EL MITO DEL HÉROE AMERICANO
Tal día como hoy hace 92 años nació el actor estadounidense Charlton Heston. Carismático intérprete, fornido y rudo, con aire serio y digno, gracias a su fotogénica presencia se convirtió en uno de los principales héroes del cine estadounidense,
leyenda de la épica americana y protagonista de diversos personajes de
corte histórico. Ganó un Oscar por su inolvidable Ben-Hur (1959).
De nombre real John Charles Carter, se crió en St. Helen, Michigan, viviendo una infancia aislada e idílica en un medio rural, cazando y pescando en los bosques. Cuando tenía diez años sus padres se divorciaron y su madre se volvió a casar. Su padrastro se llamaba Heston y de él adoptó el apellido, mientras que el nombre lo tomó de su madre. Desde muy joven, Charlton se sintió atraído por la interpretación, apareciendo en producciones teatrales estudiantiles. Tras culminar sus estudios secundarios se matriculó en la Universidad
del Noroeste para estudiar interpretación a comienzos de la década de
los 40. En esta época debutó en el cine cuando actuó en la película amateur Peer Gynt (1941), adaptación de Ibsen dirigida por David Bradley. En 1944 se casó con la estudiante Lydia Marie Clarke, que sería su esposa de por vida, y se alistó en el ejército, sirviendo durante dos años como operador de radio y artillero aéreo en Alaska, alcanzando el grado de sargento. Traladado a Nueva York, en 1947 debutó en Broadway con Antonio y Cleopatra de Shakespeare. Su interpretación recibió alabanzas críticas que le valieron para
aparecer con asiduidad en el popular programa de teatro televisivo "Studio One", emisión que le proporcionó notoriedad entre los amantes del
mundo escénico. Su segunda película fue Julio César (1950), una modesta producción en 16 mm rodada en Chicago por su amigo David Bradley, con Heston en el papel de Marco Antonio, siendo ésta la primera versión sonora llevada al cine de la obra de Shakespeare. Poco después se desplazó a Hollywood cuando fue requerido para intervenir en Ciudad en sombras (1950) de William Dieterle, noir con Lizabeth Scott y Viveca Lindfors. Fue el inicio de una década que le transformaría en un mito del celuloide épico.
Su siguiente film, El mayor espectáculo del mundo (1952) de Cecil B. DeMille, donde interpretaba a un empresario circense junto a Betty Hutton, Cornel Wilde, Dorothy Lamour, Gloria Grahame y James Stewart, tuvo un gran éxito, ganó el Oscar a la mejor película y convirtió a Heston en estrella. Entre sus sucesivos títulos de los años 50 figuran el western El salvaje (1952) de George Marshall; el melodrama Pasión bajo la niebla (1952) de King Vidor, en el que vivía un apasionado romance con Jennifer Jones, a su vez casada con Karl Malden; el drama biográfico La dama marcada (1953) de Henry Levin, donde, emparejado a Susan Hayward, encarnó al presidente estadounidense Andrew Jackson; el western El triunfo de Buffalo Bill (1953) de Jerry Hopper, con Rhonda Fleming, Jan Sterling y Forrest Tucker; el exótico melodrama Cuando ruge la marabunta (1954) de Byron Haskin, con Eleanor Parker; el film de aventuras El secreto de los incas (1954) de Jerry Hopper, con Robert Young; el western Horizontes azules (1955) de Rudolph Maté, con Fred MacMurray, Donna Reed y Barbara Hale; la comedia La guerra privada del mayor Benson (1955) de Jerry Hopper, con Julie Adams; el melodrama Orgullo contra orgullo (1955) de Robert Parrish, con Jane Wyman; el drama bíblico Los diez mandamientos (1956) de Cecil B. DeMille, donde interpretó a Moisés, gran éxito de taquilla con un atractivo reparto que incluía a Yul Brynner, Anne Baxter, Edward G. Robinson, Yvonne De Carlo, John Derek, Vincent Price y John Carradine; el western La ley de los fuertes (1957) de Rudolph Maté, con Anne Baxter, Gilbert Roland y Tom Tryon; el noir Sed de mal (1958), obra maestra de Orson Welles y gran clásico del cine, con Janet Leigh y Welles, para la crítica, la mejor película de Heston; el western Horizontes de grandeza (1958) de William Wyler, uno de los más bellos y sólidos del género en toda su historia, con Gregory Peck, Jean Simmons, Carroll Baker y Burl Ives; el film de piratas Los bucaneros (1958) de Anthony Quinn, con Yul Brynner, Claire Bloom y Charles Boyer; el drama de aventuras Misterio en el barco perdido (1959) de Michael Anderson, con Gary Cooper; y el drama épico basado, en la novela de Lewis Wallace, Ben-Hur (1959) de William Wyler, superproducción con Jack Hawkins, Haya Harareet y Stephen Boyd ganadora de once Oscars (record aún no superado), incluyendo los de mejor película, director y actor principal para Heston en la única nominación de su carrera. El film también consiguió tres Globos de Oro, el BAFTA a la mejor película y sendos David di Donatello a la película y a Heston; su enorme éxito decidió en gran medida la tónica general de la filmografía de su protagonista como héroe en muchas otras producciones.
Ya sin alcanzar las triunfales cotas precedentes, Heston prosiguió en los años 60 su carrera con El Cid (1961) de Anthony Mann, drama épico-histórico producido en España por Samuel Bronston, donde interpretó a Rodrigo Díaz de Vivar junto a Sophia Loren, Raf Vallone y Geneviève Page, Aventura en Roma (1962) de Melville Shavelson, comedia con Elsa Martinelli, El señor de Hawaii (1963) de Guy Green, melodrama con Yvette Mimieux, George Chakiris, France Nuyen y James Darren, 55 días en Pekín (1963) de Nicholas Ray, film de aventuras coloniales también producido por Bronston, con Ava Gardner y David Niven, que supuso un sonado fracaso de taquilla, Mayor Dundee (1965) de Sam Peckinpah, western con Richard Harris, La historia más grande jamás contada (1965) de George Stevens, superproducción sobre la vida de Jesús de Nazaret con reparto multiestelar encabezado por Max Von Sydow y Dorothy McGuire, en la que Heston fue Juan el Bautista, El tormento y el éxtasis (1965) de Carol Reed, drama histórico donde Heston encarnó al célebre pintor renacentista Miguel Angel y Rex Harrison al Papa Julio II, El señor de la guerra (1965) de Franklin J. