza entrando en una especie de trance arrebatador que cautivaba al público. Entre los primeros admiradores de sus frenéticos y excéntricos rituales cara al público estuvieron el escritor cubano Guillermo Cabrera Infante, Ernest Hemingway, Tennessee Williams, Jean-Paul Sartre, Simone de Beauvoir, Pablo Picasso, Carmen Amaya y Marlon Brando.
Su dos primeros álbumes, Con el diablo en el cuerpo (1960) y La Lupe is back (1961), aparecieron en el sello Discuba. En ellos predominaban las versiones de hits estadounidenses: en el primero, Loco amor y Si es que te vas (de Paul Anka), Fiebre (de Peggy Lee), Quiéreme siempre (de The Four Esquires, popularizada en Hispanoamérica por Los 5 Latinos), Alone (de The Shepherd Sisters, que en Europa popularizaron Petula Clark y Dalida), además del calipso Con el diablo en el cuerpo que daba título al disco o el bolero No me quieras así (del repertorio de Olga Guillot); en el segundo, No quiero más (de Neil Sedaka), Collar (de Connie Francis), Silueta (de The Rays y The Four Seasons), Sinceramente (de The McGuire Sisters), No te vayas (de Conway Twitty), Mañana (de The Shirelles), alternados con clásicos latinos como Canción de Orfeo, María Bonita o Alma llanera
Si bien La Lupe se había convertido subitamente en la sensación de las noches habaneras, ella sobrepasaba los parámetros de la mujer liberada que el régimen castrista exaltaba: En escena mostraba impudicia y descaro, se tiraba del pelo, se acariciaba muslos y pecho, golpeaba la pared,  gritaba y gemía, reía y lloraba, se mordía las manos, se rasgaba la ropa, se quitaba los zapatos  u otras prendas y los arrojaba al público... Su personalidad fogosa y excesiva la convirtió pronto en una artista incómoda tanto para la burguesía como para los revolucionarios recién llegados al poder. Pronto clasificada como obscena y contrarrevolucionaria y negándose a acatar el dirigismo cultural que los jerarcas de la nueva moral institucional querían imponerle, a comienzos de 1962 decidió emigrar a México, pais donde llegó con las manos vacías y su estrafalario estilo no fue bien acogido, por lo que pronto se dirigió a los Estados Unidos.
Después de pasar por Miami,  se radicó en Nueva York, donde consiguió trabajo en un modesto cabaret regentado por emigrados cubanos llamado La Barrraca y entró en contacto con el músico habanero de jazz latino Mongo Santamaría, quien la hizo debutar con él en el famoso club Bird Land. Ambos formaron equipo para grabar el álbum Mongo introduces La Lupe (1963) a base de ritmos tropicales y encabezado por su primer éxito en USA, la guaracha Besito pa tí, con otros bailables como Montuneando u Oye este guaguancó. Mongo quiso llevarla consigo de gira a Puerto Rico, pero ella no pudo acompañarlo porque estaba embarazada. En 1964 nació su hijo René, cuya paternidad se desconoce a ciencia cierta, pues a finales de ese año la cantante, perdidamente enamorada, se casó con el músico de raza blanca Willie García.
