EL CREADOR DE SVENGALI
En el aniversario de su fallecimiento recordamos al novelista, ilustrador y caricaturista franco-británico George Du Maurier. Observador escrupuloso e irónico de todas las clases sociales que formaban el entramado de la sociedad victoriana, retrató con habilidad y sarcasmo personajes, situaciones y actitudes costumbristas en diversas revistas satíricas londinenses (Once a week, Punch, Cornhill) e ilustró novelas por entregas. Sus suavemente satíricas caricaturas eran destinadas en especial a los nuevos ricos y a los estetas guiados por Oscar Wilde. En los últimos años de su vida, debido a problemas de la vista, se convirtió en escritor y consiguió una enorme popularidad con su novela Trilby (1894), considerada el primer 'best seller' de la era moderna y donde creó el perverso personaje de Svengali, icónico de la literatura inglesa del siglo XIX.
Hijo de un inventor científico y una cortesana, George Louis Palmella Busson Du Maurier fue educado con la idea de que sus aristocráticos abuelos habían huido de Francia durante la Revolución, abandonando tras ellos extensas propiedades para vivir en Inglaterra como emigrantes. La verdad, sin embargo, es que el abuelo de George fue soplador de vidrio de profesión y un especulador por afición, que abandonó Francia en 1789 para evitar ser procesado por fraude. Más adelante la familia cambió su nombre a Du Maurier.
Poco después del nacimiento de George, su familia se trasladó a Bruselas, donde su padre trabajó como consejero científico de la embajada portuguesa, aunque en 1842 volvieron a residir en París. George creció creyendo el mito de que el linaje de su familia se retrotraía hasta el siglo XII. Como nieto de un francés que había huido a Inglaterra y como el hijo de una mujer inglesa exiliada en Francia por motivos sociales, aprendió inglés y francés simultáneamente. En 1851, tras suspender su examen de latín, no pudo graduarse, pero su padre lo arregló todo rápidamente para que su hijo completara su formación estudiando química en la Universidad de Londres, ciudad a la que se mudó con toda la familia. El joven dejó la química pronto y durante un tiempo aspiró a ser cantante de ópera, pero su voz no era adecuada para ello. Deprimido, se dedicaba a errar por la National Gallery, el mercado de Covent Garden y el Museo Británico hasta que finalmente se decantó por los lápices y el dibujo. En 1853 una hermana suya le presentó a la hermosa heredera Emma Wightwick, que una década más tarde acabaría siendo su esposa. En 1856, poco después del funeral de su padre, George se marchó otra vez, ahora para estudiar arte en París; de nuevo, toda la familia lo acompañó. Continuó sus estudios artísticos en Amberes, Malinas y Düsseldorf, y volvió a Londres en 1860 para buscar empleo como ilustrador de revistas. En otoño, la revista Once a week accedió a publicarle sus primeras ilustraciones.
En 1861, cuando empezaba a hacerse un nombre como dibujante y a recibir encargos frecuentes de Once a week, George Du Maurier propuso matrimonio a Emma Wightwick. A pesar de la oposición de la madre de George, éste se casó con Emma el 3 de enero de 1863. La pareja procrearía cinco hijos. En dos años Du Maurier fue designado para formar parte de la plantilla de la revista satírica Punch, y allí permanecería como dibujante e ilustrador hasta su muerte. En 1866 envió a la revista su primer gran trabajo, una serie titulada «La leyenda de Camelot», que satirizaba las principales figuras del movimiento estético del momento (los prerrafaelistas) y su idea del culto a la belleza.
En 1869, Du Maurier y los suyos se trasladaron a la comunidad bohemia del Hampstead Heath de Londres. Las vacaciones de verano de los Du Maurier en las playas costeras occidentales de Francia, así como la vida social y artística de su pequeño barrio, eran reflejadas a menudo en las viñetas de Du Maurier para Punch. También ilustraría novelas de autores como Thomas Hardy o William Thackeray entre otros. En 1874, a la edad de cuarenta años, Du Maurier se trasladó con su familia a New Grove House, Hampstead, que fue su hogar durante los siguientes veinte años. A principio de la década de los 70, Du Maurier empezó a sufrir problemas de vista, por lo que su doctor le recomendó trabajar con un formato mayor. Como resultado, la calidad del trabajo de Du Maurier disminuyó.
