LIBERACE (West Allis, Wisconsin, US, 16-5-1919 / Palm Springs, California, 4-2-1987): IN MEMORIAM
Walter Liberace, también conocido como The Glitter Man o Mr. Showmanship, fue un famoso pianista y entertainer estadounidense, que alcanzó gran popularidad por mostrar su destreza al piano en cada vez más extravagantes performances, valiéndose de vestuario y escenografías del kitsch más delirante, consecuencia de su amor por los oropeles y el lujo más excéntrico y recargado. Con una larga carrera que abarcó casi cinco décadas y en la que recibió seis discos de oro, ganó una fortuna con sus actuaciones, sobre todo en Las Vegas y la televisión. Muchos críticos le reprocharon su forma de tocar, acusándole de banalizar a los clásicos. Liberace declaró: "Yo no doy conciertos, yo monto un espectáculo". Falleció de sida a los 67 años.
Fragmentos del artículo Liberace, el pianista 'kitsch' de elpais.com:
Wladziu Valentino Liberace –pronunciado Libératchi– nació el 16 de mayo
de 1913 en West Allis, Wisconsin, un barrio oscuro de Milwaukee. Su
progenitor, Salvatore, era un inmigrante italiano, su progenitora era de
origen polaco. Liberace es, como Elvis Presley y Salvador Dalí, el
único superviviente de una pareja de gemelos. Su padre también tocaba en
una banda, era un as de la tuba. Su madre, extremadamente protectora,
no lo abandonó jamás hasta su muerte en 1980. Wladziu se descubre muy
pronto como un niño prodigio, toma lecciones de piano con el famoso
compositor y virtuoso Ignacy Paderewski y desde muy joven comienza a dar
conciertos.
Su inclinación por la ropa estrafalaria tampoco se hizo esperar. En su
época de universitario, Lee –como le llamaban sus íntimos– fue objeto de
burla por gran parte de sus compañeros debido a su extravagancia. Su
debut como artista del exceso llegó en 1943, cuando firmó su primer
contrato de compromiso con la capital del juego. Tres años antes, en
1940, sobriamente enfundado en un traje clásico negro, actuaba bajo la
dirección del famoso director de orquesta, Hans Lange, en el Concierto para piano nº 2 de
Liszt en el Pabst Theatre de Milwaukee. De su severa formación clásica
mantuvo la disciplina y, por añadidura, una cierta rigidez que escondía
bajo sus trajes festivos.
El final de la Gran Guerra marcó un cambio de rumbo para Liberace, que
atravesó el desierto de Mojave para convertirse en una leyenda de Sunset
Strip –la parte de Sunset Boulevard que pasa por West Hollywood– con
actuaciones en las dos discotecas de moda de Hollywood: Le Ciro’s y
Mocambo. En 1950 llegó su consagración, cuando tocó para el presidente
Truman en la Casa Blanca. En 1954 lo hizo en el Madison Square Garden de
Nueva York. La superestrella kitsch de Estados Unidos aseguraba que su auténtica patria era Las Vegas y el hotel Riviera (famoso por la película Casino,
de Scorsese, y Showgirls, de Paul Verhoeven). Su caché en la época fue
de 50.000 dólares a la semana (unos 37.500 euros). La televisión le
servirá de apoyo y le permitirá enriquecerse aún más. No dudó en aceptar
colaboraciones bizarras como la de embajador de una compañía de pompas
fúnebres. La mayor dificultad que encontrará en su carrera, como muchos
de los artistas de la época, fue la necesidad de esconder sus
inclinaciones sexuales. El escándalo de Confidential le haría sufrir los estigmas de la homosexualidad en aquellos tiempos.
Poco después de que Liberace denunciase a la revista, su madre fue
agredida por dos hombres enmascarados en su casa de Sherman Oaks, una
vivienda estilo île de France, que contaba con una piscina en forma de
piano de cola. Fue saliendo a escena en el Moulin Rouge de París, el 19
de julio de 1957, donde se enteró de la terrible noticia. Mamá Liberace
se salvó gracias a que los aros de su sujetador le protegieron su pecho.
Y es que las elecciones amorosas del pianista no fueron muy perspicaces
y, con el paso del tiempo, los chantajes se multiplicaron. Su último
error en materia de hombres ha sido inmortalizado en la película de
Soderbergh: Behind the Candelabra. En ella se ve cómo el
villano seductor Scott Thorson acabó por envenenar la vida del artista
antes de que el sida se lo llevara en 1987. El filme, que se presentó en
la última edición del festival de Cannes, no encontró financiación para
estrenarse en las salas de cine. Fue el canal de televisión HBO el que
decidió estrenarla. Crítica y público se han rendido a la cinta –tuvo
más de 3,5 millones de espectadores el día de su estreno– y ha sido
nominada a 15 premios Emmy y ganado 3.
Paradójicamente, el museo Liberace en Paradise (Nevada) –dedicado a sus
capas de visón y a sus coches con aplicaciones doradas– cerró el 17 de
octubre de 2010. La crisis pudo con él y los últimos visitantes se
encargaron de expoliar sus tesoros.
Liberace: Apoteosis kitsch
Toda una figura!!!
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