SECUNDARIA DE LUJO
Hoy se cumplen siete años del fallecimiento de la actriz estadounidense Shelley Winters, ganadora de dos Oscars como actriz secundaria y un Emmy. En sus más de cincuenta años de carrera, en la que comenzó interpretando con credibilidad a mujeres vulnerables o víctimas, para incorporar en edad más madura a madres abusivas o burguesas lloronas, sus personajes, carentes de glamour, se caracterizan generalmente por su gran humanidad.
Reseña biográfica a partir de la página El Criticón:
Gran actriz de fuerte carácter, extensa carrera cinematográfica y notable personalidad dentro y fuera de la pantalla, Shelley Winters, cuyo nombre real era Shirley Schrift, era hija de un sastre y de una cantante de ópera. Cuando Shelley era muy pequeña, toda la familia Schrift se trasladó a
Nueva York, ciudad en la que estudió interpretación en la New School for
Social Research. A los diecinueve años, Shelley debutó en Broadway con la obra "The
night before Christmas", y a los veintiuno inició su carrera
cinematográfica en los estudios Columbia con su corta aparición en la
película What a woman! (1943), una comedia dirigida por Irving
Cummings que estaba protagonizada por Rosalind Russell. Cuando llegó a Hollywood, la actriz se instaló en un
apartamento compartido con otra intérprete que también buscaba hacerse
un hueco en el mundo del cine: Marilyn Monroe. En 1942 se casó con su primer marido, Paul Miller. El matrimonio se rompería en 1952. Durante toda la década de los 40, Shelley Winters prosiguió su andadura
cinematográfica, pero generalmente en papeles muy secundarios y sin acreditar.
Todo cambió gracias a su actuación en Doble vida (1947), film dirigido por George Cukor y protagonizado por Ronald Colman con el que Shelley consiguió mejorar su posición dentro del panorama cinematográfico. En los últimos años 40 se la pudo contemplar en títulos como Aves de rapiña (1948) de George Sherman, Una vida marcada (1948) de Robert Siodmak, Un paso en falso (1949) de Chester Erskine o El gran Gatsby (1949) de Elliott Nugent.
Todo cambió gracias a su actuación en Doble vida (1947), film dirigido por George Cukor y protagonizado por Ronald Colman con el que Shelley consiguió mejorar su posición dentro del panorama cinematográfico. En los últimos años 40 se la pudo contemplar en títulos como Aves de rapiña (1948) de George Sherman, Una vida marcada (1948) de Robert Siodmak, Un paso en falso (1949) de Chester Erskine o El gran Gatsby (1949) de Elliott Nugent.
La década de los 50 fue la mejor y más destacada de su carrera como
actriz cinematográfica. En esa época perfeccionó sus aptitudes
interpretativas acudiendo al célebre Actors Studio neoyorquino y triunfó
en películas como Winchester 73 (1950), western de Anthony Mann con James Stewart, Yo amé a un asesino (1951) de John Berry, drama criminal con John Garfield, Un lugar en el sol (1951)
de George Stevens, excelente drama psicológico con Montgomery Clift y Elizabeth Taylor, por el que Winters obtuvo su primera nominación al Oscar, Llama un desconocido (1952) de Jean Negulesco, drama sobre los supervivientes de un accidente aéreo, La torre
de los ambiciosos (1954) de Robert Wise, drama sobre el mundo de las finanzas con reparto multiestelar, Mambo (1954)
de Robert Rossen, donde compartió créditos con Silvana Mangano, Michael Rennie y Vittorio Gassman, actor con quien estuvo casada entre 1952 y 1954, padre de su única hija, Vittoria, Soy
una cámara (1955) de Henry Cornelius, producción británica basada en "Historias de Berlin" de Christopher Isherwood y en la subsiguiente obra teatral de John Van Druten, con Julie Harris y Laurence Harvey, La noche del cazador (1955) de Charles Laughton, excelente thriller con Robert Mitchum y Lillian Gish, The big knife (1955), noir de Robert Aldrich o He muerto miles de veces (1955) de Stuart Heisler, remake de "El último refugio" de Raoul Walsh, con Jack Palance. En los siguientes cuatro años trabajó en televisión y teatro, incluyendo su retorno a Broadway con A hatful of rain (1955-1956), donde actuó junto a su futuro tercer marido, Anthony Franciosa, con quien estuvo casada entre 1957 y 1960. Volvió al cine con El diario de Ana Frank
(1959) de George Stevens, por la que logró su primer Oscar a la mejor actriz secundaria.
La actriz continuó trabajando en las siguientes décadas, expandiendo
sus apariciones en la pantalla grande con intervenciones televisivas y
teatrales. En el cine destacó en títulos como Los jóvenes salvajes (1961) de John
Frankenheimer, Lolita (1962) de Stanley Kubrick, Confidencias de
mujer (1962) de George Cukor, Wives and lovers (1963) de John Rich, A house is not a home (1964) de Russell Rouse, Los indiferentes (1964) de Francesco Maselli, Un retazo de azul (1965) de Guy Green, drama exploratorio del racismo que le supone su segundo Oscar como actriz secundaria, Harper,
investigador privado (1966) de Jack Smight, Alfie (1966) de Lewis Gilbert, Camino de la venganza (1968) de Sydney Pollack, El presidente (1968) de
Barry Shear, Buona sera, Sra. Campbell (1968) de Melvin Frank, Mamá sangrienta (1970) de Roger Corman, El indio altivo (1970) de Carol Reed, ¿Qué le pasa a Helen? (1971) de Curtis Harrington, La aventura del
Poseidón (1972) de Ronald Neame, por la que consigue un Globo de Oro y su última candidatura al Oscar, Blume in love (1973) de Paul
Mazursky, Ruta hacia el pánico (1975) de Daniel Mann, Próxima parada, Greenwich Village (1976) de Paul
Mazursky, El quimérico inquilino (1976) de Roman Polanski, Un burgués pequeño, muy pequeño (1977) de Mario Monicelli, por la que ganó un David di Donatello, Pedro y el dragón Elliot (1977) de Don Chaffey, o S.O.B. (1981) de Blake Edwards.
Shelley Winters falleció a causa de un fallo cardíaco a los 85 años de edad. Horas antes de morir se casó por cuarta vez con Gerry DeFord.
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