ACTRIZ DE GRAN PERSONALIDAD
La actriz española Emma Penella falleció tal día como hoy en 2007. Intérprete de gran personalidad, de joven fue una mujer de bandera y de madura una popular y prestigiosa característica. Tuvo una irregular carrera en la que sobresalen Cómicos (1954) de Juan Antonio Bardem y, sobre todo, El verdugo (1963) de Luis García Berlanga. Estuvo casada con el productor Emiliano Piedra. En 1997 recibió la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes.
La actriz española Emma Penella falleció tal día como hoy en 2007. Intérprete de gran personalidad, de joven fue una mujer de bandera y de madura una popular y prestigiosa característica. Tuvo una irregular carrera en la que sobresalen Cómicos (1954) de Juan Antonio Bardem y, sobre todo, El verdugo (1963) de Luis García Berlanga. Estuvo casada con el productor Emiliano Piedra. En 1997 recibió la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes.
Manuela Ruiz Penella (su nombre natal) era hija del político Ramón Ruiz Alonso y nieta del compositor Manuel Penella Moreno. Su padre fue un ultraderechista que denunció a Federico García Lorca y, a consecuencia de ello, el poeta granadino murió fusilado. Emma y sus hermanas menores, las futuras actrices Elisa Montés y Terele Pávez, crecieron en un enrarecido ambiente familiar con esa ominosa carga, de la que, convertida en tabú, nunca accedieron a hablar en público. De hecho, ninguna de las tres utilizó el apellido paterno como nombre artístico. Emma escogió el apellido de su abuelo materno, famoso autor de "El gato montés". Sin acabar el bachillerato, empezó su carrera como meritoria en el teatro y doble de luces en el cine. Su debut en la pantalla se produjo con Truhanes de honor (1950) de Eduardo García Maroto, drama con reparto encabezado por José Bódalo. En 1951 actuó en la comedia clásica "El desdén con el desdén" de Agustín Moreto, junto a Adolfo Marsillach, Enrique Guitart, José María Rodero y Rafael Alonso, dirigida por Luis Escobar.
Entre sus primeras películas figuran Barco sin rumbo (1952) de
José María Elorrieta, drama con Gerard Tichy, Los ojos dejan huellas (1952) de José Luis Sáenz de Heredia, drama de intriga con Raf Vallone, Elena Varzi, Julio Peña y Fernando Fernán Gómez, Doña Francisquita (1952) de Ladislao Vajda, adaptación de la zarzuela homónima, con Mirtha Legrand y Armando Calvo, ¡Che, qué loco! (1953) de Ramón Torrado, comedia con Pepe Iglesias 'El Zorro', Carne de horca (1953) de Ladislao Vajda, film de aventuras decimonónicas en las sierras granadinas con Rossano Brazzi, Fosco Giachetti y José Nieto, y Aventuras del barbero de Sevilla (1954) de Ladislao Vajda, comedia musical con Luis Mariano y Lolita Sevilla. En todas ellas la voz ronca de Emma, entonces considerada disonante, fue doblada. Juan Antonio Bardem fue el primero que le permitió usar su propia voz en la película Cómicos (1954) por él dirigida, un drama sobre una compañía de teatro ambulante, con Elisa Christian Galvé y Fernando Rey.
