DEL ATLETISMO AL CINE
Hoy es aniversario natal del actor estadounidense Woody Strode. Atleta multidisciplinar de físico rotundo, muy alto, musculoso y fuerte, accedió al cine después de haber sido jugador de fútbol americano y mientras se dedicaba a la lucha libre profesional. Su amigo John Ford le ofreció su primera gran oportunidad en El sargento negro (1960), a la que inmediatamente siguió su papel de gladiador en Espartaco (1960) de Stanley Kubrick, su film más recordado. En su copiosa filmografía hay varios títulos clásicos pero también muchos subproductos, la mayoría de ellos rodados en Italia. Con su rostro adusto y poco expresivo, la cabeza casi siempre rapada y una imponente figura, desempeñó roles de reparto sobre todo en westerns y películas de acción, prolongando su carrera hasta los 80 años.
Woodrow Wilson Woolwine Strode nació en el seno de una familia afroamericana procedente de New Orleans con ascendencias de varias tribus indias. En la Universidad de UCLA destacó en la práctica del atletismo y fútbol americano, formando parte allá por 1939 del equipo más integrador de la nación. Entretanto se hizo semi-profesional de la liga de la Costa del Pacífico de fútbol americano, comenzó a profesionalizarse en lucha libre y a aparecer como figurante en películas de Hollywood. Durante la Segunda Guerra Mundial sirvió en las fuerzas aéreas de su país como bombardero en islas del Pacífico Sur. Tras la contienda jugó profesionalmente en la liga nacional (rompiendo la barrera racial) con un equipo de Los Angeles y en 1949 continuó en la lucha libre (actividad que desarrollaría hasta 1962) mientras a la vez seguía apareciendo sin acreditar en diversas películas. En Androcles y el león (1952) de Chester Erskine, adaptación de la obra de George Bernard Shaw ambientada en la Antigua Roma de la que fueron protagonistas
Jean Simmons y
Victor Mature, interpretó al león, y en Los diez mandamientos (1956) de Cecil B. DeMille, drama bíblico con reparto encabezado por Charlton Heston y
Yul Brynner, encarnó al Rey de Etiopía.
Más adelante su presencia como actor secundario en la pantalla se hizo más habitual en títulos como Tarzán lucha por su vida (1958) de H. Bruce Humberstone, film de aventuras con
Gordon Scott, Los bucaneros (1958) de Anthony Quinn, film de aventuras marinas con Yul Brynner,
Claire Bloom, Charles Boyer y
Charlton Heston, La cima de los héroes (1959) de Lewis Milestone, film bélico protagonizado por
Gregory Peck, El último viaje (1960) de Andrew L. Stone, drama de aventuras marinas con
Robert Stack,
Dorothy Malone,
George Sanders y
Edmond O'Brien, El sargento negro (1960) de John Ford, mezcla de western y drama judicial con
Jeffrey Hunter,
Constance Towers y
Billie Burke, film en el que con semblante digno e impasible Strode desempeñó su papel más extenso e interesante: el sargento Rutledge, injustamente acusado de la violación y el asesinato de una joven blanca, o Espartaco (1960) de Stanley Kubrick, drama épico-histórico ambientado en la Antigua Roma, con
Kirk Douglas,
Laurence Olivier, Jean Simmons, Charles Laughton,
Peter Ustinov,
John Gavin y Tony Curtis, donde personificó al gladiador Draba, quien tras luchar y vencer en un espectáculo al también esclavo Espartaco, se niega a matarlo, lo que deriva en su propia muerte y en la revuelta de los esclavos liderados por el insurgente tracio. Este fue el film de mayor presupuesto que interpretó y por el que más se le recuerda.
La década de los 60 prosiguió como la mejor etapa de su carrera y, ya convertido en un rostro reconocible por el público, pudo ser visto en Misión en la jungla (1961) de Gordon Douglas, drama con
Angie Dickinson,
Peter Finch y
Roger Moore, Dos cabalgan juntos (1961) de John Ford, western con
James Stewart,
Richard Widmark y
Shirley Jones, El hombre que mató a Liberty Valance (1962) de John Ford, excelente western con
James Stewart y John Wayne, Los tres desafíos de Tarzán (1963) de Robert Day, film de aventuras con Jock Mahoney, Genghis Khan (1965) de Henry Levin, film histórico de aventuras con
Omar Sharif, Stephen Boyd,
James Mason y
Eli Wallach, Siete mujeres (1966) de John Ford, drama ubicado en la China rural de 1935, con
Anne Bancroft,
Sue Lyon y
Margaret Leighton, o Los profesionales (1966) de Richard Brooks, western con Burt Lancaster,
Lee Marvin,
Robert Ryan,
Jack Palance,
Ralph Bellamy y
Claudia Cardinale. A partir de entonces alternó rodajes en América y Europa: Estarás sentado a la derecha (1968) de Valerio Zurlini, drama que protagonizó en Italia junto a
Franco Citti y
Jean Servais, Shalako (1968) de Edward Dmytryk, western rodado en España con
Sean Connery,
Brigitte Bardot,
Stephen Boyd,
Jack Hawkins y
Peter van Eyck, Hasta que llegó su hora (1968) de Sergio Leone, spaghetti western con Henry Fonda, Claudia Cardinale, Jason Robards y Charles Bronson, Che! (1969) de Richard Fleischer, reconstrucción de la relación mantenida por Che Guevara y Fidel Castro, con
Omar Sharif y
Jack Palance, o La colina de las botas (1969) de Giuseppe Colizzi, spaghetti western con Terence Hill y
Bud Spencer.
En los años 70 continuó siendo solicitado (principalmente por el cine italiano), pero en películas de menor calidad en general, entre ellas: Puerta abierta al infierno (1970) de Enzo Barboni, spaghetti western con
Leonard Mann, La quebrada del diablo (1971) de Burt Kennedy, spaghetti western con
Bekim Fehmiu,
Richard Crenna y John Huston, A través del desierto (1971) de Robert Gordon, western con
Guy Stockwell, Escipión el africano (1971) de Luigi Magni, sátira en clave de comedia comparativa de la antigua Roma y la moderna, con
Marcello Mastroianni,
Silvana Mangano y
Vittorio Gassman, El último rebelde (1971) de Denys McCoy, western con
Joe Namath, Los vengadores (1972) de Daniel Mann, western con
William Holden,
Ernest Borgnine y Susan Hayward, Nuestro hombre de Milán (1972) de Fernando Di Leo, drama criminal con
Mario Adorf,
Henry Silva y
Adolfo Celi, La espía se desnuda (1975) de Fernando Di Leo, thriller erótico con Ursula Andress, Nosotros no somos ángeles