ENFANT DU PARADISE TOUJOURS
Hoy es aniversario natal del actor francés Pierre Brasseur, uno de los mejores actores de la historia del cine y el teatro en Francia. Si para definirle hubiera que elegir uno sólo de sus roles, sería sin duda el de Frédérick Lemaître en Los niños del paraíso, la cima de su carrera: Encarnando al célebre actor romántico pudo desplegar todo su talento, dando rienda suelta a su exuberancia y explotando intensamente la doble dimensión lúdica que el personaje ofrecía. La vena burlona forma parte de la mayoría de los personajes de Brasseur, de quien se podría decir que jamás se tomó en serio a sí mismo.
Pierre-Albert Espinasse, descendiente de una dinastía de comediantes, adoptó como nombre artístico el apellido de su madre, Germaine Brasseur. Tras estudiar en el Conservatorio, Pierre debutó en la escena a la edad de 18 años con un repertorio vodevilesco. Un año después llegó al cine, interpretando a lo largo de su carrera unas 80 películas, la primera de ellas La fille de l'eau (1924) de Jean Renoir. Entre las de su etapa inicial consiguieron cierta reputación ¡Fuego! (1927) de Jacques de Baroncelli, La chanson d'une nuit (1932) de Anatole Litvak, El sexo débil (1933) de Robert Siodmak, Un oiseau rare (1935) de Richard Pottier o Le schpountz (1937) de Marcel Pagnol. Con el drama criminal El muelle de las brumas (1938) de Marcel Carné, donde tuvo su primer gran papel, consiguió la popularidad. En la comedia dramática Lumière d'été (1943) de Jean Grémillon interpretó a un pintor loco y también destacó por su extravagancia matizada por la tragedia en la burlesca Adieu Léonard (1943) de Pierre Prévert.
No obstante, su consagración como monstruo sagrado del cine francés llegó con la superproducción Los niños del paraíso (1945) de Marcel Carné, obra cumbre de la cinematografía gala, realizada durante la ocupación alemana a partir de un gran guión de Jacques Prévert y con espectaculares decorados de Alexandre Trauner, contando con un reparto soberbio, en el que la fuierza e inspiración de la interpretación de Brasseur brillan con luz propia. El film tuvo un éxito enorme tras su estreno el 9 de marzo de 1945 en un París recién liberado, con cerca de cinco millones de espectadores en Francia. Desde 1995 los críticos en su país lo han catalogado como el mejor de todos los tiempos.
Brasseur prosiguió su carrera con otros títulos interesantes como Las puertas de la noche (1946) de Marcel Carné, Rocambole (1948) de Jacques de Baroncelli, Les amants de Vérone (1948) de André Cayatte, Pasión prohibida (1949) de Roland-Bernard, Maître après Dieu (1950) de Louis Daquin, Barba Azul (1951) de Christian-Jaque, El placer (1952) de Max Ophüls, Napoleón (1955) de Sacha Guitry, Puerta de las lilas (1957) de René Clair, La ley (1959) de Jules Dassin, La cabeza contra la pared (1959) de Georges Franju, Los ojos sin rostro (1960) de Georges Franju, Diálogos de carmelitas (1960) de Philippe Agostini y Raymond Leopold Bruckberger, El bello Antonio (1960) de Mauro Bolognini, Focos sobre el asesino (1961) de Georges Franju, El cabo atrapado (1962) de Jean Renoir, Coartada para un crimen (1963) de Christian-Jaque, El triángulo del crimen (1964) de Pierre Kast, Liolà (1964) de Alessandro Blasetti, Las alimañas (1965) de Pierre Granier-Deferre, Esposa ingenua (1966) de Jean-Paul Rappeneau, Rey de corazones (1966) de Philippe de Broca, Goto, isla del amor (1969) de Walerian Borowczyk, Gracias y desgracias de un casado del año II (1971) de Jean-Paul Rappeneau y La più bella serata della mia vita (1972) de Ettore Scola, su última película. Adquiriendo con la edad corpulencia y fuerza, en la última etapa de su carrera se vió encasillado en papeles de villano o personajes siniestros.
Asímismo Brasseur permaneció fiel al teatro toda su vida, llegando a escribir, dirigir y protagonizar obras como Un ange passe (1940). Sobre las tablas representó obras de autores contemporáneos franceses como Albert Camus (Estado de sitio, 1948), Jean Paul Sartre (El diablo y el buen Dios, 1951; Kean, 1953), Jean Anouilh (Ornifle, 1955) o Henry de Montherlant (Don Juan, 1958) y extranjeros como Bernard Shaw (Don Juan en los infiernos, 1965) o Harold Pinter (Retorno al hogar, 1966).
Pierre Brasseur estuvo casado con la actriz Odette Joyeux (1935-1945), con quien tuvo un hijo, el también conocido actor Claude Brasseur, y con la pianista Lina Magrini (1947-1961). La compañera de sus últimos años fue la cantante Catherine Sauvage. En 1966 fue condecorado como Caballero de la Legión de Honor y en 1967 con la Orden de las Artes y las Letras. Murió a los 66 años de un ataque al corazón mientras rodaba en Italia su última película.
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