BELLA, VIVAZ Y MALICIOSA
Hoy se cumplen diez años del fallecimiento de la actriz estadounidense Virginia Mayo. En una carrera de más de cuarenta títulos, trabajó con directores importantes como William Wyler, Howard Hawks, Raoul Walsh o Jacques Tourneur y dejó a la posteridad su versátil presencia en varios destacados títulos de géneros diversos del cine clásico.
Perfil biográfico a partir de la página El Criticón:
Perfil biográfico a partir de la página El Criticón:
Una de las bellezas del cine hollywoodense de los años 40 y 50, Virgina Clara Jones nació en St. Louis en el seno de una familia bien conocida en la ciudad y de posición bastante acomodada. Desde pequeña comenzó a estudiar baile y canto, artes que le sirvieron
para introducirse en el espectáculo musical de su localidad natal. En 1941, ya con el nombre de Virginia Mayo, apareció en Broadway en el musical "Banjo eyes" con Eddie Cantor. Tras ser descubierta por el productor Samuel Goldwyn que la contrató para su compañía, una de sus primeras películas fue Las aventuras de Jack London (1943) de Alfred Santell, un título protagonizado por Susan Hayward y Michael O'Shea. Con este actor se casaría en 1947. Su primer rol protagonista fue en La princesa y el pirata (1944) de David Butler, comedia donde tuvo como oponente a Bob Hope. En el mismo género fue emparejada a Danny Kaye en Un hombre fenómeno (1945) de Bruce Humberstone y El asombro de Brooklyn (1946) de Norman Z. McLeod. A continuación formó parte del reparto estelar de Los mejores años de nuestra vida (1946) de William Wyler, drama sobre la readaptacion a la vida civil de tres veteranos de la Segunda Guerra Mundial que ganó siete Oscars. Repitió como pareja Danny Kaye en La vida secreta de Walter Mitty (1947) de Norman Z. McLeod y Nace una canción (1948) de Howard Hawks, remake musical de "Bola de fuego" del propio director. Finalizó la década con dos títulos importantes de Raoul Walsh: el western Juntos hasta la muerte (1949) de Raoul Walsh, con Joel McCrea y el drama carcelario Al rojo vivo (1949), una de las cumbres del cine de gangsters, con James Cagney.
En los años 50 continuó su regularidad en Hollywood, apuntalando su
sensual imagen en la que ni su leve estrabismo aminoró el atractivo que ejercía para sus seguidores. Los títulos más recomendables de Virginia en este decenio (muchos de
ellos de aventuras y del Oeste) son El halcón y la flecha (1950)
de Jacques Tourneur, acompañando a Burt Lancaster, Camino de la horca (1951) de Raoul Walsh, con Kirk Douglas, El hidalgo de los Mares (1951), también de Walsh, con Gregory Peck, La novia de acero (1952) de Gordon Douglas, con Alan Ladd, El talismán (1954) de David Butler, con Rex Harrison, Una pistola al amanecer (1956) de Jacques Tourneur, con Robert Stack, Quince balas (1958) de Gordon Douglas, con Clint Walker, y Nacida en el Oeste (1959) de Budd Boetticher, con Randolph Scott.
A partir de los años 60, la actriz de Missouri fue paulatinamente apartándose del cine,
apareciendo en pocos papeles y en películas menores de serie B. Su vida marital fue feliz a lado de O'Shea hasta el fallecimiento de
este último en 1973. Tuvieron una hija a la que llamaron Mary
Catherine. En 2005 Virginia Mayo murió a la edad de 84 años.
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