SOBRIEDAD BRITÁNICA
Hoy se cumplen ciento diez años del nacimiento del actor inglés Michael Rennie. Alto, atlético y de buena presencia, llegó a conseguir cierta popularidad en el cine británico tras la II Guerra Mundial. A partir de 1950 trabajó para Hollywood, a veces como protagonista y a veces como secundario. Con su aspecto huesudo e impasible encajaba muy bien en personajes turbios y ambiguos. Empero, el mejor recuerdo que dejó en su copiosa filmografía a lo largo de treinta años fue el extaterrestre pacifista de Ultimátum a la Tierra (1951).
Eric Alexander Rennie fue el segundo de los cuatro hijos del propietario de una hilandería de lana. Educado en una escuela en Cambridge, se puso a trabajar en la industria familiar, pero aquello no le gustaba y probó otros empleos como vendedor de coches u operario en una fábrica de cables de acero de su tío. El día que cumplió veintiséis años decidió convertirse en actor a pesar de que no disponía de ninguna preparación específica para ello. Sólo contaba con su alta y esbelta figura que atrajo la atención de la Gaumont, importante productora cinematográfica británica que lo utilizó como figurante o doble de actores como Robert Young y John Loder. Puesto que no sabía actuar, asímismo desempeñó cometidos semejantes en films de otros estudios, pensando que con esta estrategia aprendería entretanto el funcionamiento del negocio del cine. Después de tres años infructuosos, finalmente tomó la decisión de volver a Yorkshire y curtirse allí en el teatro de repertorio.
Tras aparecer sin acreditar en más de una decena de películas, fue acreditado por primera vez como Michael Rennie en el thriller Extorsión (1941) de Lawrence Huntington, interpretando un pequeño papel, al igual que en el drama bélico Aquella noche en Varsovia (1941) de Brian Desmond Hurst. Después se le encomendaron roles más extensos en el thriller La torre del terror (1941) de Lawrence Huntington, el drama bélico Gesta de héroes (1941) de Sergei Nolbandov y el film bélico El gran bloqueo (1942) de Charles Frend. Cuando se estrenaron todas estas películas, en plena Segunda Guerra Mundial, Rennie estaba sirviendo en las fuerzas aéreas británicas, donde aprendió el oficio de piloto y fue promovido a oficial de vuelo. También fue enviado a los Estados Unidos para completar su aprendizaje pero no llegó a intervenir en acciones de guerra.
Hoy se cumplen ciento diez años del nacimiento del actor inglés Michael Rennie. Alto, atlético y de buena presencia, llegó a conseguir cierta popularidad en el cine británico tras la II Guerra Mundial. A partir de 1950 trabajó para Hollywood, a veces como protagonista y a veces como secundario. Con su aspecto huesudo e impasible encajaba muy bien en personajes turbios y ambiguos. Empero, el mejor recuerdo que dejó en su copiosa filmografía a lo largo de treinta años fue el extaterrestre pacifista de Ultimátum a la Tierra (1951).
Eric Alexander Rennie fue el segundo de los cuatro hijos del propietario de una hilandería de lana. Educado en una escuela en Cambridge, se puso a trabajar en la industria familiar, pero aquello no le gustaba y probó otros empleos como vendedor de coches u operario en una fábrica de cables de acero de su tío. El día que cumplió veintiséis años decidió convertirse en actor a pesar de que no disponía de ninguna preparación específica para ello. Sólo contaba con su alta y esbelta figura que atrajo la atención de la Gaumont, importante productora cinematográfica británica que lo utilizó como figurante o doble de actores como Robert Young y John Loder. Puesto que no sabía actuar, asímismo desempeñó cometidos semejantes en films de otros estudios, pensando que con esta estrategia aprendería entretanto el funcionamiento del negocio del cine. Después de tres años infructuosos, finalmente tomó la decisión de volver a Yorkshire y curtirse allí en el teatro de repertorio.
