EL TALENTO ENCASILLADO
Hoy es aniversario natal del actor estadounidense Anthony Perkins. Estigmatizado por el papel de Norman Bates que representó en Psicosis, la obra maestra de Alfred Hitchcock, prosiguió su filmografía marcado por las
características psicológicas de su famoso personaje, aunque su carrera
contiene un recorrido mucho más extenso y ofrece otro tipo de caracteres
antes y después de su hito interpretativo.
Al ser hijo de un actor llamado Osgood Perkins (que falleció cuando su
hijo tenía sólo 5 años), la afición interpretativa del joven neoyorquino no tardó en aflorar, apareciendo en el teatro de Broadway y
en la pequeña pantalla desde su temprana adolescencia. En el cine logró debutar en la película La actriz (1953) dirigida por George Cukor y protagonizada por Jean Simmons y Spencer Tracy.
Durante toda la segunda parte de la década de los 50, Perkins continuó
su carrera confiriendo a sus personajes rasgos neuróticos y extraños que
culminaron con su interpretación en la referida película del maestro
Hitchcock. Sus títulos en esta primera etapa fueron: La gran prueba (1956) de William Wyler, drama rural con el protagonismo de Gary Cooper en el que la actuación de Perkins llamó poderosamente la atención, al punto de otorgársele un Globo de Oro como nueva estrella del año y recibir una nominación al Oscar en la categoría de mejor actor secundario, El precio del éxito (1957) de Robert Mulligan, drama psicológico donde era hijo de Karl Malden; los westerns Cazador de forajidos (1957) de
Anthony Mann, con Henry Fonda y El hombre solitario (1957) de Henry Levin, con Jack Palance; el drama Tiempos de ira (1958) de René Clément, con Silvana Mangano; la adaptación de la obra teatral de Eugene O'Neill Deseo bajo los olmos (1958) de Delbert Mann, con Sophia Loren y Burl Ives; la comedia La casamentera (1958) de Joseph
Anthony, con Shirley Booth y Shirley MacLaine; la aventura romántica Mansiones verdes
(1959), un film de Mel Ferrer que coprotagonizaba la esposa del director, Audrey Hepburn; y el drama post-apocalíptico La hora final (1959) de Stanley Kramer, formando parte de un sólido reparto que incluía a Gregory Peck, Ava Gardner y Fred Astaire.
Perkins comenzó la década de los 60 emparejado a Jane Fonda en la comedia romántica Me casaré contigo (1960) de Joshua Logan, a la que siguió su impactante actuación en el thriller psicológico de terror Psicosis (1960), con Janet Leigh, Vera Miles y John Gavin, que resultó ser la película más taquillera en toda la carrera de Hitchcock. En los años siguientes continuó su carrera en Europa. Por su interpretación, junto a Ingrid Bergman e Yves Montand, en el drama romántico No me digas adiós (1961) de Anatole Litvak, que tenía una novela de Françoise Sagan como punto de partida, Perkins ganó el premio al mejor actor en el Festival de Cannes. Siguieron Fedra (1962) de Jules Dassin, adaptación contemporánea de la obra de Eurípides, con Melina Mercouri y Raf Vallone; el drama Un abismo entre los dos (1962) de Anatole Litvak, con Sophia Loren; El proceso (1962), adaptación realizada por Orson Welles del clásico del escritor checo Franz Kafka, donde Perkins interpretó el papel de Joseph K; el drama criminal Dos son culpables (1963) de André Cayatte, con Jean-Claude Brialy y Renato Salvatori; la comedia Adorable idiota (1964) de Edouard Molinaro, con Brigitte Bardot; el drama bélico multiestelar ¿Arde París? (1966) de René Clément, que narraba la liberación de la capital francesa en 1944, y el thriller Champaña para un asesino (1967) de Claude Chabrol, con Maurice Ronet e Yvonne Furneaux. De regreso en su país, intervino en Un maravilloso veneno (1968) de Noel Black, comedia negra con Tuesday Weld; Trampa 22 (1970) de Mike Nichols, farsa antimilitarista con reparto multiestelar, y el drama sureño Un hombre de hoy (1970) de Stuart Rosenberg, con Paul Newman, Joanne Woodward y Laurence Harvey, volviendo a rodar en tierras europeas los dramas de intriga Alguien detrás de la puerta (1971) de Nicolas Gessner, con Charles Bronson, y La década prodigiosa (1971) de Claude Chabrol, con Orson Welles, Marlène Jobert y Michel Piccoli. Tras formar parte de los repartos multiestelares de dos populares títulos hollywoodenses: el western El juez de la horca (1972) de John Huston, con Paul Newman como el juez Roy Bean, y la adaptación de Agatha Christie Asesinato en el Orient Express (1974) de Sidney Lumet, la carrera de Perkins fue decayendo.
En 1973, a la edad de 41 años, se casó por primera y única vez con la fotógrafa Berry Berenson (hermana de la actriz Marisa Berenson), con la que estuvo hasta su muerte en 1992. Tuvieron dos hijos: Oz (1974) y Elvis (1976). Años atrás se le rumorearon diversas relaciones homosexuales, entre ellas con el actor Tab Hunter. También participó junto a Stephen Sondheim en la escritura del guión de "El fin de Sheila" (1973), dirigida por Herbert Ross, aunque Perkins no apareció como actor en ese film.
Entre sus restantes películas figuran Mahogany, piel de caoba (1975) de Berry Gordy, con Diana Ross, Billy Dee Williams y Jean-Pierre Aumont, Recuerda mi nombre (1978) de Alan Rudolph, con Geraldine Chaplin, El abismo negro (1979) de Gary Nelson, con Maximilian Schell, o La pasión de China Blue (1984) de Ken Russell, con Kathleen Turner, además de las secuelas Psicosis II (1983), dirigida por Richard Franklyn, y Psicosis III (1986), que el propio Perkins dirigió, en las que retomaba el personaje de Norman Bates, ambas mal recibidas por la crítica. La televisión fue su medio más asiduo en su etapa final. En 1991 recibió el Premio Donostia a su carrera, otorgado por el Festival de Cine de San Sebastián.
Un año después falleció a los 60
años en su casa de Los Ángeles a causa de una neumonía
derivada del sida, enfermedad que había contraído en 1989. Su viuda, Berry Berenson, pereció como pasajera del vuelo 11 de American Airlines durante los atentados del 11 de septiembre de 2001.
(Perfil biográfico a partir de la página El Criticón)
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