Determinante en su carrera fue su descubrimiento por parte del famoso músico portorriqueño Tito Puente, quien la incorporó rápidamente a su orquesta. Lupe y Puente se emparejaron para grabar juntos para la discográfica Tico Records cuatro álbumes de gran éxito. El primero, Tito Puente swings, the exciting Lupe sings (1965) contenía la que habría de convertirse en una de sus canciones emblemáticas, el bolero Qué te pedí. Los siguientes fueron: Tú y yo (1965), con la guaracha Soy la que soy, la cumbia Lola, los boleros Con mil desengaños o Viva mi tristeza, la copla española Y sin embargo te quiero, o los clásicos latinos Lamento borincano y Agua de beber; Homenaje a Rafael Hernández (1966), con boleros como Amor ciegoNo me quieras tanto; y El Rey y yo (1967), con canciones firmadas por ella como Cumba, cumba, Oriente y Mi gente, el bolero Esas lágrimas son pocas o una versión de Yesterday de Los Beatles. Entre el tercero y el cuarto también se publicaron otros dos álbumes de ella sin Puente: La Lupe y su alma venezolana (1966), especialmente dirigido al mercado de Venezuela, donde la artista había efectuado giras y triunfado en los carnavales de Caracas, y A mí me llaman La Lupe (1966), en el que destacan la guaracha El carbonero, Bomba gitana, versiones en samba de America (de "West side story") y joropo de Que nadie sepa mi sufrir, o los boleros Pensando en tí y Alivio. Ya convertida en aclamada diva, actuó por primera vez en el Carnegie Hall el 20 de mayo de 1966 con la orquesta de Tito Puente. También actuaría en el Madison Square Garden. La prensa latina en Nueva York  la consideró la mejor cantante en 1965 y 1966. 
Paralela a su éxito fue su vida desmesurada. Cuando vivía en Cuba, ella (como su madre) había practicado el espiritismo, pero en Nueva York abrazó la santería, al parecer de moda entonces en muchos de los músicos de origen caribeño, lo que derivó en su perdición. Ganó mucho dinero pero despilfarró una fortuna en los santos y amuletos que le recomendaban los gurús santeros a los que acudía buscando protección, que se aprovecharon sin escrúpulos de ella y sus recursos. Se aficionó al lujo y llegó a comprar una mansión en New Jersey que había pertenecido a Rudolph Valentino, además de cinco automóviles, joyas y varios abrigos de pieles. Según la rumorología, su actividad frenética y sus temores ocultos la condujeron al consumo abusivo de drogas y alcohol (algunos familiares, amigos y biógrafos negaron este extremo). Lo que sí se sabe es que en muchas ocasiones, al finalizar sus actuaciones había que aplicarle una mascarilla de oxígeno.
Tras serias desavenencias con Tito Puente provocadas por su extravagante comportamiento, la cantante, ya conocida como La Yiyiyi y La Reina de la Música Latina, fue separada de la orquesta del llamado Rey del timbal. A partir de 1968 realizó grabaciones con otras orquestas publicadas en tres álbumes ese mismo año, todos para la firma Tico. El primero de ellos, Dos lados de La Lupe, alude en su título a su capacidad de combinar números bailables (Que bueno boogaloo) con melódicos, algunos de procedencia española (Te voy a contar mi vida de Augusto Algueró o El emigrante de Juanito Valderrama) o francesa (Si vuelves tú de Paul Mauriat), continuando con producciones como Queen of Latin soul (1968), donde destacan memorables boleros como Amor gitano, La tirana, Negrura y una nueva versión spanglish de Fever;  y La era de La Lupe, álbum encabezado por el bolero Corazón de acero. En noviembre de 1968 se presentó en un gran concierto en Nueva York con la banda de Machito. En 1969 salen a la venta otros tres álbumes suyos: La Lupe es la Reina, encabezado por el bolero Puro teatro que le escribió el portorriqueño Catalino Curet Alonso, incluyendo una curiosa versión de un antiguo éxito de Imperio Argentina, El dia que yo nací, y composiciones propias como La Reina o Me siento guajira; Definitivamente La Yi Yi Yi, asímismo encabezado por otro bolero de Curet, Fíjense; y The Queen does her own thing, conteniendo versiones de hits de Janis Joplin (Down on me), The Doors (Touch me) o Aretha Franklin (Don't play that song), además de otro bolero famoso, Se acabó de Julio Gutiérrez.
