EFICACIA EN TODOS LOS GÉNEROS
Centenario del nacimiento del actor estadounidense Richard Widmark. Su significación en el Hollywood clásico comenzó desde su primer papel, el gángster Tommy Udo, personaje que encarnó en su largometraje debut, el film de cine negro El beso de la muerte. A partir de ahí el actor fue construyendo una larga y sólida carrera que abarca más de 60 películas, destacando principalmente en el cine de género: noir, western, aventuras, bélico, etc. Trabajó con importantes directores como Henry Hathaway, William Wellman, Elia Kazan, Joseph L. Mankiewicz, Richard Brooks, Edward Dmytryk, Vincente Minnelli, Otto Preminger, John Ford o Don Siegel, dejando a la posteridad varios títulos clásicos.
Reseña biográfica a partir de la página El Criticón:
Richard Widmark creció en Princeton, Illinois. A causa de la
profesión de su padre, agente comercial, la familia residió
en diferentes poblaciones durante la infancia y adolescencia de Richard, quien de joven asistió a la Universidad Lake Forest para iniciar estudios de Derecho. Aburrido con las clases de leyes, descubrió su verdadera vocación
profesional en la actuación, lo que le llevó a matricularse en la
escuela de interpretación de la misma Universidad. A finales de los años 30 Richard concluyó sus estudios, logrando trabajo
como actor en seriales radiofónicos. En 1942 Widmark contrajo matrimonio con la actriz y guionista
Jean Hazlewood, con la que permanería casado durante 55 años, ya que en
1997 Jean falleció dejándole viudo. La pareja tuvo una hija, Anne Heath. Debido a una perforación de tímpano fue declarado incapacitado para el servicio militar durante la II Guerra Mundial. En 1943 y gracias a su talento, logró
debutar en Broadway con la obra “Kiss and tell”. Sus magníficas interpretaciones en la escena neoyorquina fueron vistas
por el director Henry Hathaway, quien le hizo estrenarse en la pantalla
grande con la citada El beso de la muerte (1947), película que incluía
la famosa escena en la que un desquiciado Widmark tiraba por las
escaleras a una anciana paralítica. Por este papel Widmark fue nominado al Oscar como mejor actor secundario, convirtiéndose en una celebridad de la noche a la mañana.
Fichado por 20th Century Fox con un contrato de siete años, el período más prolífico de Widmark como actor cinematográfico
transcurrió entre finales de los años 40 y toda la década siguiente,
siendo sus mejores títulos La calle sin nombre, noir de William Keighley, El parador del camino (1948),
melodrama de Jean Negulesco con triángulo entre Widmark, Ida Lupino y Cornel Wilde, el western Cielo amarillo (1948) de William Wellman, con Gregory Peck y Anne Baxter, El demonio del mar (1949), film de aventuras marinas de Henry Hathaway, Furia del trópico (1949) de André De Toth, con Linda Darnell y Veronica Lake, La noche y la ciudad (1950), noir de Jules Dassin con Gene Tierney, Pánico en las calles (1951), vibrante thriller de Elia Kazan, Un rayo de luz (1950) de Joseph L. Mankiewicz, thriller con Linda Darnell donde debutó Sidney Poitier, Situación desesperada (1951) film bélico de Lewis Milestone, Luchas submarinas (1951), otro bélico de Lloyd Bacon, Niebla en el alma (1952) de Roy Ward Baker, thriller con Marilyn Monroe, Manos peligrosas (1953) de Samuel Fuller,
absorbente noir con Jean Peters y Thelma Ritter, Hombres de infantería (1953) de Richard Brooks, bélico ambientado en la guerra de Corea, El diablo de las aguas turbias (1954) de Samuel Fuller, drama sobre la guerra fría, El jardín del diablo (1954) de
Henry Hathaway, western con Gary Cooper y Susan Hayward, Lanza rota (1954) de Edward Dmytryk, western clásico con Spencer Tracy, Robert Wagner y Jean Peters, La tela de araña (1955) de Vincente Minnelli, drama psicológico con Lauren Bacall, Charles Boyer, Gloria Grahame y Lillian Gish, El sexto fugitivo (1956) de John Sturges, western con Donna Reed, La ley del talión (1956), western de Delmer Daves en el que interpretaba a un
blanco criado entre indios, Santa Juana (1957) de Otto Preminger,
biopic sobre Juana de Arco según la obra de Bernard Shaw, con Jean Seberg, Labios sellados (1957), drama judicial de Karl Malden, Desafío en la ciudad muerta (1958), western de John Sturges con Robert Taylor, Mi marido se divierte (1958), comedia dirigida por Gene Kelly y coprotagonizada por Doris Day o El hombre de las pistolas de oro (1959) de Edward Dmytryk, western con Henry Fonda, Anthony Quinn y Dorothy Malone.
En los años 60 protagonizó algunos de sus títulos más conocidos, como El Álamo (1960) de John Wayne,
Dos cabalgan juntos
(1961) de John Ford, western con James Stewart y Shirley Jones, Vencedores o vencidos (1961) de Stanley Kramer, aclamado drama judicial con Spencer Tracy, Burt Lancaster, Marlene Dietrich, Maximilian Schell, Judy Garland y Montgomery Clift, La conquista del Oeste (1962), mega-western multiestelar en Cinerama con cinco episodios (Widmark intervino en el cuarto, dirigido por George Marshall), Los invasores (1963) de Jack Cardiff, cinta de aventuras con Sidney Poitier, El gran combate (1964), otro western multiestelar de John Ford, Alvarez Kelly (1966) de Edward Dmytryk, western con William Holden, Camino de Oregón (1967) de Andrew V. McLaglen, western con Kirk Douglas y Robert Mitchum, o Brigada homicida (1968) de Don Siegel, thriller con Henry Fonda. Con su personaje en esta última película, el detective Madigan, Richard triunfó en la pequeña pantalla durante los años 70.
En adelante alternó trabajos televisivos con películas como Asesinato en el Orient Express (1974), adaptación de
Agatha Christie dirigida por Sidney Lumet, Alerta misiles (1977) de Robert Aldrich, con Burt Lancaster, Montaña rusa (1977) de James Goldstone, Coma (1978), thriller
dirigido por el conocido escritor Michael Chrichton o El enjambre (1978) de Irwin Allen. Su última aparición en la gran pantalla se produjo en El color de la ambición (1991) de Herbert Ross.
Después de superar la pérdida de su esposa Jean Hazlewood, volvió a contraer
matrimonio (a los 84 años) en 1999 con Susan Blanchard, actriz ex esposa de Henry Fonda. Retirado en 2001, Richard Widmark falleció en su casa tras una larga enfermedad. Contaba 93 años.
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