Tras aparecer sin acreditar en más de una decena de películas, fue acreditado por primera vez como Michael Rennie en el thriller Extorsión (1941) de Lawrence Huntington, interpretando un pequeño papel, al igual que en el drama bélico Aquella noche en Varsovia (1941) de Brian Desmond Hurst. Después se le encomendaron roles más extensos en el thriller La torre del terror (1941) de Lawrence Huntington, el drama bélico Gesta de héroes (1941) de Sergei Nolbandov y el film bélico El gran bloqueo (1942) de Charles Frend. Cuando se estrenaron todas estas películas, en plena Segunda Guerra Mundial, Rennie estaba sirviendo en las fuerzas aéreas británicas, donde aprendió el oficio de piloto y fue promovido a oficial de vuelo. También fue enviado a los Estados Unidos para completar su aprendizaje pero no llegó a intervenir en acciones de guerra.
Finalizada la contienda en Europa volvió al cine con Se vende una canción (1945) de Val Guest, musical de época con Margaret Lockwood y Vic Oliver, al que siguieron La mujer bandido (1945) de Leslie Arliss, film de aventuras en el siglo XVII con
Margaret Lockwood,
James Mason y
Patricia Roc, César y Cleopatra (1945) de Gabriel Pascal, adaptación del drama homónimo de George Bernard Shaw, con
Vivien Leigh,
Stewart Granger y
Claude Rains, La raiz de todo mal (1947) de Brock Williams, drama que protagonizó junto a
Phyllis Calvert,
White Cradle Inn (1947) de Harold French, drama con
Madeleine Carroll y
Ian Hunter, El ídolo de París (1948) de Leslie Arliss, drama de época con
Beryl Baxter y
Christine Norden, Condiciones difíciles (1948) de Vernon Sewell, thriller con
Moira Lister, La Madonna de oro (1949) de Luigi Carpentieri y Ladislao Vajda, drama producido en Italia con Phyllis Calvert y Tullio Carminati, o El torbellino de la vida (1950) de Ken Annakin y
Harold French, film de episodios basados en historias de Somerset Maugham, con Anne Crawford,
Roland Culver,
Kathleen Harrison,
James Hayter,
Nigel Patrick,
Jean Simmons y Naunton Wayne.
En el cine de Hollywood se introdujo con un papel secundario en La rosa negra (1950) de Henry Hathaway, film de aventuras medievales en Inglaterra con
Tyrone Power,
Orson Welles,
Cécile Aubry y
Jack Hawkins, apareciendo después en otras producciones de 20th Century Fox como Cartas envenenadas (1951) de Otto Preminger, noir con Linda Darnell,
Charles Boyer y
Constance Smith, y Ultimátum a la Tierra (1951) de Robert Wise, clásico de ciencia-ficción con
Patricia Neal y
Hugh Marlowe donde interpretaba a Klaatu, un alienígena de aspecto humano que aterriza en Washington en una nave extraterrestre con la misión de advertir a gobernantes y científicos de los graves peligros para el universo que ocasionaría la proliferación de las armas nucleares. Este sería sin duda su film más recordado y gracias a él la Fox le ofreció un contrato por siete años. Tras un breve retorno a su país para intervenir en Hombre de dos mundos (1951) de Roy Ward Baker, fantasía de viajes en el tiempo con Tyrone Power y
Ann Blyth, volvió a Hollywood para sumarse al reparto de Llama un desconocido (1952) de Jean Negulesco, interesante drama con
Shelley Winters,