En 1970 apareció Ese genio llamado La Reina, con personales versiones de "My way" de Anka y Sinatra (Como acostumbro) o los Righteous Brothers (Unchained melody); en 1971, La Lupe en Madrid, con el bolero Me vas a recordar y peculiares versiones de Luigi Tenco (Ciao amore) o Augusto Algueró (Estando contigo); en 1972, Stop, I'm free again, con versiones de conocidos boleros como Tan lejos y sin embargo te quiero o Mil besos y la balada Vagabundo; en 1973, ¿Pero cómo va ser?, que comienza con Lo que pasó pasó, seguida de No me quieras así; en 1974, Un encuentro con La Lupe, con Curet Alonso, quien compuso las diez canciones del álbum, encabezado por La mala de la película
El 14 de junio de 1970 se presentó de nuevo, con clamoroso éxito, en el Carnegie Hall, escenario al que regresó el 17 de septiembre de 1971. En ese año trabajó en Broadway junto al actor portorriqueño Raúl Juliá en la comedia musical "Two gentlemen of Verona", pero fue despedida tras un incidente. Otro de sus mayores disgustos profesionales derivó de la prominencia desde 1968 de Fania All Stars, agrupación latina de música salsera que favoreció el estrellato de la entonces emergente Celia Cruz en detrimento de La Lupe. Ambas protagonizarían un altercado que finalizó con un ultimátum de Celia a los directivos de Fania: "O ella o yo". Los ejecutivos optaron por encumbrar como nueva diosa latina a la menos controversial Cruz. Peor aún fue cuando Fania adquirió en 1974 el sello Tico Records, para el que Lupe grababa habitualmente y que la fue relegando a un segundo plano. Ella continuó sacando discos en el mismo hasta 1980, pero la producción y ventas fueron disminuyendo paulatinamente. En 1974 actuó por última vez en un gran concierto en Nueva York, junto a Tito Puente, Ismael Rivera, Vicentico Valdés y otros muchos artistas caribeños, evento musical que sería registrado en un álbum titulado Tico-Alegre All-Stars. Al año siguiente nació su hija Rainbow, que aunque llevó el apellido García, no era hija de Willlie sino de un amante ocasional de La Lupe.
En esta época se acumularon los problemas e infortunios para Lupe. Su marido Willie García, que solía apalearla, había desarrollado un cuadro esquizofrénico que la obligó a gastar ingentes sumas de dinero en tratamientos médicos. Finalmente tuvo que internarlo en una institución estatal para enfermos mentales. Declarada en quiebra, su banco acabaría por quedarse con su mansión de New Jersey y todas las pertenencias que en ella había. Ya en pleno declive se publicaron sus tres últimos álbumes: Única en su clase (1977), con baladas como Cualquiera, Tu vida es un escenario o Esta es mi vida (versión del hit de Shirley Bassey); La pareja (1978), reencuentro con Tito Puente, en el que destaca el bullicioso merengue La lloradora, un disco que no se promocionó apenas; y En algo nuevo (1980), que finaliza con la melodía No volveré a amar así. A este punto, en Nueva York estaba acabada La Lupe.
En 1980, abandonada de todo el mundo (incluidos sus antiguos santeros), planeó rehacer su carrera en Puerto Rico, pero no lo consiguió (varias cadenas de televisión acabaron vetándola por sus excesos). Con ella estaba su hija Rainbow y ambas se vieron en la miseria y pasaron hambre. Cuentan que mendigó, pobre y olvidada, por las calles de San Juan. En 1982 regresó a los Estados Unidos; primero fue a vivir con su madre, a la sazón residente en New Jersey con su nieto René, y tras la partida a Cuba de aquella en 1983, a Nueva York con sus dos hijos. Allí, acorralada económicamente, tuvo que subsistir de mala manera del welfare, una exigua prestación estatal que no le bastaba para pagar el apartamento que alquiló. En la Nochevieja de 1984, mientras colgaba una cortina, se cayó y se partió la columna vertebral. Pasó un calvario por varios hospitales, fue operada y quedó inválida en silla de ruedas, padeciendo dolores atroces. En el otoño siguiente su casa se incendió y perdió todas las posesiones que le quedaban, incluyendo su vestuario y sus 25 discos de oro. La Cruz Roja la recogió en la calle y la llevó con su hija a un hotelucho de prostitutas, donde permaneció durante una semana hasta que el welfare la trasladó a