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sábado, 17 de mayo de 2014

Jean Gabin (Paris, 17-5-1904 / Neuilly sur Seine, France, 15-11-1976): In memoriam

L'AIR DE PARIS

Tal día como hoy hace 110 años nació Jean Gabin, actor francés, probablemente el más popular de todos los tiempos en su país, con una filmografía que abarca casi cien títulos. En 1960 recogió la insignia de oficial de la Legión de Honor francesa y en 1987 le fue concedido un premio César de honor a título póstumo.

Semblanza de su figura (con añadidos) tomada de la página Biografías y Vidas:

Hijo de los artistas de variedades Joseph Gabin y Hélène Petit, trabajó como aprendiz en la empresa constructora Chapelle y como mecánico hasta que en 1920 entró a formar parte del Follies Bergère gracias a la amistad de su padre con el empresario Fréjol. En 1924 cumplió su servicio militar en la Marina.
A su regreso en 1926 trabajó en el teatro y en espectáculos de variedades hasta que fue contratado por la compañía Pathé-Natham con la que debutó en el cine interpretando versiones francesas de películas alemanas. María Chapdelaine (1934) de Julien Duvivier, fue su primera gran oportunidad en el cine y la primera de sus numerosas colaboraciones con el director. En sus siguientes obras, Gabin adquirió una notable popularidad con su encarnación de héroes románticos y de origen humilde en filmes como La bandera (1935) y La belle équipe (1936), ambas dirigidas por Duvivier, y Los bajos fondos (1936) de Jean Renoir.
Pepe le Moko (1937), también de Duvivier, fue sin ninguna duda su primer gran éxito internacional. En ella Gabin interpretó al personaje del título, un elegante ladrón que se esconde de la policía en la casbah de Argel, y vive una trágica historia de amor con una mujer de clase social superior. Pepe le Moko obtuvo un éxito sin precedentes en la historia del cine francés. Su director fue contratado por la industria estadounidense y la película causó una gran polémica que desembocó en su prohibición por el gobierno francés, que la acusó de desmoralizadora, en los primeros años de la Segunda Guerra Mundial. Al terminar la guerra, Pepe le Moko retornó como uno de los grandes clásicos del cine francés y generó un culto parecido al de Casablanca entre el público norteamericano.
Gabin dio vida en sus trabajos de finales de los treinta a una serie de antihéroes oscuros y desengañados. La gran ilusión (1937) de Jean Renoir, fue otra de las obras maestras en las que participó Gabin antes de la guerra y una de las más polémicas de su autor. En esta parábola pacifista y antimilitarista aclamada por personajes como Franklin D. Roosevelt, Louis Ferdinad Céline y Herman Goering, interpretó al teniente Marechal, un mecánico al que las circunstancias de la guerra convierten en prisionero de los nazis y héroe. La gran ilusión conquistó el Premio Especial del Jurado en el Festival de Venecia pese a ser vetada por Mussolini. La propia censura francesa cortó numerosas secuencias que no fueron vistas hasta veinte años después.
Gracias a su posición de estrella taquillera, el actor apoyó un proyecto arriesgado como El muelle de las brumas (1938) de Marcel Carné, que se convirtió en uno de los mejores ejemplos del llamado "realismo poético" francés. Escrita por Carné y su guionista habitual Jacques Prévert, Gabin dio vida a un desertor que se enamora de una idealista muchacha interpretada por Michèle Morgan. La bestia humana (1938) de Jean Renoir, marcó la transición de Gabin hacia papeles más oscuros. En esta adaptación de la novela de Emile Zola encarnó a un ferroviario que asesina a su mujer, interpretada por Simone Simon.
