L'INOUBLIABLE MONSIEUR HULOT
Hoy es aniversario natal del gran director y actor francés Jacques Tati, de muy reducida pero imprescindible filmografía. Dotó a sus elaboradísimas películas, sin apenas diálogos, de una comicidad muy personal basada en la confrontación de su personaje central, que él mismo interpretaba -por lo general, el imperturbable Monsieur Hulot, inconfundiblemente caracterizado con su sombrero de ala, pipa, gabardina y paraguas- con un entorno cada vez más deshumanizado y dependiente de la tecnología. A su revelación internacional con Las vacaciones de Monsieur Hulot (1953), sucedió su primera obra en color, Mi tío (1958), que ganó el Oscar a la mejor película en lengua extranjera. Jacques Tati recibió un premio César por el conjunto de su obra en 1977. Falleció de una embolia pulmonar a los 75 años.
Este es su perfil biográfico según la página decine21:
Le roi de la comédie
por Juan Luis Sánchez
Dominaba el arte de la mímica y el gag visual y cogió el testigo de
los grandes del cine mudo americano y francés. Supo mostrar como nadie
la vida de la gente cotidiana, en memorables películas intemporales y
divertidas. Jacques Tati es una figura a reivindicar pues en los
últimos años fuera de Francia no tiene la consideración que merece. Y
sin embargo, no sólo hizo reír al público, sino que también le hizo
pensar. Reivindicó la individualidad y la humanidad frente al progreso,
muchas veces absurdo.
Nacido en Le Pecq (Yvelines), el 9 de octubre de 1907, Jacques
Tatischeff es hijo de Georges-Emmanuel Tatischeff, que procedía de una
familia rusa, y de Claire van Hoof, de origen italoholandés. El joven
Jacques era mal estudiante, pero muy buen deportista, pues destacaba en
tenis y equitación, y posteriormente en rugby, tras fichar por el
Racing Club de Francia. Por aquel entonces, divertía a sus compañeros
de equipo con sus hilarantes imitaciones de figuras del deporte, y de
esta forma descubrió su talento para la comedia.
Jacques Tati recreó el mundo del deporte cuando inventó su propio
espectáculo humorístico, “Impressions sportives”. Decide dejar su
trabajo en la empresa de enmarcadores de su padre, donde había
permanecido una temporada, y se lanza a la aventura de triunfar en la
escena del music-hall. Tras actuar en varios teatros, acaban fichándole
como actor en varios filmes, como Oscar, champion de tennis, o Soigne ton gauche, de René Clement.
Interrumpe su incipiente carrera como actor la Segunda Guerra
Mundial, ya que es movilizado en septiembre de 1939 por el ejército
francés, que es derrotado rápidamente. Durante la mayor parte de la
contienda representó la citada "Impressions sportives", hasta que le
despiden del cabaret en el que trabajaba, tras dejar embarazada a una
bailarina, desentenderse de ella y negarse a reconocer a la niña que
ésta tuvo. Acaba casándose con Micheline Winter, en 1944, y al acabar
la guerra retoma su carrera como actor.
La auténtica época dorada de Tati comienza cuando empieza a dirigir.
Había rodado dos cortos cuando acomete la aventura de poner en marcha
su primer largometraje, Día de fiesta,
rodado en 1947, aunque los resultados no terminaron de convencer a los
distribuidores, por lo que no llegó a las pantallas hasta dos años más
tarde. El cómico daba rienda suelta a su peculiar estilo, forjado en
el music hall, y en la línea del slapstick del cine mudo, para contar
la historia de un cartero que durante la feria de su pueblo ve una
película que muestra los sofisticados métodos de reparto del correo en
Estados Unidos. Decide poner en marcha sus propios sistemas para ganar
en velocidad... Fue escogida para la sección oficial del Festival de
Venecia, donde recogió un Premio Internacional, y posteriormente fue un
taquillazo. Tati había encontrado la fórmula para conectar con el
público. Una de las grandes señas de identidad de este autor es su
reducción de los diálogos al mínimo, y también los peculiares sonidos de
sus películas. En esta cinta destaca el ruido de un insecto, pero en
sus siguientes trabajos siempre sacó mucho partido a los efectos
sonoros.
En su siguiente film vería la luz su personaje más popular. Años
atrás había pasado unos días de asueto en la casa de unos amigos junto a
la playa de Saint-Marc-sur-Mer, y decidió que algún día regresaría
allí para rodar una película. De esta forma, se fue allí a rodar Las vacaciones del señor Hulot (1953),
genial crítica de las actuales vacaciones programadas, donde encarna
por primera vez al tímido y sencillo protagonista, que se instala en un
hotel donde también veranean ingleses y alemanes. Hoy en día en esta
playa, una estatua del señor Hulot recuerda el rodaje del film. El
cineasta fue nominado al Oscar al mejor guión.
Poco después del estreno, Tati sufrió un aparatoso accidente de
coche, que le dejó bastantes secuelas, sobre todo en la mano izquierda.
Cuando más o menos se recuperó puso en marcha el regreso de Hulot, en Mi tío (1958),
su película más recordada, por muchísimas razones. Por ejemplo, por
gags tan hilarantes como los del surtidor del jardín de la tecnológica
casa de la hermana del protagonista, pero también por la peculiar y
pegadiza banda sonora de Franck Barcellini, Alain Romans y Norbert Glanzberg.
Y por supuesto, por su divertida y sutil crítica a la modernidad. Es
también una reivindicación del derecho a la divergencia, a ser
diferente. Ganó el Oscar a la mejor película extranjera y el Premio del
Jurado en Cannes.
Hulot se extravía en París en la excelente Playtime (1967),
que costó más de lo previsto, por sus costosos decorados, y pasó muy
desapercibido. Tati acaba arruinado, y nunca se recuperó. A pesar de
todo, la gente se acercaba a él y le decía que el film era bueno.
"¿Entonces yo tenía razón?", respondía Tatí. Sí, tenía razón, su sátira
de los modernos viajes organizados que idiotizan a los turistas sigue
estando, en el siglo XXI, de enorme actualidad.
Desde entonces tiene grandes problemas para financiar sus peliculas. Trafic (1971),
donde encarna por última vez a Hulot, está concebido originalmente
como un modesto telefilm, aunque acabó estrenándose en los cines.
También tiene un presupuesto reducido Zafarrancho en el circo, que se estrenó en la televisión sueca en 1973.
Durante muchos años, Tati estuvo intentando llevar al cine Confusion,
su último guión. Pero padecía de graves problemas de salud y además
fue incapaz de obtener financiación. Fallece por culpa de una embolia
pulmonar el 4 de noviembre de 1982 en la capital francesa. "Adiós,
Monsieur Hulot. Lo lloramos cuando ha muerto. ¡Habría que haberle
ayudado cuando estaba vivo!", explicaba un artículo en Paris Match. El
film animado de 2010 El ilusionista, de Jacques Tati se basa en un guión original del cómico, escrito en 1956.
"Les vacances de Monsieur Hulot" (1953) |
Un humorista genial y una semblanza a su altura!!
ResponderEliminar