ACTOR REGIO
Hoy es aniversario natal del insigne actor inglés John Gielgud. Con una prolífica y dilatadísima carrera en teatro, cine y televisión que abarcó ocho décadas, hay críticos que lo consideran 'el mejor actor del siglo XX'. Junto con Laurence Olivier y Ralph Richardson formó la trilogía de grandes figuras que dominaron la escena británica durante la mayor parte del tiempo que les tocó vivir. Prestigioso y cotizado intérprete de obras de Shakespeare desde joven, cuando ya rondando la cincuentena se abrió paso como actor cinematográfico, su físico, porte y experiencia lo convirtieron en el actor ideal para interpretar
papeles revestidos de dignidad y autoridad. Así pudo convertirse
sucesivamente en Papa, Cardenal, Rector de Universidad, Director de hospital, Gobernador de la India, etc. Entre otros muchos galardones fue ganador de tres Premios Tony, tres BAFTA, un Grammy, un Emmy, dos Globos de Oro y un Oscar. En 1953 fue nombrado Caballero con el título de Sir y también fue distinguido con la Legión de Honor francesa (1960) y la Orden del Mérito británica (1996).
Hijo de un corredor de bolsa, sus pasos pronto se orientaron al mundo de
la interpretación. Ganador de una beca, cursó sus estudios en la Real
Academia de Londres de Arte Dramático. Debutó en 1921 con la obra
"Enrique V", de William Shakespeare.
Sus interpretaciones hicieron las delicias de una crítica exigente. En
poco tiempo se vió alzado a los lugares más altos de la escena
británica. "El Rey Lear" "Como gustéis", "La comedia de los errores", "Romeo y Julieta"... son sólo algunas de las obras de Shakespeare que Gielgud recreó
magistralmente en teatro. Destaca su interpretación en "Hamlet" (1929-30), obra que llegó a
representar en más de 500 ocasiones.
Como tantos otros actores ilustres procedentes de la escena,
Gielgud se atrevió a dar el paso al mundo del cine. Su primera
aparición en una película data de 1924. Años más tarde
protagonizó Agente secreto (1936) bajo la dirección de Alfred Hitchcock.
El resultado no pudo ser más desalentador; entre director y actor no
hubo química y la interpretación de Gielgud resultaba envarada y
artificial. Permaneció entonces alejado de las cámaras, y durante diecisiete años sólo intervino en una película: Primer Ministro (1941) de Thorold Dickinson, en la que encarnaba al político Benjamin Disraeli. Bajo la dirección de Joseph L. Mankiewicz regresó al mundo del celuloide e hizo su debut en Hollywood con el
papel de Casio en Julio César (1953), una adaptación cinematográfica de la obra de Shakespeare, con un sólido reparto que incluía a Marlon Brando, James Mason, Louis Calhern, Edmond O'Brien, Greer Garson y Deborah Kerr, por la que ganó su primer BAFTA. Luego participó en otras adaptaciones de Shakespeare como Romeo y Julieta (1954) de Renato Castellani o Ricardo III (1955) de Laurence Olivier, interpretó al mayordomo harto de las extravagancias de su jefe David Niven en La vuelta al mundo en 80 días (1956) de Michael Anderson, e intervino asímismo en Santa Juana (1957) de Otto Preminger, traslación a la pantalla de la obra de George Bernard Shaw, y en Las vírgenes de Wimpole Street (1957) de Sidney Franklin, donde era el tiránico padre de la poetisa Elizabeth Barrett encarnada por Jennifer Jones.
