EL ROMÁNTICO OSCURO
Tal día como hoy hace 165 años, abandonó el mundo de los mortales para pasar al de los inmortales el escritor, poeta, crítico y periodista estadounidense Edgar Allan Poe, uno de los grandes maestros universales del relato corto y un gigante de la Literatura. Él fue el primer escritor norteamericano de renombre que intentó hacer de la escritura su medio de vida (sin conseguirlo). De sí mismo escribió en 1944: "Mi vida ha sido capricho, impulso, pasión, anhelo de la soledad, mofa de las cosas de este mundo; un honesto deseo de futuro". Fallecido a los 40 años, su influencia en escritores posteriores es ingente (Baudelaire, Maupassant, Dostoievski, Kafka, Mann, Doyle, Lovecraft, Faulkner, Borges, Cortázar...) y también en el cine (Roger Corman) y la cultura popular.
Esto cuenta de él la página Biografías y Vidas:
Sus padres, actores de teatro itinerantes, murieron
cuando él era todavía un niño. Edgar Allan Poe fue educado por John
Allan, un acaudalado hombre de negocios de Richmond, y de 1815 a 1820
vivió con éste y su esposa en el Reino Unido, donde comenzó su
educación.
Después de regresar a Estados Unidos,
Edgar Allan Poe siguió estudiando en centros privados y asistió a la
Universidad de Virginia, pero en 1827 su afición al juego y a la bebida
le acarreó la expulsión. Abandonó poco después el puesto de empleado que
le había asignado su padre adoptivo, y viajó a Boston, donde publicó
anónimamente su primer libro, Tamerlán y otros poemas (Tamerlane and Other Poems, 1827).
Se alistó luego en el ejército, en el que permaneció dos años. En 1829 apareció su segundo libro de poemas, Al Aaraf,
y obtuvo, por influencia de su padre adoptivo, un cargo en la Academia
Militar de West Point, de la que a los pocos meses fue expulsado por
negligencia en el cumplimiento del deber.
En 1832, y después de la publicación de su tercer libro, Poemas
(Poems by Edgar Allan Poe, 1831), se desplazó a Baltimore, donde
contrajo matrimonio con su jovencísima prima Virginia Clem, que contaba
sólo catorce años de edad. Por esta época entró como redactor en el
periódico Southern Baltimore Messenger, y más tarde en varias revistas
en Filadelfia y Nueva York, ciudad en la que se había instalado con su
esposa en 1837.
Su labor como crítico literario incisivo y a menudo
escandaloso le granjeó cierta notoriedad, y sus originales apreciaciones
acerca del cuento y de la naturaleza de la poesía no dejarían de ganar
influencia con el tiempo. La larga enfermedad de su esposa convirtió su
matrimonio en una experiencia amarga; cuando ella murió, en 1847, se
agravó su tendencia al alcoholismo y al consumo de drogas, según
testimonio de sus contemporáneos. Ambas fueron, con toda probabilidad,
la causa de su muerte.
La obra de Edgar Allan Poe
Según
Poe, la máxima expresión literaria era la poesía, y a ella dedicó sus
mayores esfuerzos. Es justamente célebre su extenso poema El cuervo (The Raven, 1845), donde su dominio del ritmo y la sonoridad del verso llegan a su máxima expresión. Las campanas (The Bells, 1849), que evoca constantemente sonidos metálicos, Ulalume (1831) y Annabel Lee (1849) manifiestan idéntico virtuosismo.
Pero
la genialidad y la originalidad de Edgar Allan Poe encuentran quizás
su mejor expresión en los cuentos, que, según sus propias apreciaciones
críticas, son la segunda forma literaria, pues permiten una lectura sin
interrupciones, y por tanto la unidad de efecto que resulta imposible en
la novela.
Publicados bajo el título Cuentos de lo grotesco y de lo arabesco
(Tales of the Grotesque and Arabesque, 1840), aunque hubo nuevas
recopilaciones de narraciones suyas en 1843 y 1845, la mayoría se
desarrolla en un ambiente gótico y siniestro, plagado de intervenciones
sobrenaturales, y en muchos casos preludian la literatura moderna de
terror; buen ejemplo de ello es La caída de la casa Usher (The Fall of the House of Usher).
Su cuento Los crímenes de la calle Morgue
(The Murders in the Rue Morgue) se ha considerado, con toda razón, como
el fundador del género de la novela de misterio y detectivesca. Destaca
también su única novela Las aventuras de Arthur Gordon Pym (The narrative of Arthur Gordon Pym), de crudo realismo y en la que
reaparecen numerosos elementos de sus cuentos. La obra de Poe influyó
notablemente en los simbolistas franceses, en especial en Charles
Baudelaire, quien lo dio a conocer en Europa.
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