ACTRIZ TODOTERRENO
La actriz estadounidense de origen británico Olivia de Havilland, ganadora, entre otros muchos premios, de dos Oscars y dos Globos de Oro y una de las más veteranas y admiradas de la era dorada hollywoodense, cumple hoy 98 años. Cultivó practicamente todos los géneros, saliendo airosa y dando cumplida cuenta de la amplitud de sus registros interpretativos.
Semblanza biográfica tomada (y ampliada) de la página El Criticón:
Su padre trabajaba como abogado y su madre era
actriz. En su niñez y tras el divorcio de sus progenitores, Olivia se
trasladó con su madre y su hermana Joan (Fontaine) al estado norteamericano de California. Mientras realizaba sus estudios comenzó a actuar en pequeñas
producciones universitarias de teatro. Max Reinhardt, el afamado
productor y director, se fijó en ella durante una representación teatral
de la conocida comedia de William Shakespeare "El sueño de una noche de
verano". Gracias a Reinhardt, Olivia se introdujo en el teatro profesional
interpretando la misma obra y, con posterioridad, en el mundo del cine,
debutando también con el citado trabajo del famoso dramaturgo inglés.
El sueño de una noche de verano (1935), su primer título importante, fue una película dirigida por Max Reinhardt y William Dieterle para la Warner Bros. Ese mismo año compartió protagonismo por primera vez con Errol Flynn en El Capitán Blood (1935), un título de aventuras realizado por Michael Curtiz. La pareja de intérpretes, tras el éxito comercial del film, pronto se
haría asidua en la gran pantalla, interviniendo juntos en un buen número
de estupendos títulos.
La segunda mitad de los años 30 y la década de los 40 fue la mejor etapa
profesional de Olivia de Havilland, ya que participó en películas como El caballero Adverse (1936) de Mervyn LeRoy, La carga de la brigada
ligera (1936), título en el que volvía a coincidir con el tándem
Curtiz/Flynn, The great Garrick (1937) de James Whale, Es amor lo que busco (1937), una comedia dirigida por Archie L. Mayo, o Robin de los
bosques (1938), su tercera colaboración con Michael Curtiz (ayudado en
la dirección por William Keighley) y Errol Flynn, una asociación que
continuaría con El hombre propone (1938), comedia alejada de sus antiguas
andanzas de época, y el apreciable western Dodge, ciudad sin ley
(1939).
El año 1939 quedó señalado para Olivia por su participación en la
superproducción de David O. Selznick Lo que el viento se llevó (1939),
película mítica que sería dirigida, entre otros (como George Cukor),
por Victor Fleming. Olivia fue nominada al Oscar como mejor actriz secundaria por su
actuación, pero no logró la estatuilla que fue a parar a manos de su
compañera de reparto Hattie McDaniel. Ese mismo año intervino en el estimable film La vida privada de Elizabeth y Essex (1939), título con Bette Davis, Errol Flynn y de nuevo Michael Curtiz en la dirección y en Caballero y ladrón (1939) de Sam Wood, junto a David Niven. La séptima colaboración con Flynn y Curtiz fue el western Camino de
Santa Fe (1940), en el que también intervenían Raymond Massey y Ronald Reagan. Este fue el comienzo de una década que le volvería a proporcionar nuevos éxitos artísticos.
Por la magnífica Si no amaneciera (1941) de Mitchell Leisen,
Olivia volvió a ser nominada al Oscar, aunque ahora en la categoría de
mejor actriz principal. Curiosamente la estatuilla se la arrebató su
hermana Joan Fontaine por su interpretación en la película de Alfred Hitchcock Sospecha. Tras títulos como La pelirroja (1941) de Raoul Walsh, Murieron con las
botas puestas (1941), su última película con Errol Flynn dirigida por Walsh, El macho (1942),
comedia romántica dirigida por Elliott Nugent o Como ella sola (1942), título de John Huston en el que
interpretaba a la hermana de Bette Davis, Olivia de Havilland
entabló un pleito judicial contra la Warner, ya que el poderoso estudio,
en represalia por los enfados y quejas de Olivia debido a los melifluos
personajes que la compañía le proporcionaba, le suspendió durante seis
meses sus apariciones cinematográficas. La actriz les demandó cuando la propia empresa al finalizar su largo
contrato de siete años la requirió para que prorrogase su trabajo en la
Warner durante el tiempo que había durado ese infructuoso periodo de 'castigo'. Los tribunales finalmente le dieron la razón a Olivia, fijando la
jurisprudencia que los contratos de los actores no podrían superar los
siete años de duración. Lo más lamentable de este largo pleito judicial había sido que en cerca
de tres años Olivia no pudo rodar ninguna nueva película.
Retornó al cine en 1946 con La vida íntima de Julia Norris (1946), una película de Mitchell Leisen por la que obtuvo
el Oscar a la mejor actriz. En ese año intervino también en Predilección (1946) de Curtis Bernhardt, donde encarnó a Charlotte Brontë, y A través del espejo (1946), un thriller
realizado por Robert Siodmak. Dos años después optó de nuevo al Oscar por su magnífica actuación en Nido de víboras (1948). Con La heredera (1949), película de William Wyler co-protagonizada por Montgomery Clift, Olivia consiguió de nuevo el famoso galardón cinematográfico. Este film casi puso punto y final a su regularidad en la pantalla
grande, ya que a partir de esa fecha retornó con asiduidad al teatro y
se involucró en el floreciente medio televisivo.
Mi prima Raquel (1952) de Henry Koster, La princesa de Eboli (1955) de Terence Young, No serás un extraño (1955) de Stanley Kramer, La hija del embajador (1956) de Norman Krasna, El rebelde
orgulloso (1958), en la que fue dirigida de nuevo por Michael Curtiz, La noche es mi enemiga (1959) de Anthony Asquith, Luz en la
ciudad (1962) de Guy Green y Canción de cuna para un cadáver (1964) son los
títulos más interesantes del último periodo de su carrera. Después de El quinto mosquetero (1979) de Ken Annakin abandonó definitivamente la gran pantalla.
Olivia de Havilland se casó en dos ocasiones. La primera en 1946 con el
novelista Marcus Goodrich, con quien tuvo dos hijos y del que se divorció en 1953, y la segunda con
el escritor y editor francés Pierre Galante, con quien contrajo
matrimonio en 1955 y del que se divorció en 1979. Desde 1960 la actriz reside en París.
En 2008 el Presidente George W. Bush le entregó la Medalla Nacional de las Artes y en 2010 fue nombrada por el Presidente Nicolas Sarkozy Caballero de la Legión de Honor francesa.
POSDATA
Olivia de Havilland falleció por causas naturales mientras dormía en su residencia en París el 26 de julio de 2020 a los 104 años de edad.
Tremenda reseña! Digna de Olivia!!
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