UNA MUJER SINGULAR
Hoy se cumplen 32 años del fallecimiento de Romy Schneider, actriz nacida en Austria durante la ocupación de la Alemania nazi. Nunca solicitó la ciudadania austriaca y mantuvo la nacionalidad alemana de su madre y también poseyó la nacionalidad francesa. Fue en Francia precisamente donde realizó sus trabajos más importantes y consiguió dos veces el premio César a la mejor actriz.
Perfil biográfico tomado (con algunas variaciones) de la página El Criticón:
De nombre auténtico Rosemarie Magdalena
Albach, nació el 23 de septiembre de 1938 en Viena, hija de
los actores Wolf Albach-Retty, austríaco, y Magda Schneider, alemana. Sus
padres se divorciaron cuando Romy todavía era una niña.
Logró la popularidad gracias a sus películas como Sissí y sus secuelas que, con el
co-protagonismo de Karlheinz Böhm, idealizaban el romance de Isabel de
Baviera con el emperador Francisco José I de Austria.
La primera fue Sissí (1955), film de Ernst Marischka en el que su
madre en la ficción era también su madre real, Magda Schneider. Más
tarde llegaron Sissí, Emperatriz (1956) y El destino de Sissí
(1957). Antes de convertirse en Sissí, Romy fue dirigida por Kurt Hoffman en la
comedia musical Sueños de circo (1954) y por el propio Marischka en Los jóvenes años de una reina (1954), en donde interpretó a la reina
inglesa Victoria, y en La panadera del Emperador (1955). A finales de los años 50 apareció al lado de Lilli Palmer en Corrupción en el internado (1958) e intervino junto a Alain Delon
en Amoríos (1958). Alain y Romy iniciaron una relación amorosa que
llevó a la actriz vienesa a fijar su residencia en Francia. Rompieron su
romance en 1963.
En esta década destacó en Boccaccio 70 (1961), película de episodios, con Romy dirigida por
Luchino Visconti, El proceso (1962), film de Orson Welles que adaptaba a Franz Kafka, el drama bélico Los vencedores
(1963) de Carl Foreman, El cardenal (1963) de Otto Preminger, con Tom Tryon en el papel principal, Préstame tu marido (1964) de David Swift, comedia con Jack Lemmon, ¿Qué tal Pussycat? (1965) de Clive Donner, otra comedia con Peter Sellers y Peter O’Toole o La piscina (1969), intriga criminal de Jacques Deray, que volvió a reunirla en la pantalla con Alain Delon.
Los títulos más importantes que Romy rodó en los años 70 fueron Las cosas de la vida (1970) de Claude Sautet con Michel Piccoli, Max y los chatarreros (1971), nuevo encuentro entre Sautet, Romy Schneider y Piccoli, Ella, yo y el otro
(1972), una vez más dirigida por Sautet pero con Yves Montad como
partenaire, Luis II de Baviera, el rey loco (1972), film de
Visconti protagonizado por Helmut Berger en el que Romy volvió, con un enfoque muy
diferente, a encarnar a Isabel de Baviera (Sissí), Anna Kauffman (1973) de Pierre Granier-Deferre, El trío infernal (1974) de Francis Girod, Lo importante es amar (1974) de Andrzej Zulawski, drama romántico que rodó junto a Fabio Testi y Jacques Dutronc, Inocentes con manos sucias (1975) de Claude Chabrol, El viejo fusil (1975) de Robert Enrico, intriga ambientada en la Segunda
Guerra Mundial con la presencia de Philippe Noiret, Una mujer en la ventana (1976) de Pierre Granier-Deferre, Una vida de mujer (1978), su quinto film con Claude Sautet, Una mujer singular (1979) de Costa-Gavras o La muerte en directo
(1979), mezcla de drama y ciencia-ficción con dirección de Bertrand
Tavernier.
Algunas de sus últimas películas fueron La banquera (1980) de Francis Girod, Fantasma de amor (1981) de Dino Risi o Testimonio de mujer (1982) de Jacques Rouffio, film
co-protagonizado por Michel Piccoli.
En el año 1966 Romy Schneider se casó con el actor y director teatral
Harry Meyen, de quien se divorció en 1975. La pareja tuvo un hijo en
1966 al que llamaron David, quien fallecería en 1981 al perforarse la
arteria femoral cuando quería subir una reja con puntas. Harry Meyen se
suicidó en el año 1979. Estas tragedias llevaron a Romy a un consumo
excesivo de alcohol y de somníferos.
En 1975 la actriz austríaca contrajo matrimonio con su secretario Daniel
Biasini, con quien rompió en 1981. En 1977 nació su hija Sarah Biasini.
Los excesos en fármacos y alcohol provocaron un fatal infarto cardíaco
que la llevó a la muerte el 29 de mayo de 1982. Tenía 43 años.
Más bella que talentosa actriz, supo no obstante marcar sus actuaciones con su personalidad
ResponderEliminarEsta reseña de Javi es otra de las que adoraré por siempre!!
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