EL MÁS CÉLEBRE NARRADOR DE CUENTOS INFANTILES
Hoy es aniversario natal del escritor francés Charles Perrault, reconocido por recopilar y transcribir cuentos de la tradición oral francesa o europea, dando pie a la creación de un nuevo género literario, los cuentos de hadas. Sus obras de este género forman parte de la narrativa universal y son imprescindibles para comprender una magia que transformó para siempre el poder de la narración. Algunas de sus historias influenciaron las versiones germánicas de las mismas a cargo de los Hermanos Grimm, publicadas más de cien años después. Estas historias impresas se han transmitido a lo largo de muchas generaciones, continúan vigentes y han inspirado óperas, ballets, obras de teatro o películas.
Nacido en el seno de una acomodada familia burguesa (su padre era abogado en el Parlamento), Charles Perrault nació durante un parto doble cuyo gemelo falleció a los seis meses de venir al mundo. En 1637 ingresó en el colegio de Beauvais, donde demostró gran destreza con las lenguas muertas. Muy aficionado a la poesía y literatura desde su mocedad, en 1643 comenzó a estudiar Derecho a fin de seguir los pasos de su padre y su hermano mayor, recaudador general y su principal protector.
En 1651 se licenció en el Colegio de Abogados y tres años después se
convirtió en funcionario del sistema gubernamental. Entre sus primeras
aportaciones, Perrault participó en la creación de la Academia de las
Ciencias y en la restauración de la Academia de Pintura. Sin embargo, y a pesar de su
posición en el seno político y su relación con el arte, el escritor nunca
fue en contra del sistema ni tampoco dio señas de la fantasía que mostrarían sus cuentos años después. Su vida se limitaba a cumplir su
trabajo y honrar al rey Luis XIV en forma de poemas y diálogos, lo cual
le valió la admiración de las altas esferas y el cargo de secretario de
la Academia Francesa en 1663 bajo la dirección de su mayor valedor,
Jean-Baptiste Colbert, ministro y consejero de Luis XIV. Mientras tanto, frecuentaba los salones de las clases altas, haciéndose apreciar por su sprit y por su amabilidad. En 1665 se convertiría en uno de los primeros funcionarios reales.
Desde 1671, fecha de su ingreso en la Academia Francesa, tomó
parte muy activa en sus deliberaciones. Colbert le había confiado
oficiosamente la misión de apoyar en el campo literario la
política de prestigio con la que reforzaría y ampliaría
la autoridad de la monarquía; el poeta oficial Jean Chapelain le
ayudó en aquella labor. Controlador general de la Academia, Perrault propuso una reforma en
la organización
de la misma y en el nombramiento de sus miembros; a partir
de comienzos de 1672, las sesiones fueron públicas. Pero, pese a sus
muchos
esfuerzos y a los poderosos apoyos con que contaba, se atrajo la
enemistad de otros grupos, en especial del crítico y poeta Nicolas Boileau y sus
seguidores.
En 1672, a los cuarenta y cuatro años contrajo matrimonio con la joven Marie Guichon, de diecinueve, que le dio cuatro hijos y falleció de sobreparto en 1678. Sus sinsabores se acentuaron en 1682 cuando Colbert le obligó a ceder a su propio hijo su cargo en la Academia. Un año después Colbert murió y Perrault dejó de percibir la pensión asignada. Desde 1683 se dedicó por entero a la literatura.
A comienzos de 1687 leyó en la Academia un poema titulado El
siglo de Luis el Grande, en el que sostenía la superioridad de los escritores modernos sobre los antiguos. Nicolas
Boileau, Jean
Racine y otros ridiculizaron el poema, y Perrault replicó remachando y explicando sus teorías en los cuatro volúmenes
de su Comparación entre antiguos y modernos (1688-1697). Las preferencias expresadas por Perrault levantaron un prolongado debate
público que se convirtió en la famosa 'querella de los antiguos y los modernos'. La controversia sería continuada por otros escritores incluso después de la aparente reconciliación en 1700 de Boileau y Perrault.
Sus primeros cuentos en verso editados fueron Los deseos ridículos (1693) y Piel de asno (1694). En enero de 1697 publicó Perrault el libro al que debe su celebridad: Historias o cuentos de tiempos pasados, conocidos como Cuentos de Mamá Ganso por la ilustración gráfica de su portada. Este volumen contenía sus cuentos más famosos: La bella durmiente del bosque, Caperucita Roja, Barba Azul, El gato con botas, Las hadas, Cenicienta, Riquete el del copete y Pulgarcito. Ogros, hadas, brujas, animales parlantes, princesas y príncipes encantados se materializaron en su imaginación inspirados por las historias que circulaban entre las clases altas como
herencia de una oratoria procedente de diversos países europeos y algunos
otros más lejanos y exóticos. Se trata de cuentos morales y el final, comúnmente feliz, de cada relato incluía una moraleja alusiva a su contenido. Pensando que era poco serio que la obra apareciera con su nombre,
publicó con el de su hijo esta colección de relatos en verso y
en prosa, nacida con la modesta pretensión de divertir a los
menores, pero que, gracias a su feliz ingenuidad y su encantador, elegante y
sencillo
estilo, estaba destinada a conquistar al público y a
tener un número prodigioso de ediciones, así como a captar la
atención y exaltar la fantasía de futuros escritores.
Charles Perrault falleció a la edad de 75 años, muy afectado en su vejez por la muerte de su hijo menor en el campo de batalla. El ilustre autor escribió un total de 46 obras, ocho de ellas publicadas póstumamente, así sus Memorias de mi vida en 1755. Ni él mismo pudo imaginar que sus historias infantiles llegarían a perdurar a través de los siglos.
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