INTELECTUAL, REBELDE Y MÁRTIR
Hoy se cumplen 39 años del terrible asesinato a los 53 del intelectual, escritor, poeta y director de cine italiano Pier Paolo Pasolini, que se distinguió por su contundente oposición al stablishment dominante y vivió su homosexualidad abiertamente. La noche antes de morir dió una entrevista, hoy famosa, a Stampa Sera, en la que recordaba el peligro del fascismo. Las circunstancias de su muerte nunca han sido aclaradas del todo.
Texto biográfico extraído (con algún retoque) del Foro RebeldeMule:
Pier Paolo Pasolini nació el 5 de marzo de 1922 en Bolonia (Italia). Su padre era oficial del ejército italiano, y Pasolini se
educó en varias ciudades del norte de Italia en las que su padre estuvo
destinado. La relación con su padre nunca fue buena, al contrario de la
que mantuvo con su madre, Susanna, una maestra rural que dejó la profesión por su familia. Asistió a la Facultad de Letras de Bolonia, donde estudió historia del arte y literatura. Se interesa por la poesía, la pintura moderna, el cine, Freud y la política.
El estallido de la Segunda Guerra mundial acrecienta su conciencia
social y política, y se agudiza su antifascismo. Su único hermano, Guido,
influido por las ideas políticas de su hermano mayor se une a la
Resistencia que se está organizando en el pueblo contra los fascistas y
los nazis. Pero en 1945, en una pelea interna entre partisanos, Guido
muere. Pasolini se sentirá culpable de su muerte, pero aún así nunca abjurará de sus ideas políticas.
En 1942 se publicó su primera colección de poesías, escritas en
friulano, el dialecto que utilizaban los campesinos de la región. Fue la
primera manifestación de su nostalgia por otros mundos alejados tanto
temporal como geográficamente de los horrores de la Italia de este
siglo.
En 1948 se incorpora al Partido Comunista Italiano (PCI)
y se convierte en maestro de escuela. Su vida durante la posguerra
transcurre sin colmarse sus ansias de poeta, y con un único motivo de
felicidad: los jóvenes del pueblo. Ello provoca que sus enemigos
políticos le acusen de corrupción de menores y de realizar actos
obscenos en público. El 22 de octubre de 1949 es acusado, y un
tribunal le absuelve de los cargos de corrupción, pero no de los de
obscenidad, aunque dos años después le absuelven también de esto. Pero
para entonces su carrera en la enseñanza había terminado con su
expulsión, y también fue expulsado del PCI.
Y, sobre todo, se había ganado el desprecio de todo el pueblo. Por ese
motivo, en enero de 1950 parte del Friul hacia Roma con su madre, en
busca de trabajo y un futuro más prometedor.
Las dos novelas que escribió en esa década, "Ragazzi di vita" (1955) y "Una vita violenta" (1959), están
pobladas de ladrones, buscones y chaperos, extraídos de sus
experiencias personales. Estas obras le hacen famoso, pero también
produjeron escándalo y fue acusado de obscenidad. También publicaría varios
libros de poesía como "La mejor juventud" (1954), "Las cenizas de Gramsci" (1957), "La religión de mi tiempo" (1961) y "Poesía en forma de rosa" (1964), ensayos y antologías de poesía italiana y los dramas "Orgía" (1969) y "Calderón" (1973).
En Roma conoció a quienes serán sus mejores amigos de por vida: los escritores Alberto Moravia, Elsa Morante, Atilio Bertolucci, Dancia Mariani... y los cineastas Fellini, Antonioni o Rosellini, quienes le introdujeron en el mundo del cine, primero como guionista y después como director de películas. Convencido de que el cine era el medio del futuro, tras una amplia actividad como guionista para Federico Fellini (colabora en los diálogos de "Las noches de Cabiria", 1957), Mauro Bolognini ("La notte brava", 1959; "El bello Antonio", 1960; "La giornata balorda", 1960), Franco Rossi ("Muerte de un amigo", 1960) y Carlo Lizzani ("El jorobado de Roma", 1960), Pasolini comenzó a hacer películas en los años sesenta. Debuta como director con el magnífico "Accattone" (1961), una descripción de ese subproletariado que representa la última estirpe de un mundo campesino, amenazado por la inminente llegada del bienestar, que ya había sido protagonista de dos de sus famosas novelas. Son temas que Pasolini tratará de forma más tradicional en su sucesiva película, "Mamma Roma" (1962), historia de una salvación imposible, intentada por una prostituta, ya no tan joven, por amor de su hijo. "El Evangelio según San Mateo" (1964) le vale el respeto como cineasta y le excluye de la marginación a la que estaba sometido.
