REALISMO CASTELLANO
Hoy se cumple el 95 aniversario natal del escritor español Miguel Delibes. De pensamiento humanista-católico-liberal, entre los motivos de su obra destacan la perspectiva crítica e irónica frente a la pequeña burguesía, la denuncia de las injusticias sociales, la rememoración de la infancia o la representación de los hábitos y el habla propia del mundo rural, muchos de cuyos términos y expresiones recupera para la literatura, y que suele contraponer al mundo urbano, con clara fidelidad al campo castellano, a sus tipos y situaciones. Su obra narrativa, que prolonga y renueva el realismo tradicional, lo ha
convertido en uno de los literatos más prestigiosos de la segunda mitad
del siglo XX. Su sostenida labor como novelista ha sido sucesivamente reconocida con el Premio Nadal (1948), el Premio de la Crítica (1953), el Premio Nacional de Narrativa (1955 y 1999), el Premio Príncipe de Asturias de las Letras (1982), el Premio Nacional de las Letras Españolas (1991), el Premio Miguel de Cervantes (1993), o la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo (1999), entre otros muchos. También fue nombrado Doctor Honoris Causa por diversas universidades y Caballero de la Orden de las Artes y las Letras en Francia (1985).
Hijo de un catedrático de Derecho, en 1936, año en que comienza la Guerra Civil española, termina el
bachillerato y, al encontrarse cerrada la Universidad, ingresa en la
escuela de comercio de Valladolid. Al mismo tiempo estudia modelado en la escuela de Artes y Oficios de su ciudad. En 1938 se alista como voluntario en la Marina del ejército sublevado. En el crucero Canarias pasa el año que aún dura la guerra. Finalizada la contienda regresó a su ciudad natal y se licenció en Derecho, logrando la cátedra de Derecho Mercantil en la Escuela de Comercio de Valladolid en 1945. Sus primeros pasos en la escritura y en el dibujo (realizando
caricaturas con el seudónimo de Max), los había dado colaborando con varias
publicaciones, entre ellas “El Norte de Castilla”, periódico al que accede en 1941, donde da comienzo su vocación periodística. Hasta 1944 no forma parte de la plantilla como redactor,
llegando a ser director en 1958, puesto en el que se mantendría hasta
1963.
En 1946 se casó con Angeles de Castro, con la que tendría siete hijos, y un año más tarde le fue otorgado
el Premio Nadal por su primera novela, La sombra del ciprés es alargada (1947), lo que le impulsó a proseguir su carrera literaria, publicando sucesivamente Aún es de día (1949), El camino (1950), Mi idolatrado hijo Sisí (1953), Diario de un cazador (1955), obra en la que profundiza en uno de sus temas recurrentes, la caza, y por la que consiguió el Premio Nacional de Narrativa, Diario de un emigrante (1958), La hoja roja (1959), Las ratas (1962), Cinco horas con Mario (1966), posteriormente adaptada al teatro en 1979, Parábola del náufrago (1969), El príncipe destronado (1973), Las guerras de nuestros antepasados (1975), adaptada al teatro en el 1990, El disputado voto del señor Cayo (1978), Los santos inocentes (1981), llevada al cine con gran éxito por Mario Camus en 1984, Cartas de amor de un sexagenario voluptuoso (1983), El tesoro (1985), 377A, madera de héroe (1987), Señora de rojo sobre fondo gris (1991), Diario de un jubilado (1995) y El hereje (1998), que le valió el Premio Nacional de Literatura por segunda vez. A estas obras hay que añadir otras muchas que reflejan también su interés por la caza, la pesca, el fútbol y la vida al aire libre. Es asímismo autor de relatos cortos o cuentos como La mortaja (1970) y de textos autobiográficos como Un año de mi vida (1972).
En general sus libros destacan por un retrato sobrio y realista de las
costumbres, paisajes y caracteres castellanos, con especial predilección
sobre asuntos relacionados con la caza. Su prosa revela una gran riqueza léxica.
Fue nombrado miembro de la Real Academia de la Lengua Española en 1974, el mismo año en que falleció su esposa a los 50 años de edad, hecho que le marcó profundamente. Una de sus últimas obras fue He dicho (1996), colección de ensayos sobre temas diferentes pero muy propios del mundo de Delibes, por lo que en realidad es una semblanza autobiográfica. Entre sus últimos trabajos literarios figura La tierra herida: ¿Qué mundo heredarán nuestros hijos? (2005), ensayo
coescrito con su hijo Miguel Delibes de Castro, científico especialista
en ecología, que en un diálogo con su padre aborda temas como el cambio
climático, la desertificación o la contaminación del medio ambiente.
Miguel Delibes falleció a los 89 años a consecuencia de un cáncer de colon que se le diagnosticó cuando tenía 77, tras haber superado tres operaciones quirúrgicas.
Muy interesante esta reseña. No conocía la obra de Delibes.
ResponderEliminar