PERFECT GENTLEMAN
Aniversario natal del actor inglés Ronald Colman, ganador de un Oscar y un Globo de Oro. De aspecto elegante y distinguido, destacó asímismo como poseedor de una voz resonante y bien modulada, de dicción clara y suave y agradable timbre. A lo largo de su carrera fue evolucionando de galán romántico a prestigioso intérprete dramático. Protagonista de varios títulos clásicos, fue dirigido por cineastas de la talla de Ernst Lubitsch, John Ford, King Vidor, Frank Capra, William Wellman, George Stevens, Joseph L. Mankiewicz o George Cukor.
Perfil biográfico a partir de la página El Criticón:
Nacido en Richmond, Surrey, en el seno de una familia de clase media, Ronald Charles Colman se
convirtió en uno de los protagonistas masculinos principales de las décadas de
los 20, 30 y 40, interpretando sus mejores papeles en roles románticos y
de aventuras tanto en el periodo mudo como en el sonoro.
Después de quedar huérfano a los 16 años, Ronald comenzó a trabajar como oficinista en la British Steamship Company, mientras ocupaba su tiempo libre actuando en obras de teatro de aficionados. En 1914 fue movilizado por el ejército británico para acudir al conflicto bélico de la Primera Guerra Mundial, en donde, mientras
combatía en tierras francesas, quedó seriamente herido de una pierna dos años después. Tras la posterior convalecencia, Colman comenzó profesionalmente a participar
en producciones teatrales, interviniendo en varias funciones escénicas y
primerizas producciones silentes (hoy perdidas) del cine británico. Dado el éxito de las mismas
decidió ir a probar fortuna en los Estados Unidos.
Llegó a Nueva York a comienzos de los años 20, debutando en Broadway con
la suerte de que el director Henry King se fijase en él y le otorgase
un papel para su película La hermana blanca (1923), film en el que
intervenía la diva del cine mudo Lillian Gish. Siguieron títulos como La novela de una noche (1924) de Sidney Franklin o Romola (1924) de Henry King. Estas apariciones le hicieron firmar un contrato con el magnate Samuel Goldwyn. Con la compañía de éste o prestado a otras protagonizó ¡Y supo ser madre! (1925) de Henry King, El abanico de Lady Windermere (1925) de Ernst Lubitsch, Kiki (1926) de Clarence Brown, Beau geste (1926) de Herbert Brenon, Flor del desierto (1926) de Henry King, Venganza gitana (1927) de George Fitzmaurice, La llama mágica (1927) o Dos amantes (1928) de Fred Niblo, las cuatro últimas con Vilma Banky como
compañera de reparto. Estas películas hicieron de él un galán muy popular.
La llegada del cine sonoro no fue un lastre para la carrera de Robert
Colman como sí lo fue para muchas estrellas del cine mudo. Desde El
Capitán Drummond (1929), título dirigido por F. Richard Jones que el
actor británico co-protagonizó junto a Joan Bennett, el cine sonoro también sucumbió ante su encanto y talento. Esa película supuso su primera candidatura al Oscar y el exitoso principio de una década gloriosa para Ronald Colman, brillando en títulos como Condenado (1929) de Wesley Ruggles, con Ann Harding, por la que también fue nominado por la Academia, Raffles (1930), con Kay Francis, Que pague el diablo (1930), con Loretta Young, El paraíso del mal (1931), con Fay Wray, las tres de George Fitzmaurice, El doctor Arrowsmith (1931) de John Ford, con Helen Hayes, Su único pecado (1932) de King Vidor, con Kay Francis, La máscara del otro (1933) de Richard Wallace, con Elissa Landi, Un aventurero audaz (1934) de Roy Del Ruth, con Loretta Young, Clive de la India (1935) de Richard Boleslawski, con Loretta Young, El hombre que saltó la banca en Montecarlo (1935) de Stephen Roberts, con Joan Bennett, Historia de dos ciudades (1935), magnífica adaptación de Charles Dickens dirigida por Jack Conway, Bajo dos banderas (1936) de Frank Lloyd, una película de aventuras coloniales con Claudette Colbert, Horizontes perdidos (1937) de Frank Capra, con Jane Wyatt, El prisionero de Zenda (1937) de John Cromwell, con Madeleine Carroll y Douglas Fairbanks Jr., considerada la mejor versión de la novela de Anthony Hope, Si yo fuera rey (1938) de Frank Lloyd, drama histórico con Frances Dee y Basil Rathbone o En tinieblas (1939) de William A. Wellman, adaptación de un relato de Rudyard Kipling, con Walter Huston y Ida Lupino.
En los años 40, década iniciada con dos comedias de Lewis Milestone, Unidos por la fortuna (1940), con Ginger Rogers, y Otra vez mía (1941), con Anna Lee, además de la magnífica El asunto del día (1942) de George Stevens, junto a Cary Grant y Jean Arthur, mostró de nuevo su elegancia como galán romántico en Niebla en el pasado (1942), melodrama de Mervyn LeRoy en
donde componía una pareja perfecta con Greer Garson, que le supuso una nueva candidatura al Oscar. Después fue emparejado a Marlene Dietrich en El príncipe mendigo (1944) de William Dieterle, film de aventuras orientales basado en la obra "Kismet", encabezó el reparto de El mundo de George Apley (1947), una distinguida comedia de Joseph L. Mankiewicz,
y finalmente
consiguió el Oscar al mejor actor por el drama teatral Doble vida (1947) de George Cukor. Tras protagonizar la comedia Champagne for Caesar (1950) de Richard Whorf, realizó cameos en La vuelta al mundo en 80 días (1956) e Historia de la humanidad (1957) de Irwin Allen. Junto a sus trabajos en el cine, Ronald consiguió celebridad añadida
gracias a la radio y la televisión con "The halls of Ivy", serie
compartida con su esposa, la actriz Benita Hume.
Colman estuvo casado con Thelma Raye (1920-1933) y, desde 1938, con la citada Benita Hume,con quien tuvo a su hija Juliet, y que sería su viuda. El actor falleció a consecuencia de larga una enfermedad pulmonar a los 67 años.
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