BELLEZA SUBYUGANTE, ACTRIZ SIN PREJUICIOS
La actriz británica Charlotte Rampling cumple hoy 69 años. Mito erótico en los años 70, participante en cerca de 90 películas en casi cincuenta años de carrrera, ha desarrollado gran parte de su vida profesional fuera de su país y trabajado en multitud de producciones europeas y algunas estadounidenses. Establecida en Francia, intérprete maleable y sin ínfulas de diva, en la actualidad es una muy solicitada actriz de carácter. En 2001 recibió un César honorífico. También ha sido reconocida como Oficial del Imperio Británico (2001) y con la Legión de Honor francesa (2002).
Perfil biográfico a partir de la página decine 21:
La mirada felina y penetrante de sus ojos azul grisáceo ha hecho
historia. Aunque los títulos que componen su filmografía son
muy variados, Charlotte Rampling se distingue por rebuscar papeles
especialmente complicados y controvertidos en películas oscuras.
Tessa Charlotte Rampling tuvo como progenitores a una pintora que le
transmitió el amor por el arte, y a un medallista olímpico que después
llegó a coronel en el ejército. Cuando tenía 9 años, a su padre lo
destinaron a Francia, donde se mudó toda la familia. Aunque su rígido progenitor le prohibió dedicarse a la canción, por
miedo a que se convirtiera en una fracasada, finalmente le permitió que
iniciara una carrera como modelo cuando tenía 17 años. Tenía una hermana mayor, Sarah, que se suicidó en Buenos Aires en 1966,
lo que le causó una enorme conmoción, pues estaba muy unida a ella.
Apareció por vez primera en la gran pantalla, muy brevemente y sin acreditar, como una esquiadora acuática en El knack... y cómo conseguirlo (1965), de Richard Lester. Justo después le asignaron uno de los papeles principales de La soltera retozona (1966) de Silvio Narizzano, donde era la compañera de piso de Lynn Redgrave. Encarnó a la hija de un oficial colonialista en la cinta de aventuras La leyenda de un valiente (1967) de Ken Annakin y pronto obtuvo prestigio, tras encarnar a la esposa de un
empresario del acero obligado a abandonar Alemania durante la ascensión
nazi en La caída de los dioses (1969) del maestro Luchino Visconti. Siguieron Adiós, hermano cruel (1971) de Giuseppe Patroni Griffi, producción italiana basada en la obra teatral de tema incestuoso "Lástima que sea una puta" de John Ford, Enrique VIII y sus seis mujeres (1972) de Waris Hussein, adaptación a la gran pantalla de una serie televisiva de la BBC en la que Rampling interpretaba a Ana Bolena, el film británico de episodios El asilo del terror (1972) de Roy Ward Baker, el drama biográfico Giordano Bruno (1973) de Giuliano Montaldo o Zardoz (1974) de John Boorman, apocalíptico título de ciencia ficción donde compartió protagonismo con Sean Connery.
A lo largo de los años, Rampling se ha caracterizado por elegir
papeles poco convencionales. Llamó la atención como superviviente del
Holocausto, que inicia una relación sadomasoquista con su antiguo
carcelero nazi, en la controvertida Portero de noche (1974) de Liliana Cavani, donde volvía a coincidir con Dirk Bogarde, su compañero de reparto en el citado film de Visconti que apodó a la actriz 'La mirada'. Esta película la convirtió en un llamativo icono sexual de los 70. Más tarde apareció en La carne de la orquídea (1975), thriller de Patrice Chéreau, Yuppi du (1975), comedia dramática de Adriano Celentano, Adiós, muñeca (1975) de Dick Richards, neo noir con Robert Mitchum, Foxtrot (1976) de Arturo Ripstein, drama ambientado en la II Guerra Mundial, con Peter O'Toole y Max Von Sydow, Un taxi malva (1977) de Yves Boisset, drama con Philippe Noiret y Orca, la ballena asesina (1977) de Michael Anderson, mezcla de aventuras y terror, con Richard Harris.
Tras un lapso de tres años, Woody Allen le confió el papel de la ex novia problemática de su personaje en la 'felliniana' Recuerdos (1980) y después realiza un trabajo especialmente memorable como la mujer que traiciona a Paul Newman en Veredicto final (1982) de Sidney Lumet. Luego interviene junto a Michel Serrault en el thriller Sólo se muere dos veces (1985) de Jacques Deray, Max, mi amor (1986) de Nagisa Oshima, drama de tinte surrealista en el que interpreta a la esposa de un diplomático que mantiene una historia de amor con un simio, o El corazón del ángel (1987) de Alan Parker, thriller fantástico donde encarna a una adivina gitana junto a Mickey Rourke y Robert De Niro. Sus películas de los años 90 tuvieron menor repercusión, siendo quizá las más destacables el drama de época Las alas de la paloma (1997) de Iain Softley, donde era la tía de Helena Bonham Carter, y El jardín de los cerezos (1999), adaptación de Chejov a cargo de Michael Cacoyannis, junto a Alan Bates.
Ya en la confluencia con el nuevo siglo, de algún modo es redescubierta por François Ozon en Bajo la arena (2000), primera de sus futuras colaboraciones con el cineasta francés, en donde fue una profesora que se desintegra tras la desaparición de su marido. En adelante, la actriz es más requerida que nunca, interviniendo en El cuarto ángel (2001) de John Irvin, Spy game (2001) de Tony Scott, Besen a quien quieran (2002) de Michel Blanc, Fuera de control (2003) de Mike Hodges, Swimming pool (2003) de François Ozon, donde interpreta a una escritora de éxito cuya tranquilidad se va al traste por culpa de la joven hija de su editor, papel por el que consigue el Premio a la mejor actriz del Cine Europeo, Inmortal (2004) de Enki Bilal, Las llaves de casa (2004) de Gianni Amelio, Lemming (2005) de Dominik Moll, Hacia el sur (2005) de Laurent Cantet, Angel (2007) de François Ozon, Caótica Ana (2007) de Julio Medem, La lista (2008) de Marcel Langenegger, Babylon (2008) de Mathieu Kassovitz, La Duquesa (2008) de Saul Dibb, La vida en tiempos de guerra (2009) de Todd Solondz, Nunca me abandones (2010) de Mark Romanek, Melancolía (2011) de Lars von Trier, El foco de la tempestad (2011) de Fred Schepisi, Amenaza terrorista (2012) de Hadi Hajaig, Tren de noche a Lisboa (2013) de Bille August o Joven y bonita (2013) de François Ozon, donde interpreta a la esposa de uno de los clientes de la joven prostituta protagonista.
Charlotte Rampling ha estado casada con el actor y publicista Bryan Southcombe (1972-1976) y el compositor francés Jean Michel Jarre (1978-1997). La actriz tuvo un hijo con cada uno de ellos, el primero de los cuáles, Barnaby Southcombe, exitoso realizador televisivo, la dirigió en el thriller I, Anna (2012). Desde 1998 ha estado comprometida con el magnate fancés de las comunicaciones Jean-Noël Tassez.
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