Dentro de este registro destacó su siguiente trabajo a las órdenes de Carné, Le jour se lève (1939), una de las grandes joyas de su director y del cine francés. Gabin interpretó otro de los clásicos antihéroes que forman su personalidad cinematográfica antes de la guerra; un hombre acorralado por la policía tras el asesinato del hombre que asedia a su amante. El guionista Prévert desarrolló toda su poética de la fatalidad en una cuidadosamente estructurada serie de flashbacks. Le jour se lève fue prohibida por el gobierno de Vichy, por haber contribuido al desastre de 1940, pero después de la guerra la película obtuvo un notable éxito y la RKO produjo una versión americana, Noche eterna (1947), de Anatole Litvak, con Henry Fonda en el papel de Gabin.
Convertido en la más famosa estrella del cine francés, Jean Gabin combatió en la Marina francesa durante los primeros años de la Segunda Guerra Mundial y en 1941 se exilió a los Estados Unidos, donde intervino en dos películas menores para la 20th Century Fox y mantuvo un sonado romance con Marlene Dietrich. Participó con las tropas de la Francia libre en el desembarco de Normandía y fue condecorado con la Croix de Guerre y la Medaille Militaire francesas.
Convertido en héroe de guerra, en 1946 regresó a las pantallas francesas y recuperó pronto su lugar de privilegio en el cine francés. Rodó títulos como Martin Roumagnac (1946) de George Lacombe, junto a su amada Dietrich, Au-delà des grilles (1949) de René Clément o La Marie du port (1950) de Marcel Carné. Con la madurez se separó del romanticismo trágico de sus obras maestras anteriores y evolucionó a papeles de hombre experimentado y de calma estoica. Fue galardonado con la Copa Volpi al mejor actor del Festival de Venecia por su interpretación de un vagabundo ciego en La nuit est mon royaume (1951) de Georges Lacombe. Intervino, asímismo, en uno de los episodios de El placer (1952) de Max Ophüls.
El punto de inflexión de su carrera tras la guerra fue sin duda Touchez pa au grisbi (1953), de Jacques Becker, uno de los grandes clásicos de su director y una influencia decisiva en la posterior série noire francesa, en el que interpretó a un gangster retirado que regresa a París para el golpe definitivo. Gracias a su poderosa interpretación en el filme de Becker y en El aire de París (1954), de Marcel Carné, Gabin consiguió su segundo galardón en el Festival de Venecia. También protagonizó otra de las grandes obras de Jean Renoir, French cancan (1954) y participó en otros films como Napoléon (1955) de Sacha Guitry o La travesía de París (1956) de Claude Autant-Lara.
El comisario Maigret (1957) de Jean Delannoy, fue la primera de una serie de películas en las que encarnó al detective creado por el escritor Georges Simenon hasta los primeros años sesenta. Fue Jean Valjean en Los miserables (1958) de Jean-Paul Le Chanois, al tiempo que interpretó algunos papeles más ligeros, como en sendas películas de Gilles Grangier, Arquímedes el vagabundo (1959), por la que fue galardonado en el Festival de Berlín, y Les vieux de la vieille (1960), en la que Gabin se enfrenta a dos cómicos consagrados como Bourvil y Louis De Funes.
En 1963 formó su propia productora junto Fernandel, Gafer Films. Durante los últimos años de su carrera, Gabin permaneció como uno de los actores más taquilleros de Francia y apareció regularmente como estrella invitada junto con las nuevas generaciones de artistas como Jean Paul Belmondo (Un singe en hiver, 1962) o Alain Delon (El clan de los sicilianos, 1969; Dos hombres en la ciudad, 1973). Entre sus últimos films destacados figuran El gato (1971), de Pierre Granier-Deferre, trabajo por el que de nuevo fue premiado en la Berlinale, y El veredicto (1974) de André Cayatte. Sin dejar de lado su actividad cinematográfica, se dedicó a la cría de caballos en sus propiedades de Normandía. Su última compañera hasta su final fue Dominique Fournier, con la que tuvo tres hijos. Falleció a los 72 años de un ataque al corazón siendo toda una institución nacional.


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