un miserable refugio en el Bronx en un cuarto piso sin ascensor, rodeada de menesterosos, donde malvivió cuatro o cinco meses. A fin de paliar su indigencia, comenzó a asistir a unas clases subsidiadas en la Universidad de Lehman, en el Bronx, y consiguió alquilar un apartamento mejor, pero no tenía para comer. Tragándose su orgullo, acudió a la prensa y a la radio para pedir ayuda. Sus antiguos compañeros le organizaron un homenaje recaudatorio en el Club Broadway, donde atiborrada de analgésicos, cantó por última  vez como La Lupe, acompañada de Tito Puente. Después le llegaron ofertas para volver a grabar discos, que rechazó. El dinero del homenaje lo destinó a ingresar en un hospital para someterse a terapia con la frustrada esperanza de rehabilitar su columna vertebral. Por último logró volver a caminar (según ella por la sanación de un predicador de una secta evangelista) en 1988. En sus últimos años renunció a la santería, se vinculó a la iglesia pentecostal y acabó convirtiéndose en predicadora. Grabó varias series de cantos evangélicos publicados en cassette antes de que su corazón se detuviese para siempre, mientras dormía. Contaba 55 años.
Desde 2002 hay una calle a su nombre en el Bronx neoyorquino.



El éxito internacional de la película "Mujeres al borde de un ataque de nervios" (1988) de Pedro Almodóvar, propició el resurgimiento popular de La Lupe, al incluir en el final de su banda sonora el bolero Puro teatro que para la artista cubana compuso 'Tite' Curet Alonso. Con posterioridad sus discos fueron reeditados y los originales llegaron a ser codiciados objetos de coleccionistas. La comunidad gay latina la adoptó como referente icónico camp y muchos transformistas la imitaron, considerándola una especie de Judy Garland latina.

viernes, 28 de febrero de 2020

Zero Mostel (New York City, US, 28-2-1915 / Philadelphia, Pennsylvania, US, 8-9-1977): In memoriam

COMEDIANTE IRREPETIBLE

Hoy es aniversario natal del actor estadounidense Zero Mostel. Calvo y corpulento, pero dotado de gran talento y sentido del humor, fue una muy destacada personalidad del mundo del espectáculo. Pese a ello, su carrera en el cine se ensombreció durante más de una década al convertirse en víctima de la caza de brujas propiciada por el senador Joseph McCarthy en los años 50. En los 60 su arrollador carisma se impuso en Broadway y en el periodo de cuatro años llegó a ganar tres premios Tony. Su interpretación en la producción escénica original del musical "El violinista en el tejado", obra que se mantuvo ocho años en cartel, es legendaria en la historia del teatro norteamericano.
Séptimo de los ocho hijos de una pareja judía ortodoxa emigrada desde Europa del Este, Samuel Joel Mostel (su nombre real) se crió en Brooklyn antes que su familia se trasladase a una población de Connecticut donde compraron una granja. Las rentas de los Mostel provenían de una bodega y un matadero, pero cuando el negocio falló la familia regresó a Nueva York, donde su padre encontró trabajo como químico vinícola. Samuel fue educado en una escuela pública, pero no era buen estudiante. Su madre le llamaba Zero, arguyendo que de continuar así sus ganancias se reducirían a cero. En todo caso, el chico era inteligente y poseía un carácter alegre y extrovertido, con un acusado sentido del humor. Sus primeras pasiones fueron el dibujo y la pintura, por lo que en su adolescencia recibió lecciones de estas disciplinas y acudía con frecuencia al Museo de Arte Metropolitano a copiar cuadros de sus galerías vestido con un traje de terciopelo. Después se matriculó en la universidad pública de Nueva York, donde continuó su entrenamiento como pintor y se graduó en 1935. Luego formó parte de un programa gubernamental del 'new deal' rooseveltiano que le pagaba por dar clases de arte y dar charlas como guía en los museos neoyorquinos. Ante los estudiantes que visitaban los mismos, Mostel desplegaba su labia humorística, lo que contribuyó a que le invitasen como animador a fiestas y reuniones sociales. Su reputación de cómico le condujo a actuar en el Café Society de Manhattan, donde se hizo actor profesional a los veintisiete años con el nombre de Zero Mostel.
