EL AVENTURERO BRITÁNICO
Stewart Granger fue un actor inglés, estrella del cine clásico inglés (en los 40) y estadounidense (en los 50), que brilló especialmente dentro del género aventurero e histórico. Pasó de galán romántico en su país a héroe exótico y un tanto autosuficiente en Hollywood, con roles que le hicieron muy popular pero que acabaron por encasillarle. No obstante, dejó a la posteridad varios clásicos del cine de aventuras.
Nacido James Lablanche Stewart, hijo de un militar, se educó en el Epsom College y estudió arte dramático, aunque en un principio pensaba ser médico. Para no ser confundido con el actor americano de homónima identidad, cambiaría su verdadero nombre.
Antes de ello Stewart Granger inició su carrera con su nombre real, James Stewart, a principios de los
años 30 participando como extra en producciones anglosajonas como A southern maid (1933).
Trabajando en teatro conoció a su primera esposa, la actriz Elspeth March, con quien se casó en 1938, con la que tuvo dos hijos, Jamie y Lindsay y de quien se divorciaría diez años después. Granger utilizó por primera vez su nombre artístico a finales de década, época
en la que salió del anonimato en la industria cinematográfica inglesa. Durante la Segunda Guerra Mundial se alistó en el ejército británico, pero, a causa de úlceras de estómago, fue incapacitado para el servicio en 1942. Después, papeles protagónicos en Perfidia (1943) de Leslie Arliss, Historia de amor (1944) también de
Arliss, La Madonna de las siete lunas (1945) de
Arthur Crabtree, Waterloo Road (1945) de Sidney Gilliat, César y Cleopatra
(1945) de Gabriel Pascal, Caravan (1946) de
Arthur Crabtree, El rebelde (1947) de Frank Launder, La mansión de los Fury (1948) de Marc Allégret, Matrimonio de estado (1948) de Basil Dearden, El enemigo de las mujeres (1948) de Terence Young o Adán y ella (1949)
hicieron de Granger una celebridad en la gran pantalla británica. En esta última compartió créditos con Jean Simmons, que sería su esposa de 1950 a 1960 y madre de su hija Tracy.
El triunfo de Granger en su propio país motivó que Metro-Goldwyn Mayer se fijase en él para intervenir en Las minas del Rey Salomón (1950) de Andrew Marton y Compton Bennett, su primera película americana que se convirtió en un gran éxito comercial y en clásico del cine de aventuras. Su coprotagonista en este film era Deborah Kerr. El actor inglés se estableció en los Estados Unidos y consiguió notables resultados en taquilla con Tres soldados (1951) de Tay Garnett, con Walter Pidgeon y David Niven, Norte salvaje (1952) de Andrew Marton, con Wendell Corey y Cyd Charisse, Scaramouche (1952) de George Sidney, con Eleanor Parker, Janet Leigh y Mel Ferrer, El prisionero de Zenda (1952) de Richard Thorpe, con Deborah Kerr y James Mason, Salomé (1953) de William Dieterle, con Rita Hayworth y Charles Laughton, La reina virgen (1953) de George Sidney, con Jean Simmons, Deborah Kerr y Charles Laughton, Todos los hermanos eran valientes (1953) de Richard Thorpe, con Robert Taylor y Ann Blyth, Beau Brummell (1954) de Curtis Bernhardt, con Elizabeth Taylor y Peter Ustinov o Fuego verde (1954) de Andrew Marton, con Grace Kelly y Paul Douglas. Con mayor o menor éxito siguieron otras producciones en las que predominaban la
aventura y el romance: Los contrabandistas de Moonfleet
(1955) de Fritz Lang, con George Sanders, Joan Greenwood y Viveca Lindfors, Pasos en la niebla (1955) de Arthur Lubin, La última caza (1956) de Richard Brooks, con Robert Taylor, Cruce de destinos (1956) de George Cukor, con Ava Gardner, La cabaña (1957) de Mark Robson, con Ava Gardner, y El rifle del forastero (1957) de Roy Rowland, con Rhonda Fleming.
A pesar de adoptar la ciudadanía estadounidense en 1956, Granger volvió a trabajar a partir de 1958 mucho más habitualmente en el viejo continente, además de continuar filmando de forma esporádica alguna que otra producción estadounidense. Los films más recomendables de este período son Alaska, tierra de oro (1960) de Henry Hathaway, con John Wayne y Capucine, La tercera llave (1961) de Basil Dearden, con Haya Harareet, Sodoma y Gomorra (1962) de Robert Aldrich, con Sylva Koscina, en la que interpretaba a Lot, y Secreta invasión (1964) de Roger Corman, film ambientado en la Segunda Guerra Mundial con Raf Vallone y Mickey Rooney. El resto de su filmografía lo compusieron producciones de bajo coste. Entre 1964 y 1969 estuvo casado con Caroline LeCerf, que le dio una hija, Samantha.
En los años 70 y 80 actuó en escasas películas e hizo algunas contadas apariciones televisivas, residió en Marbella (España), se arruinó arriesgando su dinero en inversiones innmobiliarias y se retiró definitivamente en 1990 tras volver al teatro con "El círculo" de Somerset Maugham, junto a Glynis Johns y Rex Harrison, estrenada en Broadway en 1989. Stewart Granger falleció a causa de cáncer de próstata y de huesos a los 80 años.
Sí lo aprecié en algunos de sus filmes, incluyendo Las Minas del Rey Salomón.
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