BRITISH CHARME
La fascinante actriz británica Kristin Scott Thomas cumple hoy 54 años. Criada en Dorset pero afincada en Francia desde los 19 años, su presencia ha sido solicitada en películas de diferentes nacionalidades. En los últimos tiempos, también ha protagonizado obras teatrales en Londres. En 2003 recibió la Orden del Imperio Británico y en 2005 fue nombrada Caballero de la Legión de Honor por el gobierno francés.
Reproducción de su perfil biográfico en la página decine21:
Mucha clase
por José María Aresté
Una actriz con clase. De poderosa presencia, con enorme personalidad.
Así es Kristin Scott Thomas, que no se involucra en cualquier película,
escoge con inteligencia los papeles que interpreta.
Kristin Scott Thomas nació en Redruth, Cornwall, en Inglaterra, el
24 de mayo de 1960. Es la mayor de dos hermanas, la menos conocida
Serena Scott Thomas también es actriz. El interés por la actuación le
viene por vía materna, su madre Deborah estudió interpretación antes de
casarse con Simon, un militar del ejército del aire, quien murió en
accidente de aviación cuando Kristin sólo contaba cuatro años.
Curiosamente Deborah volvió a casarse con un piloto aéreo, que también
falleció en accidente aéreo seis años después. Estos hechos tal vez
expliquen la querencia de Kristin Scott por películas con aviones que
se estrellan, como es el caso de El paciente inglés (Anthony Minghella, 1996), la oscarizada película que le dio la fama, y Caprichos del destino (Sydney Pollack, 1999), donde ella y Harrison Ford descubrían que sus respectivos cónyuges, muertos en accidente aéreo, estaban teniendo una aventura.
Sin duda que Kristin tiene una formación cosmopolita, que le viene
de familia, no en vano un pariente más o menos lejano es el célebre
capitán Robert Falcon Scott, el explorador del Polo Sur. Educada en su
infancia y juventud en Inglaterra, para preparar su formación actoral se
trasladó a París, y en Francia acabaría estableciendo su residencia.
Allí combinó su trabajo como niñera con los estudios en la Escuela
Nacional Superior de las Artes y Técnicas Teatrales, donde se graduó
con 25 años. Y conoció al que ha sido su único marido, el ginecólogo
François Olivennes, con quien tuvo tres hijos, y de quien se separaría
en 2005.
Empieza a actuar en teatro, y su debut en cine se produjo en 1986 con Under the cherry moon,
curioso film musical dirigido y protagonizado por Prince, que arrasó
en los Razzie, e incluso supuso dos nominaciones para Kristin como
actriz de reparto y nueva estrella. Nunca los Razzie se equivocaron
tanto sobre las posibilidades de una gran actriz.
En efecto, Kristin tiene un rostro diferente, con su amplia sonrisa,
su aspecto sofisticado y una belleza no apabullante, características
que le han ayudado a componer papeles siempre interesantes. Además su
dominio del inglés y el francés le han permitido trabajar con
directores muy variados. En los primeros pasos de su carrera destacan Un puñado de polvo (1988), interesante adaptación de una novela de Evelyn Waugh, película muy “british”, y Fuerza mayor (1989), un film cuya trama recuerda a El expreso de medianoche.
Con Hugh Grant coincide casi de seguido en Lunas de Hiel (1992), dura película de Roman Polanski, y la exitosa comedia Cuatro bodas y un funeral (Mike Newell, 1994), que le dio un Bafta como mejor actriz de reparto. Philip Haas la dirige en la extraña y malsana Ángeles e insectos (1995), e interviene en la shakespereana Ricardo III (1995), versión de Richard Loncraine que imagina un Reino Unido fascista en el siglo XX.
La paciencia y tenacidad de Kristin actriz se vería recompensada con El paciente inglés
(1996), película que le supuso su única nominación al Oscar hasta la
fecha. Ella era Katharine Clifton, la mujer adúltera con el conde
Laszlo de Almásy (Ralph Fiennes), historia romántica que adaptaba una compleja novela de Michael Ondaatje.
Su prestigio estaba ya sólidamente cimentado, de modo que le llueven papeles interesantes. Trabaja con Robert Redford en El hombre que susurraba a los caballos (1998), está en la adaptación de W. Somerset Maugham El misterio de la villa (2000), y en la potente película coral de Robert Altman Gosford Park (2001). Se puede permitir así filmes de menor interés, alguna tal vez por amistad, como Alta sociedad (Chromofobia) (2005), donde la dirige Martha Fiennes, la hermana de Ralph Fiennes. Secretos de familia (2005) y El juego de los idiotas
(2006) son puros divertimentos, pero desde luego esto no significa que
Kristin se duerma en los laureles. La prueba la proporcionan No se lo digas a nadie (Guillaume Canet, 2007), inquietante thriller, y Hace mucho que te quiero (Philippe Claudel, 2008), la historia de dos hermanas, una recién salida de la cárcel con un oscuro secreto.
Papeles pequeños, papeles grandes, parece la divisa de la actriz, al
tiempo que cuida sus trabajos en los escenarios. De modo que la vemos
de secundaria en Las hermanas Bolena (2008) y Confesiones de una compradora compulsiva (2009), para luego asumir papeles más jugosos como el de tía de Elvis Presley en Nowhere Boy (2009), el de mujer insatisfecha en Partir (2009) –donde trabaja con el español Sergi López–,
y el de reportera que ahonda en secretos oscuros de la complicidad
francesa a través del gobierno de Vichy en el holocausto en La llave de Sarah (2010).
Otros films recientes son La pesca del salmón en Yemen (2011), Bel Ami (2012), En la casa (2012) o Sólo dios perdona (2013).
Ella es fantástica!! Fascinante como la califica Javi!!! La he admirado y adorado en muchísimas películas.
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