Después protagonizó Tres hombres van a morir (1954) de Feliciano Catalán y René Chanas, drama de aventuras en el Sahara con Julio Peña, Michel Auclair y Fernando Sancho, El guardián del paraíso (1955) de Arturo Ruiz Castillo, comedia con Fernando Fernán Gómez, Los peces rojos (1955) de José Antonio Nieves Conde, drama de intriga con Arturo de Córdova, Fedra (1956) de Manuel Mur Oti, banalización de la tragedia de Séneca, con Enrique Diosdado y Vicente Parra, donde la sensualidad de Emma escandalizó a muchos, El batallón de las sombras (1957) de Manuel Mur Oti, drama con reparto multiestelar, Un marido de ida y vuelta (1957) de Luis Lucia, comedia con Fernando Fernán Gómez y Fernando Rey, La guerra empieza en Cuba (1957) de Manuel Mur Oti, comedia de época con Gustavo Rojo, De espaldas a la puerta (1959) de José María Forqué, drama criminal con Amelia Bence, Luis Prendes, Elisa Loti y Luis Peña, Un ángel tuvo la culpa (1960) de Luis Lucia, comedia con José Luis Ozores, Roberto Camardiel y Amparo Rivelles, Sentencia contra una mujer (1960) de Antonio Isasi-Isasmendi, western con José Guardiola, El amor de los amores (1962) de Juan de Orduña, drama con Arturo de Córdova y Jorge Mistral, Alegre juventud (1963) de Mariano Ozores, comedia religiosa con Adolfo Marsillach, José Luis Ozores, Antonio Ozores, Elisa Montés, Manuel Gil y Rafael Arcos, La cuarta ventana (1963) de Julio Coll, drama criminal con Elisa Montés, Terele Pávez y Ángel del Pozo, Carta a una mujer (1963) de Miguel Iglesias, drama con Luis Prendes, José Guardiola y Rafael Durán, y El verdugo (1963), la gran obra maestra de Luis García Berlanga, una negra tragicomedia con Nino Manfredi y José Isbert formulada como un arriesgado, contundente y duro alegato contra la pena de muerte, que muchos críticos consideran la mejor película de la historia del cine español.
Ese año Emma conoció al productor Emiliano Piedra y se enamoró de él. Ambos de la misma edad, acabaron por casarse y de su matrimonio nacerían tres hijas, Emma, Lola y Emiliana. En 1991 enviudaría de Piedra.
Su filmografía continúa con títulos como La hora incógnita (1964) de Mariano Ozores, una rareza de ciencia-ficción con José Luis Ozores, Antonio Ozores y Carlos Ballesteros, La muerte viaja demasiado (1965), comedia de episodios dirigidos por Claude Autant-Lara, José María Forqué y Giancarlo Zagni, con José Luis López Vazquez por la parte española, Lola, espejo oscuro (1965) de Fernando Merino, drama sobre prostitución, con Carlos Estrada, Manolo Gómez Bur y Elena María Tejeiro, o La busca (1966) de Angelino Fons, drama basado en la novela de Pio Baroja, con Jacques Perrin, Sara Lezana, Hugo Blanco y Daniel Martín. Su marido fue el productor de sus tres siguientes películas: Fortunata y Jacinta (1969) de Angelino Fons, drama basado en la novela de Galdós, con Liana Orfei y Máximo Valverde, La primera entrega de una mujer casada (1971) de Angelino Fons, drama con Glen Lee, Franco Citti y Bruno Corazzari, y La Regenta (1974) de Gonzalo Suárez, drama basado en la novela de Clarín, con Nigel Davenport, Keith Baxter y Adolfo Marsillach. En las adaptaciones de Galdós y Clarín ella ya estaba pasada de edad, pero las cintas tuvieron éxito comercial.
Penella volvió al teatro y tardó once años en ponerse de nuevo ante una cámara. Su retorno se produjo, ya como actriz de carácter entrada en carnes, con Padre nuestro (1985) de Francisco Regueiro, drama con Francisco Rabal, Fernando Rey y Victoria Abril, actuando después en la producción de Piedra El amor brujo (1986) de Carlos Saura, drama musical con Antonio Gades, Cristina Hoyos, Laura del Sol y Juan Antonio Jiménez, La estanquera de Vallecas (1987) de Eloy de la Iglesia, adaptación de la obra teatral de José Luis Alonso de Santos, con José Luis Gómez, José Luis Manzano y Maribel Verdú, Viento de cólera (1988) de Pedro de la Sota, film de aventuras en el siglo XV con Juan Echanove, Pedro Mari Sánchez y Aitana Sánchez-Gijón, Doblones de a ocho (1990) de Andrés Linares, drama con Omero Antonutti y Fernando Guillén, Mar de luna (1995) de Manuel Matji, drama medieval con José Sancho, Esperanza Campuzano y Santiago Alonso, Pídele cuentas al rey (1999) de José Antonio Quirós, comedia dramática con Antonio Resines, Adriana Ozores y Jesús Bonilla, y Los novios búlgaros (2003) de Eloy de la Iglesia, adaptación de la novela homónima de Eduardo Mendicutti, con Fernando Guillén Cuervo y Dritan Biba.