Gary Merrill y Bette Davis, interviniendo después en Operación Cicerón (1952) de Joseph L. Mankiewicz, magnífico thriller de intriga con
James Mason y
Danielle Darrieux, El inspector de hierro (1952) de Lewis Milestone, adaptación de "Los miserables" de Victor Hugo donde interpretó a Jean Valjean, con
Debra Paget,
Robert Newton y
Edmund Gwenn, una cinta que no logró el éxito esperado y motivó que Rennie fuese siendo relegado paulatinamente a papeles de reparto, El marino de Su Majestad (1953) de Roy Boulting, produción bélica británica con Jeffrey Hunter y Wendy Hiller, Travesía peligrosa (1953) de Joseph M. Newman, thriller de intriga con
Jeanne Crain, La túnica sagrada (1953) de Henry Koster, peplum en la Roma de Tiberio con
Richard Burton,
Jean Simmons y
Victor Mature, El capitán King (1953) de Henry King, film de aventuras coloniales con
Tyrone Power y
Terry Moore, La princesa del Nilo (1954) de Harmon Jones, fantasía de aventuras medievales con
Debra Paget y
Jeffrey Hunter, Demetrius y los gladiadores (1954) de Delmer Daves, secuela de La túnica sagrada con Victor Mature,
Susan Hayward y Debra Paget, Mambo (1954) de Robert Rossen, drama con
Silvana Mangano, Vittorio Gassman y
Shelley Winters, Désirée (1954) de Henry Koster, drama histórico sobre una joven que enamoró a Napoleón, con
Marlon Brando,
Jean Simmons y
Merle Oberon, Cita en Hong Kong (1955) de Edward Dmytryk, drama aventurero con
Clark Gable y
Susan Hayward, Siete ciudades de oro (1955) de Robert D. Webb, drama histórico ubicado en la California del siglo XVIII donde interpretó a Fray Junípero Serra, con
Richard Egan,
Anthony Quinn, Jeffrey Hunter y
Rita Moreno, Las lluvias de Ranchipur (1955) de Jean Negulesco, drama de aventuras con
Lana Turner,
Richard Burton,
Fred MacMurray y
Joan Caulfield, Adolescencia rebelde (1956) de Edmund Goulding, drama con Ginger Rogers, Una isla al sol (1957) de Robert Rossen, drama sobre racismo (su último trabajo para la Fox) con
James Mason,
Joan Fontaine,
Dorothy Dandridge,
Joan Collins y Harry Belafonte, Omar Khayyam (1957) de William Dieterle, film biográfíco de aventuras en la Persia del siglo XI, con
Cornel Wilde,
Debra Paget,
John Derek y
Raymond Massey, El tercer hombre en la montaña (1959) de Ken Annakin, aventura familiar en los Alpes suizos con
James MacArthur,
Janet Munro y
James Donald, o El mundo perdido (1960) de Irwin Allen, adaptación de una novela de Arthur Conan Doyle, con
Jill St. John,
David Hedison,
Claude Rains y
Fernando Lamas. En estas dos últimas volvió a ser cabeza de reparto.
Rennie se convirtió en un rostro familiar encarnando a Harry Lime en la serie televisiva "El tercer hombre" (1959-1965), vagamente inspirada en la película dirigida en 1949 por Carol Reed. En 1961 decidió efectuar su presentación en Broadway con la comedia "Mary Mary" de Jean Kerr, en la que actuó algo menos de cinco meses, siendo sustituido por Michael Wilding. Después reapareció en la gran pantalla precisamente con Mary Mary (1963) la adaptación de la obra dirigida por Mervyn LeRoy en la que también actuaron Debbie Reynolds, Barry Nelson y Diane McBain. En la década de los 60 intervino como actor invitado en bastantes series de televisión.
