LA RUBIA DESLUMBRANTE
La actriz estadounidense Kim Novak ha cumplido hoy 82 años. La bella, rubia e inolvidable Madeleine de Vértigo fue uno de los sex symbols más prominentes del Hollywood clásico. Más que una actriz fue una presencia de la que, además de Hitchcock, otros directores como Richard Quine, Joshua Logan o George Sidney, supieron sacar excelente partido.
Semblanza biográfica a partir de la página El Criticón:
Nacida en una familia de clase media, Marilyn Pauline Novak, después de ejercer diversos oficios, trabajó como modelo en anuncios publicitarios. Apareció como extra en The french line (1954) de Lloyd Bacon, una película protagonizada por la desbordante Jane Russell. La fría belleza de Kim no pasó desapercibida para los ejecutivos de las grandes compañías cinematográficas y ese mismo año firmó un contrato con Columbia. Su presidente, Harry Cohn, le ordenó
cambiar de nombre, ya que la intención del estudio era presentarla como
respuesta a Marilyn Monroe, recién lanzada por la Fox.
Sus primeras actuaciones causaron conmoción entre los aficionados al
cine, su físico traspasó la pantalla en títulos como el noir La casa número 322 (1954) dirigida por Richard Quine, con quien volvería a coincidir en el futuro en tres ocasiones más, y Phffft! (1954) de
Mark Robson, comedia con Judy Holliday y Jack Lemmon. El año siguiente fue uno de los más significativos de su trayectoria, al protagonizar tres
películas importantes: 5 contra la banca (1955) de Phil Karlson, con Guy Madison, El hombre del brazo de oro (1955) de Otto Preminger, una soberbio drama sobre
drogadicción protagonizado por Frank Sinatra y, sobre todo, Picnic (1955) de Joshua Logan, con William Holden como oponente, en la que Kim ofreció una de sus actuaciones más recordadas, recibiendo el globo de Oro a la estrella más prometedora del año. Tras estas películas sus siguientes trabajos fueron dos biopics dirigidos por George Sidney: La historia de Eddy Duchin (1956), con Tyrone Power, y Jeanne Eagels (1957), con Jeff Chandler y un nuevo encuentro con Frank Sinatra, acompañado esta vez también de Rita Hayworth en Pal Joey (1957), su tercer título con Sidney, un musical que consiguió un rotundo éxito comercial.
De entre los muertos (Vértigo) (1958), la fascinante obra de Alfred Hitchcock, coprotagonizada por James Stewart, fue el film más importante de su carrera. Después protagonizó Me enamoré de una bruja (1958) de Richard Quine, comedia romántica con James Stewart, otro de sus mejores títulos, En mitad de la noche (1959) de Delbert Mann, drama con Fredric March, donde aparecía morena, Un extraño en mi vida (1960) de Richard Quine, suculento melodrama junto a Kirk Douglas, Una vez a la semana (1962) de Michael Gordon, comedia con James Garner y Tony Randall, La misteriosa dama de negro (1962), deliciosa comedia con Jack Lemmon y Fred Astaire dirigida por Richard Quine, su cuarto y último trabajo con un cineasta que la amó sin ser correspondido, Servidumbre humana (1964) de Ken Hughes, tercera adaptación a la pantalla de la novela de Somerset Maugham, con Laurence Harvey de coprotagonista y Bésame, tonto (1964) de Billy Wilder, ácida comedia con Dean Martin y Ray Walston infravalorada en su día.
Durante el rodaje de Moll Flanders (1965) de Terence Young, se enamoró del actor Richard Johnson. Ambos se casaron en 1965 para divorciarse al año siguiente. En la segunda mitad de los años 60 la carrera de Kim entró en decadencia, descendió la calidad de sus películas, así como los ingresos que generaban: ni La leyenda de Lylah Clare (1968) de Robert Aldrich, ni Ojos verdes, rubia y peligrosa (1969) de Hy Averback añadieron nuevos laureles a su filmografía. En las décadas siguientes sus apariciones se hicieron bastante dispersas
tanto en el cine como en la pequeña pantalla, hecho que provocó su
progresivo retiro de los rodajes. Aún pudo ser vista en El desafío del búfalo blanco (1977) de J. Lee Thompson, Gigolo (1979) de David Hemmings, El espejo roto (1980) de Guy Hamilton, The children (1990) de Tony Palmer, Pasiones prohibidas (1991) de Mike Figgis o en la serie televisiva Falcon Crest.
Al margen de su carrera de actriz, Kim Novak se ha dedicado a la pintura y a criar caballos en su rancho de Oregón. En 1976 contrajo matrimonio con el veterinario Robert Malloy, con quien todavía permanece casada. El Festival de Berlín la homenajeó en 1997 otorgándole un Oso de Oro honorífico y en 2010 la actriz superó un cáncer de mama.
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