En Roma conoció a quienes serán sus mejores amigos de por vida: los escritores Alberto Moravia, Elsa Morante, Atilio Bertolucci, Dancia Mariani... y los cineastas Fellini, Antonioni o Rosellini, quienes le introdujeron en el mundo del cine, primero como guionista y después como director de películas. Convencido de que el cine era el medio del futuro, tras una amplia actividad como guionista para Federico Fellini (colabora en los diálogos de "Las noches de Cabiria", 1957), Mauro Bolognini ("La notte brava", 1959; "El bello Antonio", 1960; "La giornata balorda", 1960), Franco Rossi ("Muerte de un amigo", 1960) y Carlo Lizzani ("El jorobado de Roma", 1960), Pasolini comenzó a hacer películas en los años sesenta. Debuta como director con el magnífico "Accattone" (1961), una descripción de ese subproletariado que representa la última estirpe de un mundo campesino, amenazado por la inminente llegada del bienestar, que ya había sido protagonista de dos de sus famosas novelas. Son temas que Pasolini tratará de forma más tradicional en su sucesiva película, "Mamma Roma" (1962), historia de una salvación imposible, intentada por una prostituta, ya no tan joven, por amor de su hijo. "El Evangelio según San Mateo" (1964) le vale el respeto como cineasta y le excluye de la marginación a la que estaba sometido.
"Pajaritos y pajarracos" (1966) es concebida como oposición a la cultura de masas. Después dirige "Edipo rey" (1967) y "Medea" (1969), ambas recreaciones de los clásicos griegos. Entre ellas, "Teorema" (1968), una de sus películas más interesantes, en la cual se ven los
estragos que provoca en una familia burguesa la llegada de un fascinante
extraño y "Pocilga" (1969), cruda indagación en las bajezas del ser humano.
A principios de los años setenta viajó a Irán, Yemen y Nepal para filmar su ambiciosa Trilogía de la Vida,
compuesta por "El Decamerón" (1971), "Los cuentos de Canterbury" (1972)
y "Las mil y una noches" (1974). Todas ellas reflejan la
pasión de Pasolini por la vida y el sexo. Con ellas
recupera el carácter fabuloso, la felicidad creativa y el sentido
poético del cine: ofrecen una dimensión
edénica y primitiva de la vida y exaltan una sexualidad libre y natural.
Pero al terminarlas, Pasolini las repudió como respuesta contra la
manipulación que la sociedad de consumo había realizado sobre ellas, en
su reflexión titulada "Abjuración de la Trilogía de la Vida".
El director se despedirá prematuramente con "Salò o los 120 días de Sodoma" (1975), distribuido
tras su trágica muerte. Censurada en muchos países, la película adapta
el famoso texto del marqués de Sade al periodo final del fascismo y
lleva a las últimas consecuencias los discursos que el autor hacía sobre
el genocidio del pueblo perpetrado por el Poder en nombre del
desarrollo y de la homologación al consumismo. Violaciones, torturas,
coprofagia y mucho más se muestran mediante imágenes que hieren
duramente y dejan huella: para muchos, el resultado es abominable, para
otros, terrible, pero en cualquier caso el elevado valor formal de la
película es indiscutible.
Pasolini fue, desde siempre, eso que algunos denominan un intelectual incómodo, lo que unido a su declarada homosexualidad lo convirtió en blanco perfecto de una derecha recalcitrante que no le perdonó ni sus películas ni sus penetrantes razonamientos públicos en contra del poder establecido. El 2 de noviembre de 1975, Pier Paolo Pasolini fue atrozmente asesinado en la playa de Ostia. 'Crimen pasional', reiteró una masiva y mal intencionada propaganda, tratando de reducir el asunto a una disputa espuria entre el artista y el joven de 17 años, Pino Pelosi, dedicado a vender favores sexuales. No faltaron entonces voces que denunciaron la existencia de una trama más compleja, entre ella la de la periodista Oriana Fallaci, que sustentó la convicción de conspiración política.
Pasolini fue, desde siempre, eso que algunos denominan un intelectual incómodo, lo que unido a su declarada homosexualidad lo convirtió en blanco perfecto de una derecha recalcitrante que no le perdonó ni sus películas ni sus penetrantes razonamientos públicos en contra del poder establecido. El 2 de noviembre de 1975, Pier Paolo Pasolini fue atrozmente asesinado en la playa de Ostia. 'Crimen pasional', reiteró una masiva y mal intencionada propaganda, tratando de reducir el asunto a una disputa espuria entre el artista y el joven de 17 años, Pino Pelosi, dedicado a vender favores sexuales. No faltaron entonces voces que denunciaron la existencia de una trama más compleja, entre ella la de la periodista Oriana Fallaci, que sustentó la convicción de conspiración política.
Digno de ser recordado y homenajeado por su enorme contribución al arte cinematográfico. La publicación es fenomenal!
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