El resto de su filmografía incluye títulos como Noche de violencia (1966) de Bernard McEveety, western protagonizado por Chuck Connors, Medio hombre, medio máquina (1966) de Franklin Adreon, film de ciencia-ficción de serie B con Karen Steele y Wendell Corey, Intriga en el gran hotel (1967) de Richard Quine, drama con Rod Taylor, Catherine Spaak, Karl Malden, Melvyn Douglas, Richard Conte, Kevin McCarthy y Merle Oberon, Crimen en la residencia (1968) de Antonio Margheriti, giallo italiano con Mark Damon y Eleonora Brown, El poder (1968) de Byron Haskin, thriller de ciencia-ficción con George Hamilton y Suzanne Pleshette, La brigada del diablo (1968) de Andrew V. McLaglen, film bélico con William Holden, Cliff Robertson y Vince Edwards, Jaque mate internacional (1968) de Giuseppe Rosati, drama criminal italiano con Tab Hunter y Daniela Bianchi, Junio 44: desembarcaremos en Normandía (1968) de León Klimovsky, producción bélica italiana con Bob Sullivan, Lee Burton y Mónica Randall, Subterfugio (1968) de Peter Graham Scott, thriller británico con Gene Barry, Joan Collins y Richard Todd, La batalla del Alamein (1969) de Giorgio Ferroni, producción bélica italiana con Frederick Stafford, George Hilton, Ira von Fürstenberg, Robert Hossein y Enrico Maria Salerno, o Los monstruos del terror (1970) de Tulio Demicheli, subproducto español que mezclaba vampiros, hombres lobo y extraterrestres, con Karin Dor y Craig Hill.
Rennie se convirtió en un rostro familiar encarnando a Harry Lime en la serie televisiva "El tercer hombre" (1959-1965), vagamente inspirada en la película dirigida en 1949 por Carol Reed. En 1961 decidió efectuar su presentación en Broadway con la comedia "Mary Mary" de Jean Kerr, en la que actuó algo menos de cinco meses, siendo sustituido por Michael Wilding. Después reapareció en la gran pantalla precisamente con Mary Mary (1963) la adaptación de la obra dirigida por Mervyn LeRoy en la que también actuaron Debbie Reynolds, Barry Nelson y Diane McBain. En la década de los 60 intervino como actor invitado en bastantes series de televisión.
El resto de su filmografía incluye títulos como Noche de violencia (1966) de Bernard McEveety, western protagonizado por Chuck Connors, Medio hombre, medio máquina (1966) de Franklin Adreon, film de ciencia-ficción de serie B con Karen Steele y Wendell Corey, Intriga en el gran hotel (1967) de Richard Quine, drama con Rod Taylor, Catherine Spaak, Karl Malden, Melvyn Douglas, Richard Conte, Kevin McCarthy y Merle Oberon, Crimen en la residencia (1968) de Antonio Margheriti, giallo italiano con Mark Damon y Eleonora Brown, El poder (1968) de Byron Haskin, thriller de ciencia-ficción con George Hamilton y Suzanne Pleshette, La brigada del diablo (1968) de Andrew V. McLaglen, film bélico con William Holden, Cliff Robertson y Vince Edwards, Jaque mate internacional (1968) de Giuseppe Rosati, drama criminal italiano con Tab Hunter y Daniela Bianchi, Junio 44: desembarcaremos en Normandía (1968) de León Klimovsky, producción bélica italiana con Bob Sullivan, Lee Burton y Mónica Randall, Subterfugio (1968) de Peter Graham Scott, thriller británico con Gene Barry, Joan Collins y Richard Todd, La batalla del Alamein (1969) de Giorgio Ferroni, producción bélica italiana con Frederick Stafford, George Hilton, Ira von Fürstenberg, Robert Hossein y Enrico Maria Salerno, o Los monstruos del terror (1970) de Tulio Demicheli, subproducto español que mezclaba vampiros, hombres lobo y extraterrestres, con Karin Dor y Craig Hill.
Michael Rennie se casó en dos ocasiones y se divorció otras tantas, siendo sus esposas Joan England (1938-1945) y la actriz Maggie McGrath (1946-1960), con quien en 1953 tuvo a su hijo David. Antes, en 1944, había tenido otro hijo (extramatrimonial), John, con su amiga Renée Gilbert. El actor pasó sus últimos años de vida en Ginebra (Suiza). Fumador empedernido, tuvo problemas respiratorios durante bastantes años y sufrió enfisema. Tras la muerte de un hermano suyo fue a visitar a su madre en Harrogate, Yorkshire, donde le sorprendió una muerte repentina por problemas coronarios. El actor contaba 61 años de edad.
Creo recordarlo en "El tercer hombre en la montaña". Muy buena la semblanza, como siempre!
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