Su ascenso en el showbiz creció rapidamente, así como su salario, y pronto Mostel fue solicitado en programas de radio, espectáculos de Broadway, nightclubs y hasta por el cine: M.G.M. le ofreció un papel en el musical La Dubarry era una dama (1943) de Roy del Ruth, que protagonizaron Red Skelton, Lucille Ball y Gene Kelly. En marzo de 1943 fue captado por el ejército, pero en agosto siguiente fue dispensado del servicio debido a una incapacidad física no especificada. Subsiguientemente actuó como entertainer para las tropas de ultramar hasta 1945.
En los años posbélicos trató de convertirse en actor dramático y en 1946 actuó en una produccion de "La ópera del vagabundo" de John Gay, pero las críticas a su trabajo fueron tibias (era más apreciado como cómico). En los últimos años de la década apareció en diversos programas de televisión e incluso llegó a tener un show propio. Izquierdista desde su paso por la universidad, sus números en nightclubs solían incluir burlas de cariz político a la derecha estadounidense, lo que generó habladurías contra él en la industria del cine. Se dice que antes de que existiesen las famosas listas negras de McCarthy, estudios como M.G.M ya le tenían vetado. Elia Kazan, que le había dirigido en Broadway, consiguió que volviese al cine ofreciéndole un papel en su película Pánico en las calles (1950), noir con Richard Widmark, Paul Douglas y Barbara Bel Geddes. Otros roles secundarios desempeñó Mostel en Sin conciencia (1951) de Bretaigne Windust, noir con Humphrey Bogart, Siroco (1951) de Curtis Bernhardt, noir con Humphrey Bogart, Märta Torén y Lee J. Cobb, El genio se divierte (1951) de Henry Koster, comedia con Clifton Webb, Joanne Dru y Hugh Marlowe, o La modelo y la casamentera (1951) de George Cukor, comedia con Jeanne Crain, Scott Brady y Thelma Ritter, casi todas producciones Fox. 
Cuando, a comienzos de 1952, Mostel fue formalmente denunciado ante el Comité de Actividades Antianericanas como antiguo miembro del partido comunista, su nombre fue incluido en las listas negras de Hollywood. En comparecencia propia en 1955, invocó la Quinta Enmienda constitucional y se negó a dar nombres, aduciendo que sus creencias morales le impedían delatar. Con su mordacidad característica, incluso se atrevió a discutir con miembros del Comité haciéndoles parecer tontos  y ridiculizó al último estudio que le había contratado llamándolo "19th Century Fox". Más tarde comentaría: "¿Qué pensaban que iba a hacer yo, vender secretos de actuación a los rusos?". Este testimonio no le sacó de las listas negras, pero le ganó la admiración de sus compañeros. Con todo, Mostel tardó quince años en aparecer en una película y a lo largo de ese tiempo hubo de sobrevivir con actuaciones mal pagadas en nightclubs o vendiendo sus pinturas (la actividad pictórica le acompañó toda su vida). Por fortuna, en el teatro no había listas negras y Mostel pudo actuar con éxito en dos producciones off-Broadway en 1957 y 1958. Ambas fueron el preludio de una espectacular revitalización de su carrera.
En 1961 trabajó en una producción televisiva de "Esperando a Godot" de Samuel Beckett y en una teatral de "El rinoceronte" de Eugène Ionesco, por la que ganó su primer premio Tony. El segundo lo consiguió al año siguiente por "A funny thing happened on the way to the forum" (1962), musical con libreto de Burt Shevelove y Larry Gelbart y canciones de Stephen Sondheim (repuesto con su protagonismo en 1973), y el tercero por "El violinista en el tejado" (1964), musical con libreto de Joseph Stein y canciones de Jerry Bock y Sheldon Harnick, el de mayor éxito en toda la historia de Broadway, con un total de 3.242 representaciones, y el mayor triunfo en la carrera de Mostel, fuertemente identificado con el papel del lechero judío Tevye (cuando Norman Jewison eligió a Topol para la adaptación cinematográfica de 1971, la decepción de Mostel y sus admiradores fue muy grande). Sendas reposiciones escénicas de la obra en 1971 y 1976 también fueron protagonizadas por él.