Del teatro se despidió en 1996 con "El enfermo imaginario" de Molière. En la última etapa de su carrera trabajó asímismo en series de TVE como Juncal (1988) de Jaime de Armiñán, El Quijote de Miguel de Cervantes (1992) de Manuel Gutiérrez Aragón, que produjo Emiliano Piedra, el telefilm Blasco Ibáñez, la novela de su vida (1998), dirigido por Luis García Berlanga, donde interpretó a Emilia Pardo Bazán, o las populares series Aquí no hay quien viva (2003-2006) de Antena 3 y La que se avecina (2007) de Telecinco.
Emma Penella falleció de septicemia a la edad de 76 años.
Ese año Emma conoció al productor Emiliano Piedra y se enamoró de él. Ambos de la misma edad, acabaron por casarse y de su matrimonio nacerían tres hijas, Emma, Lola y Emiliana. En 1991 enviudaría de Piedra.
Su filmografía continúa con títulos como La hora incógnita (1964) de Mariano Ozores, una rareza de ciencia-ficción con José Luis Ozores, Antonio Ozores y Carlos Ballesteros, La muerte viaja demasiado (1965), comedia de episodios dirigidos por Claude Autant-Lara, José María Forqué y Giancarlo Zagni, con José Luis López Vazquez por la parte española, Lola, espejo oscuro (1965) de Fernando Merino, drama sobre prostitución, con Carlos Estrada, Manolo Gómez Bur y Elena María Tejeiro, o La busca (1966) de Angelino Fons, drama basado en la novela de Pio Baroja, con Jacques Perrin, Sara Lezana, Hugo Blanco y Daniel Martín. Su marido fue el productor de sus tres siguientes películas: Fortunata y Jacinta (1969) de Angelino Fons, drama basado en la novela de Galdós, con Liana Orfei y Máximo Valverde, La primera entrega de una mujer casada (1971) de Angelino Fons, drama con Glen Lee, Franco Citti y Bruno Corazzari, y La Regenta (1974) de Gonzalo Suárez, drama basado en la novela de Clarín, con Nigel Davenport, Keith Baxter y Adolfo Marsillach. En las adaptaciones de Galdós y Clarín ella ya estaba pasada de edad, pero las cintas tuvieron éxito comercial.
Penella volvió al teatro y tardó once años en ponerse de nuevo ante una cámara. Su retorno se produjo, ya como actriz de carácter entrada en carnes, con Padre nuestro (1985) de Francisco Regueiro, drama con Francisco Rabal, Fernando Rey y Victoria Abril, actuando después en la producción de Piedra El amor brujo (1986) de Carlos Saura, drama musical con Antonio Gades, Cristina Hoyos, Laura del Sol y Juan Antonio Jiménez, La estanquera de Vallecas (1987) de Eloy de la Iglesia, adaptación de la obra teatral de José Luis Alonso de Santos, con José Luis Gómez, José Luis Manzano y Maribel Verdú, Viento de cólera (1988) de Pedro de la Sota, film de aventuras en el siglo XV con Juan Echanove, Pedro Mari Sánchez y Aitana Sánchez-Gijón, Doblones de a ocho (1990) de Andrés Linares, drama con Omero Antonutti y Fernando Guillén, Mar de luna (1995) de Manuel Matji, drama medieval con José Sancho, Esperanza Campuzano y Santiago Alonso, Pídele cuentas al rey (1999) de José Antonio Quirós, comedia dramática con Antonio Resines, Adriana Ozores y Jesús Bonilla, y Los novios búlgaros (2003) de Eloy de la Iglesia, adaptación de la novela homónima de Eduardo Mendicutti, con Fernando Guillén Cuervo y Dritan Biba.
Del teatro se despidió en 1996 con "El enfermo imaginario" de Molière. En la última etapa de su carrera trabajó asímismo en series de TVE como Juncal (1988) de Jaime de Armiñán, El Quijote de Miguel de Cervantes (1992) de Manuel Gutiérrez Aragón, que produjo Emiliano Piedra, el telefilm Blasco Ibáñez, la novela de su vida (1998), dirigido por Luis García Berlanga, donde interpretó a Emilia Pardo Bazán, o las populares series Aquí no hay quien viva (2003-2006) de Antena 3 y La que se avecina (2007) de Telecinco.
Emma Penella falleció de septicemia a la edad de 76 años.
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