HAPPY BIRTHDAY, MICHELLE PFEIFFER!
La actriz estadounidense Michelle Pfeiffer, tres veces candidata al Oscar, seis a los Globos de Oro y ganadora de uno, además de un BAFTA británico y un Oso de Plata berlinés, cumple hoy 56 años.
Resumen biográfico extraído (con modificaciones y añadidos) de la página decine21:
Hay pocas fórmulas infalibles en Hollywood. La de la belleza y el
talento juntos es una de ellas. Y Michelle Pfeiffer puede presumir de
tenerla desde hace más de treinta años.
“Había una mujer; parecía de porcelana, con los ojos de un azul profundo
como los de un pájaro y su voz era como la de un ángel”. Esta
descripción en Lady Halcón sigue siendo perfectamente válida para ella. Quien fuera Miss Orange County siempre tuvo claro que su atractivo físico sería lo primero en llamar la atención a poco que se asomase por la gran pantalla. Jonathan Demme
lo advertía hace tiempo de manera agridulce: “Su rostro es tan
hermoso que los directores la suelen elegir por su belleza, olvidándose
de la actriz que lleva dentro”. Pero ha llovido mucho. Con más de 40
títulos en su currículum y 3 nominaciones al Oscar, pocos pueden
cuestionarle a Michelle Pfeiffer su
talento indiscutible. Hacerlo brillar se debió en parte a su afán por
burlar el encasillamiento fácil, a base de alternar drama y comedia con
desenvoltura. Aunque en sus más inmediatos inicios (televisión incluida)
tragó con películas de cuyo nombre mejor no acordarse, y eso que en Grease 2 (1982) era lo único salvable. Más estimulante es volverla a evocar de mujer del mafioso Al Pacino en El precio del poder (1983) de Brian de Palma, presa de un hechizo que le impide consumar el amor en Lady Halcón (1985) de Richard Donner, o como actriz voluble en la deliciosa Dulce libertad (1986) de Alan Alda.
A mediados de los ochenta, mientras se curtía en roles secundarios y
depuraba su estilo, soñaba con llegar a
la altura de su admirada Meryl Streep. Tras ser una de Las brujas de Eastwick (1987) de George Miller, junto a Cher y Susan Sarandon, la crítica se pone a sus pies por su trabajo en Casada con todos (1988) de Jonathan Demme. Luego de encabezar el reparto, junto a Mel Gibson y Kurt Russell de Tequila sunrise (1988), thriller escrito y dirigido por Robert Towne, su consagración definitiva llega al meterse en la piel de la vulnerable Madame Tourvel en Las amistades peligrosas (1988) de Stephen Frears, primero de sus trabajos nominado por la Academia (en la categoría de actriz de reparto) y como la sexy Susie Diamond en Los fabulosos Baker Boys (1989) de Steve Kloves, a la que le puso su más aterciopelada voz de cantante. Por este último trabajo se hace acreedora a muchos premios, entre ellos un Globo de Oro y una nominación al Oscar ya en la categoría de actriz protagonista.
Con acento extranjero y arrastrando la erre inició los noventa: La casa Rusia (1990) de Fred Schepisi, junto a Sean Connery, venía a marcar la constante en su carrera de emparejamiento con actores de peso: Al Pacino (Frankie & Johnny, 1991, de Garry Marshall), Jack Nicholson (Lobo, 1994, de Mike Nichols), Robert Redford (Intimo y personal, 1996, de Jon Avnet), George Clooney (Un día inolvidable, 1996, de Michael Hoffman), Bruce Willis (Historia de lo nuestro, 1999, de Rob Reiner).
Si volvió a realizar un papel secundario fue porque le apetecía hacer
de mala (“se lo pasan mejor que las modositas”) y nada mejor que
embutida en el felino traje de Catwoman, en Batman vuelve (1992) de Tim Burton, de la que explicó: “Quería trabajar en una de esas películas que recaudan más de 100
millones de dólares”. La experiencia le dio algunas claves para llevar
adelante la satisfactoria producción de Por encima de todo (1992) de Jonathan Kaplan, con la que opta por tercera vez al Oscar. Siempre convincente, la Pfeiffer ha repartido lecciones de cómo llorar y
sufrir. Enorme sensibilidad hay en el amor imposible en la
aristocrática Nueva York decimonónica de La edad de la inocencia (1993) de Martin Scorsese. Sencillamente, única.
Mentes peligrosas (1995) de
John N. Smith, Heredarás la tierra (1997) de
Jocelyn Moorhouse, En lo profundo del océano (1999) de Ulu Grosbard y sobre todo su papel de fría abogada de un deficiente mental en Yo soy Sam (2001) de Jessie Nelson, demuestran su buen estado de forma en el drama. Y en una de miedo, Lo que la verdad esconde (2000) de Robert Zemeckis, no le tiembla la mano al quitar la careta al mismísimo Harrison Ford.
Fiel a su idea de hacer películas que le interesen, cada vez se prodiga menos: La flor del mal (2002) de
Peter Kosminsky, Hairspray (2007) de Adam Shankman, Chéri (2009) de
Stephen Frears, Sombras tenebrosas (2012) de Tim Burton y Malavita (2013) de Luc Besson son sus más relevantes últimos trabajos.
Michelle Pfeiffer estuvo casada con el actor Peter Horton entre 1981 y 1988. Luego de una relación de tres años con el actor y productor Fisher Stevens, se casó en 1993 con el guionista televisivo y productor David E. Kelley. Meses antes había adoptado a una niña recién nacida, Claudia Rose. Al año siguiente tuvo un hijo biológico con su marido, John Henry.
Michelle Pfeiffer estuvo casada con el actor Peter Horton entre 1981 y 1988. Luego de una relación de tres años con el actor y productor Fisher Stevens, se casó en 1993 con el guionista televisivo y productor David E. Kelley. Meses antes había adoptado a una niña recién nacida, Claudia Rose. Al año siguiente tuvo un hijo biológico con su marido, John Henry.
La Edad de la Inocencia, encantadora!!!!
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