MÁS QUE UN PINTOR DE BAILARINAS
"Me llaman 'el pintor de las bailarinas', pero lo que yo realmente quiero captar es el movimiento". Así decía el pintor y escultor francés Edgar Degas (Paris, 19-7-1834 / París, 27-9-1917), de cuyo nacimiento hoy se cumplen 180 años, mayormente conocido por sus sutiles y bellas escenas al pastel sobre el mundo del ballet. Fotógrafo aficionado y admirador de los maestros del renacimiento italiano, el arte japonés, Ingres o Delacroix, así como de sus contemporáneos Cézanne, Gauguin o Van Gogh, es uno de los impresionistas fundamentales. Al contrario que la mayoría de éstos, prefirió trabajar en su taller que al aire libre, la luz artificial a la natural y la línea al color. En su muy abundante producción, además de sus series de cuadros sobre bailarinas o caballos, también representó escenas cotidianas y desnudos femeninos.
Reseña biográfica procedente de la página Fundación Canal:
Hilaire-Germain-Edgar de Gas nació en 1834 en París. Era el
primogénito de una próspera familia de banqueros radicada entre Nápoles y
Paris. Su padre tenía una afición por la cultura y una sensibilidad
ante lo artístico que resultó fundamental en la etapa de formación de
Degas. Pese a ello instó a su hijo a estudiar Derecho, aunque éste
pronto abandonó los estudios para dedicarse a la pintura.
En 1854 ingresó École des Beaux-Arts de Paris como alumno de
pintura y escultura de Louis Lamothe, donde adquirió una sólida
formación académica y donde tomó a Ingres como su mayor referente,
vínculo que mantuvo a lo largo de toda su trayectoria artística. A pesar
de su dedicación temprana al arte, expone por primera vez con treinta
años.
Fue uno de los fundadores del Impresionismo junto con Monet,
Pissarro, Renoir, Sisley, Cézanne y otros. Su estilo se desmarca de los
impresionistas más ortodoxos en varios aspectos, fundamentalmente en su
preferencia por los temas urbanos y de interior en lugar de la pasión
por la pintura de exterior. Le interesaba representar la vida moderna,
centrándose en el ser humano y especialmente en la mujer. No obstante,
compartía con los impresionistas el interés por la captación del
movimiento lo que le llevó a obsesionarse con temas como las bailarinas o
las carreras de caballos.
Degas, un experimentador audaz, aportó una original invención
compositiva e iconográfica que otorgó a su pintura una nueva visión del
mundo y eliminó el encuadre tradicional, sustituyéndolo por una
composición descentrada dominada por las nuevas leyes de la
instantaneidad. Este tipo de composición fue resultado de su constante
experimentación, entre otros, con el grabado y la fotografía. Degas se implicó, de hecho, en lo humano mucho más que
cualquiera de sus colegas. Cultivó intensamente la observación del
comportamiento humano y se preocupó hondamente por el ser humano como
tal y no como un objeto de interés puramente sensual u óptico.
Degas fue coleccionista de su propia obra y de la de otros, con
la idea de que sus obras pudieran exponerse públicamente en un museo
personal, aunque jamás fue así. En 1917 murió a sus ochenta y tres años, con la visión
gravemente deteriorada y amando el dibujo sobre todas las cosas. Degas
dejó claro a su amigo Louis Forain que no quería ningún responso: “Si
tiene que haber uno, tú, Forain, te levantas y dices: ‘Amó enormemente
el dibujo. Igual que yo’. Y después te vas a casa”.
Edgar Degas, Autoportrait, 1863 |
Este vídeo es absolutamente sensacional y con ese acompañamiento musical (Tchaikovsky, Adagio, 2do.Acto de El Lago) es delirante!!
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