Su vuelta al cine se produjo con Golfus de Roma (1966) de Richard Lester, comedia musical ambientada en la antigua Roma en la que interpretó el rol de Pséudolus, el mismo con el que había triunfado en Broadway cuatro años antes. Entres sus siguientes películas figuran Los productores (1967) de Mel Brooks, comedia con Gene Wilder, Catalina la Grande (1968) de Gordon Flemyng, comedia basada en una obra de Bernard Shaw, con Peter O’Toole, Jeanne Moreau y Jack Hawkins, Ojos verdes, rubia y peligrosa (1969) de Hy Averback, western cómico con Kim Novak y Clint Walker, El angel Levine (1970) de Ján Kadár, drama con Harry Belafonte, Un diamante al rojo vivo (1972) de Peter Yates, comedia de acción con Robert Redford y George Segal, Marco Polo (1973) de Seymour Robbie, fantasía musical de aventuras con Desi Arnaz Jr. y Jack Weston, El rinoceronte (1974) de Tom O'Horgan, adaptación de la obra de Ionesco representada en Broadway en 1961, con Gene Wilder, Érase una vez un sinvergüenza (1974) de George Schaefer, comedia con Katy Jurado, Ruta hacia el pánico (1975) de Daniel Mann, thriller con Sam Waterston e Yvette Mimieux, o La tapadera (1976) de Martin Ritt,  comedia dramática con Woody Allen  en la que participaron diversos profesionales que habían figurado en las listas negras de McCarthy y que fue la primera en tratar en serio el tema de la caza de brujas.
Zero Mostel contrajo matrimonio en dos ocasiones. Su primera esposa fue una compañera de universidad, Clara Sverd, con la que se casó en 1939 y de quien se separó en 1941 y divorció en 1944. La segunda, desde 1944, fue la actriz y bailarina Kathryn Harkin, con la que tuvo a sus hijos Josh (1946) y Tobias (1948) y que fue su viuda. El actor se sintió enfermo mientras ensayaba en Philadelphia una nueva obra y hubo de ser hospitalizado. Poco después falleció de aneurisma aórtico a la edad de 62 años.


 

Bernadette Peters - Dedicated to the one I love

WHILE I'M FAR AWAY FROM YOU, MY BABY.

La canción Dedicated to the one I love, escrita por Lowman Pauling y Ralph Bass en 1957 fue un hit de grupos como The Shirelles (1959), The "5" Royales (1961) y The Mamas & the Papas (1967). La simpar Bernadette Peters, que hoy cumple 72 años, incluyó su personal versión en el álbum Now playing (1981).

jueves, 27 de febrero de 2020

John Boles (Greenville, Texas, US, 28-10-1895 / San Angelo, Texas, US, 27-2-1969): In memoriam

SEDUCTOR GALÁN ROMÁNTICO

Hoy se cumplen cincuenta y un años del fallecimiento del actor y cantante estadounidense John Boles. Extremadamente apuesto, fue uno de los galanes románticos mejor pagados del Hollywood de los años 30. Se especializó en musicales y melodramas, en los que fue pareja de estrellas como Gloria Swanson, Lupe Vélez, Irene Dunne, Margaret Sullavan, Joan Bennett, Nancy Carroll, Lilian Harvey, Claire Trevor, Ann Harding, Loretta Young, Rosalind Russell, Barbara Stanwyck o Ida Lupino. En su filmografía hay varios clásicos.
