Maria Callas (New York, US, 2-12-1923 / Paris, France, 16-9-1977): In memoriam (1.01)

LA BIBLIA DE LA ÓPERA

"Es la Reina de Saba, la Emperatriz de China y la Zarina de Rusia. Es la Reina de España. Es Cleopatra. Es Aída. Que redoblen las trompetas. Cudruplíquense las fanfarrias. Es todas las reinas y emperatrices a la vez".
(Yves Saint Laurent)

Quienes me conocen saben que no hablo de religión en mi blog. Hoy se cumplen 37 años de la ausencia terrenal de Maria Callas, así que, por esta vez, haré una excepción y trataré de religión, o por expresarlo con más propiedad, de idolatría. A fin de cuentas, Callas es lo más parecido a una diosa en la tierra que yo haya conocido.

Ana María Cecilia Sofía Kalogeropoulos fue una soprano griega nacida en E.E.U.U. y la más renombrada de las cantantes líricas del siglo XX. Los críticos ensalzaron su técnica para el bel canto, su amplio registro vocal y sus dotes dramáticas. Su repertorio abarcó desde la ópera clásica a las óperas belcantistas de Donizetti, Bellini y Rossini, además de las óperas serias de Verdi y Puccini y, en su temprana carrera, a los dramas musicales de Wagner. Su enorme talento musical y dramático, que enardecía a las audiencias, y su particular belleza, la llevaron a ser aclamada como la Divina.
Nacida en Nueva York de emigrantes griegos, promovida por una abrumadora y dominante madre, recibió educación musical en Grecia, a cargo de la española Elvira Hidalgo. Estudiosa, trabajadora y voluntariosa, pero acomplejada por su sobrepeso y un físico entonces poco agraciado, se vió

forzada a encarar las exigencias de la pobreza en tiempos de guerra. De fuerte carácter, desarrolló un pertinaz instinto para afrontar disputas y escándalos en el curso de toda su trayectoria.
Debutó en Atenas en 1942 y dos años después decidió volver a Nueva York a reunirse con su padre, pero no consiguió abrirse camino en su país natal. A partir de 1947 se estableció en Italia. En 1949 se casó con Giovanni Battista Meneghini, casi treinta años mayor que ella, quien, a partir de entonces, se hizo cargo de administrar su carrera. En la década de los 50 consiguió éxitos arrolladores con proezas vocales que le dieron fama mundial. Hacia la mitad de esos años, decidió cambiarse a sí misma y de una mujer corpulenta se convirtió en una esbelta, glamourosa y elegante dama que copaba las portadas de las revistas. La prensa se regodeaba en publicitar el comportamiento temperamental de Callas, su supuesta rivalidad con Renata Tebaldi, la diva de la Scala de Milán, y sus amores ilícitos con el empresario naviero griego Aristóteles Onassis, con quién comenzó una relación en 1959. Su dramática vida y tragedia personal a menudo ensombreció en la prensa popular a la Callas artista. El ostensible deterioro de su antaño portentosa voz y el abandono de Onassis (por quien renunció a su nacionalidad estadounidense, que impedía el divorcio de su marido y la ansiada pero nunca celebrada posterior boda con su amante), oscurecieron sus últimos años. Falleció en Paris a los 53.
Para los anales de la historia de la ópera ha quedado un antes y un después de Maria Callas. Sus logros artísticos e influencia fueron tales que Leonard Bernstein la llamó 'La Biblia de la ópera'.

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