Su intensa y celebrada actividad escénica le mantuvo de nuevo apartado del cine hasta que le fueron ofrecidos dos papeles regios: el rey Luis VII de Francia en Becket (1964), drama histórico según la obra homónima de Jean Anouilh, protagonizado por Richard Burton y Peter O'Toole, que supuso a Gielgud su primera nominación al Oscar como secundario, y el rey Enrique IV de Inglaterra en Campanadas a medianoche (1966) de Orson Welles, donde da vida a un atormentado monarca, que duda de la dignidad de su hijo para sucederle en el trono. Entre ambos títulos participó en la comedia negra Los seres queridos (1965) de Tony Richardson, basada en una novela de Evelyn Waugh. Gielgud se había convertido en el mundo del cine en un secundario de lujo; su
rostro y nombre en los títulos de crédito contribuían a dar lustre a los
proyectos en que intervenía: La última carga (1968) de Tony Richardson, Las sandalias del pescador (1968) de Michael Anderson, ¡Oh, qué guerra tan bonita! (1969) de Richard Attenborough, El asesinato de Julio César (1971) de Stuart Burge, Horizontes perdidos (1973) de Charles Jarrott, Galileo Galilei (1974) de Joseph Losey, Asesinato en el Orient Express (1974) de Sidney Lumet, por la que recibió un BAFTA como secundario, Ases del cielo (1976) de Jack Gold, Joseph Andrews (1977) de Tony Richardson, Providence (1977) de Alain Resnais, Retrato del artista adolescente (1977) de Joseph Strick, El factor humano (1979) de Otto Preminger, Asesinato por decreto (1979) de Bob Clark, El director de orquesta (1980) de Andrzej Wajda, El hombre elefante (1980) de David Lynch, Carros de fuego (1981) de Hugh Hudson, o El León del desierto (1981) de
Moustapha Akkad. Por su interpretación del eficiente mayordomo de Dudley Moore en Arthur, el soltero de oro (1981) de Steve Gordon ganó el Globo de Oro y el Oscar al mejor actor secundario.
De su posterior filmografía cabe destacar: Gandhi (1982) de Richard Attenborough, Escarlata y negro (1983) de Jerry London, La cacería (1985) de Alan Bridges, Plenty (1985) de Fred Schepisi, La sombra del delator (1986) de Simon Langton, Cita con la muerte (1988) de Michael Winner, Arthur 2: On the rocks (1988) de Bud Yorkin, Los libros de Próspero (1991) de Peter Greenaway, Resplandor en la oscuridad (1992) de David Seltzer, La fuerza de uno (1992) de John G. Avildsen, El primer caballero (1995) de Jerry Zucker, Shine (1996) de Scott Hicks, Retrato de una dama (1996) de Jane Campion, Hamlet (1996) de Kenneth Branagh y Elizabeth (1998) de Shekhar Kapur.
En su también muy destacada trayectoria en televisión figuran trabajos dramáticos como "La version Browning" (1959), "El jardín de los cerezos" (1962), "Alicia en el país de las maravillas" (1966), "Hamlet" (1970), "Frankenstein: Su verdadera historia" (1973), "El retrato de Dorian Gray" (1976), o series como "Retorno a Brideshead" (1981), "Wagner" (1983), "El señor de Ballantree" (1984) o "Marco Polo" (1986).
Pero, sin duda, donde John Gielgud ofreció las mejores muestras de su talento fue sobre los escenarios, donde a partir de los años 30 se convirtió en primerísima figura del teatro británico, interpretando incansable una obra tras otra y asumiendo asímismo tareas de dirección en una extensísima e inigualable sucesión de producciones de gran categoría tanto en Londres como en Broadway. Ganó el premio Tony en 1948, 1959 y 1961.
Homosexual habitualmente discreto, pocos meses después de su nombramiento como Caballero en 1953, Gielgud vivió la paradoja de ser arrestado en unos urinarios públicos de Chelsea, en una época donde persistía una represiva y homofóbica legislación victoriana. El hecho saltó a los periódicos y el actor temió seriamente por su carrera, atravesando una crisis depresiva que le mantuvo apartado por un tiempo de su actividad profesional (entre 1953 y 1955 se concentró en dirigir y no apareció en escena). El apoyo de sus compañeros le animó a seguir. Gielgud nunca habló publicamente del incidente y la prensa lo archivó pronto. En 1962 conoció a Martin Hensler, un diseñador de interiores exilado de Hungría, con quien entabló una duradera relación hasta la muerte de éste en 1999. Muy afectado por su pérdida, Gielgud cayó en rápido declive físico y psicológico, falleciendo al año siguiente en la casa que ambos habían compartido. Contaba 96 años.
Por supuesto!!! Apreciadísimo!! En Becket, fenomenal!!
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