John Boles nació en el seno de una familia de clase media. Su padre era un empleado de banca que albergaba la esperanza de que su hijo se convirtiese en médico. Cumpliendo en principio las expectativas paternas, John  fue a estudiar medicina a la Universidad de Texas, donde practicó deportes como baseball o football y llegó a diplomarse en 1917. En un viaje con su club por el Medio Oeste se despertó su afición por el mundo del espectáculo. Con la entrada de los Estados Unidos en la I Guerra Mundial se alistó en el ejército y fue asignado al servicio de inteligencia. Herido en dos ocasiones, actuó como espía en Alemania, Bulgaria y Turquía. Boles poseía una hermosa voz de barítono y, estando en Europa, un director de orquesta le ofreció cantar como solista y él aceptó. De vuelta en Greenville, sus padres querían que continuase con su carrera médica, pero no fue así. Una audición vocal con un productor forastero lo seleccionó para actuar en la King Opera House de Arkansas. Con ello Boles se animó y marchó a Nueva York con la idea de cantar ópera ligera allí. Cuando esto no funcionó se ganó la vida enseñando canto y francés en una escuela al norte del estado. Este empleo le proporcionó la oportunidad de volver a Europa en un viaje de estudios de un año que eventualmente le condujo al estudio parisino del tenor Jean de Reszke, quien le tomó bajo su protección. Con él Boles aprendió a desarrollar sus técnicas vocales. 
Regresado a Nueva York y decidido a establecerse como cantante, debutó en Broadway en 1923 sustituyendo al protagonista del musical "Little Jesse James". Pronto atrajo la atención de la industria del cine, siendo contratado para actuar en su primera película, El sexto mandamiento (1924) de Christy Cabanne, un film hoy perdido, como también el segundo, ¿Y esto es el matrimonio? (1924) de Hobart Henley, y el tercero, Excúseme (1925) de Alf Goulding, en paradero desconocido.
Boles continuó su carrera escénica en Broadway hasta que fue descubierto por Gloria Swanson, que le hizo volver a Hollywood para convertirlo en su oponente en el drama El amor de Sonia (1927) de Albert Parker, film que supuso un notable éxito personal para él. Luego actuó en El pastor de las colinas (1928) de Albert Rogell, junto a Alec B. Francis y Molly O'Day, El alma de una nación (1928) de Edward Sloman, drama con George Sidney, El príncipe Fazil (1928) de Howard Hawks, drama con Charles Farrell y Greta Nissen, Labios vírgenes (1928) de Elmer Clifton, drama con Olive Borden, Agua viva (1928) de F. Richard Jones, western con Jack Holt y Nancy Carroll, Los hombres tienen la culpa (1928) de Paul L. Stein, comedia dramática con Leatrice Joy, H.B. Warner y Seena Owen, o El pasado no muere (1928) de Irving Cummings, drama con Mary Astor. El teatro siniestro (1928) de Pauil Leni, thriller de intriga con Laura La Plante, fue el último film silente en que intervino, aunque al año siguiente se estrenó una versión parcialmente sonora del mismo.