Tras unirse al Rabelais Club, fundado en 1879, que celebraba cenas literarias cada dos meses, frecuentó a novelistas como Henry James, Thomas Hardy o Bret Harte. La década siguiente conllevó para él una serie de desengaños, sobre todo cuando en 1880 no le dieron el anhelado puesto de editor jefe de Punch. En 1886 contribuyó a la revista Harper’s monthly magazine con unos dibujos y finalmente con la novela Peter Ibbetson en 1891, publicada por entregas con 48 láminas ilustrativas. Inspirada en recuerdos felices de su propia infancia, cuenta la romántica historia de un niño inglés llevado a vivir en París. Allí conocerá a una chica inglesa, a la que años después y tras la muerte de los padres de ambos, volverá a encontrar en Inglaterra. Profundamente enamorados ambos, desarrollarán un sueño común y la habilidad de viajar juntos a traves del tiempo y el espacio mientras sueñan. La novela obtuvo un éxito moderado en su día, pero se hizo más conocida por sus adaptaciones al teatro (1915 en Londres, 1917 en Broadway), la ópera (1931), y el cine (1935). El film "Peter Ibbetson", que dirigió Henry Hathaway y protagonizaron Gary Cooper y Ann Harding es un clásico de culto del cine romántico.
Trilby (1894), su segunda novela, se inspira en el ambiente bohemio parisino que Du Maurier vivió en su juventud e incluye 130 ilustraciones. Curiosamente, antes de escribirla, su autor había ofrecido el argumento a su amigo Henry James, quien lo declinó aduciendo que no iba con su estilo. Es la historia de Trilby O'Ferrall, una hermosísima joven irlandesa que, a mediados del siglo XIX, trabaja como modelo de desnudos en el Barrio Latino de París. Evidentemente, con tal oficio, su honor está perdido. A pesar de ello es alegre, bondadosa y cautivadora, por lo que pronto conquistará el corazón de Little Billee, un prometedor pintor inglés. Pero la madre de éste interviene impidiendo el matrimonio y separando a los enamorados. Trilby cae en las garras de Svengali, un diabólico hipnotista y músico que la corrompe, domina y explota. Bajo su siniestro y poderoso influjo se convierte en una prodigiosa cantante (aunque ella era incapaz de cantar sin desafinar) a cuyos pies se rinde toda Europa, pero su vida no será más fácil. El intenso odio de Svengali hacia sus rivales por los afectos de Trilby (sus viejos amigos, los artistas Little Billee, Laird y Taffy) la precipita a un ataque cardiaco, del que la cantante se despierta como de un sueño, olvidada de toda su carrera profesional y, de hecho, ya incapaz de cantar de ninguna manera. Agotada de haber servido durante años como marioneta de Svengali, muere poco después que su amo, y Little Billee, con el corazón roto, muere también poco después que ella. A pesar de su desenlace trágico, la atmósfera de la novela, que en total, aunque de forma intermitente, recorre unos veinticinco años de la vida de sus principales personajes, logra cautivar al lector con su mezcla de exaltación romántica, vitalidad y misterio. En los años siguientes, Trilby causó auténtica sensación (a finales del año de su publicación había vendido 300.000 ejemplares) y, sobre todo en los países anglosajones, originó en las postrimerías del siglo XIX la trilbymania que dio nombre a parodias, canciones, bailes, botas, zapatos, vestidos, sombreros, broches de plata, jabones, pasta dental, salchichas, salsas, e incluso a una población en Florida. En 1895 fue trasladada al teatro y, con el título de "Svengali", se rodaron varias películas: una silente en Alemania dirigida por Paul Wegener en 1927, otra en Hollywood dirigida por Archie Mayo en 1931 (con John Barrymore y Marian Marsh), otra británica dirigida por Noel Langley en 1954, y un telefilm dirigido por Anthony Harvey en 1983 con una versión modernizada que contó con Peter O'Toole y Jodie Foster como protagonistas. Asímismo, la trama inspiraría a Gaston Leroux en su novela "El fantasma de la ópera" (1910).
Du Maurier se convirtió en un hombre muy rico, pero apenas le quedaría tiempo para disfrutarlo. Su tercera y última novela, El marciano, se publicaría póstumamente en 1898. Se trata de una fantasía romántica (con algunos rasgos autobiográficos) en la que su protagonista es poseído por el espíritu de una extraterrestre. Su éxito fue considerablemente menor.
El tardío escritor no falleció en su querido Hampstead, sino en Oxford Square, cerca de Hyde Park, donde él y su mujer se habían mudado en 1895. Tenía 62 años y su muerte, como la de Svengali, se debió a un fallo cardiaco. Todas las personas que fueron importantes para él y que seguían vivas asistieron a su funeral. Atrás quedaron multitud de historias que rondaban por su imaginación y no dispuso del tiempo necesario para desarrollarlas. Sus nietas, las escritoras Daphne Du Maurier y Angela Du Maurier, continuaron mucho después sus pasos literarios.
Ilustración original de "Trilby" |
De lo mejor que ha publicado Javi! Un excelente texto sobre Du Maurier con lujo de detalles!
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