Con la llegada del cine sonoro Boles pudo por fin mostrar sus habilidades canoras en títulos como El canto del desierto (1929) de Roy Del Ruth, opereta con Carlotta King, Louise Fazenda y Myrna Loy, Rio Rita (1929) de Luther Reed, musical con Bebe Daniels, El rey del jazz (1930) de John Murray Anderson, revista musical con Paul Whiteman y su orquesta, y Una noche celestial (1931) de George Fitzmaurice, opereta con Evelyn Laye. Después, contratado por Universal, actuó junto a Lupe Vélez en Resurrección (1931) de Edwin Carewe, adaptación de la novela homónima de Tolstoi, Semilla (1931) de John M. Stahl, drama con Genevieve Tobin, Lois Wilson y ZaSu Pitts, El doctor Frankenstein (1931) de James Whale, clásico de terror con Colin Clive, Mae Clarke y Boris Karloff, La usurpadora (1932) de John M. Stahl, melodrama con Irene Dunne adaptado de una novela de Fannie Hurst, Parece que fue ayer (1933) de John M. Stahl, drama con Margaret Sullavan inspirado en "Carta a una desconocida " de Stefan Zweig. Para otros estudios (principalmente Fox) rodó La irreflexiva (1932) de Kenneth MacKenna, drama con Joan Bennett, Seis horas de vida (1932) de William Dieterle, drama de ciencia-ficción con Warner Baxter y Miriam Jordan, Porque te quiero (1933) de Edward Buzzell, drama romántico con Nancy Carroll, Mis labios engañan (1933) de John G. Blystone, musical con Lilian Harvey, La sinfonía del amor (1934) de Victor Schertzinger, drama musical con Gloria Stuart, Hollywood conquistado (1934) de David Butler, musical con Spencer Tracy y Pat Paterson, El triunfo de la vida (1934) de Hamilton MacFadden, musical con Warner Baxter, Oro virgen (1934) de George Marshall, drama con Claire Trevor, La pasión de Vergie Winters (1934) de Alfred Santell, drama con Ann Harding y Helen Vinson, La edad de la inocencia (1934) de Philip Moeller, adaptación de la novela homónima de Edith Wharton, con  Irene Dunne y Lionel Atwill, La legión blanca (1934) de Irving Cummings, drama con Loretta Young, Música en el aire (1934) de Joe May, musical con Gloria Swanson y Douglass Montgomery, La simpática huerfanita (1935) de Irving Cummings, musical con Shirley Temple y Rochelle Hudson donde encarnó a un soltero que adopta a una niña y se casa con su hermana mayor, La florista del Palace (1935) de William A. Seiter, drama con Jean Muir y Charles Butterworth, Rebelde (1935) de David Butler, comedia dramátca con Shirley Temple (otra vez su hija en la pantalla), Jack Holt, Karen Morley y Bill Robinson, La rosa del rancho (1936), western musical con Gladys Swarthout, Un mensaje a García (1936) de George Marshall, drama ambientado en la Guerra de Cuba, con Wallace Beery y Barbara Stanwyck, La mujer sin alma (1936) de Dorothy Arzner, drama con Rosalind Russell, Cuando el amor nace (1937) de Edward Buzzell, comedia con Doris Nolan, Stella Dallas (1937) de King Vidor, magnífico melodrama con Barbara Stanwyck y Anne Shirley, Amor en Budapest (1937) de Ben Stoloff, comedia con Jack Oakie, Ida Lupino y Margot Grahame, Éxtasis (1937) de Marion Gering, comedia romántica con Luli Deste, o La isla del paraíso (1938) de James Whale, drama aventurero con Madge Evans.
Repentinamente, a finales de los años 30 su carrera entró en declive y en la década siguiente trabajó ocasionalmente en la radio y sólo apareció en Ahora seremos felices (1941) de Phil Rosen, drama musical con Mona Barrie, Entre nosotras (1942) de Henry Koster, drama con Diana Barrymore, Robert Cummings y Kay Francis donde tuvo un papel secundario, y en El desfile de las estrellas (1943) de George Sidney, musical M.G.M. concebido para animar a las tropas combatientes, con reparto multiestelar. Después Boles abandonó Hollywood para protagonizar en Broadway junto a Mary Martin y Kenny Baker el musical "One touch of Venus" de Kurt Weill, Ogden Nash y S. J. Perelman que se mantuvo en cartel durante 567 representaciones. Tras nueve años ausente de Hollywood, volvió a la pantalla para rodar su última película, Muchachas de Bagdad (1952) de Edgar G. Ulmer, exótica comedia con Paulette Goddard y Gypsy Rose Lee. Después se retiró y cambió el cine por el negocio del petróleo en Texas.
John Boles contrajo matrimonio en 1917 con Marcelite Dobbs, su novia de la universidad. Con ella tuvo a sus hijas Frances y Janet y permaneció casado durante más de cincuenta años hasta que murió de un ataque cardiaco en 1969 a los 73.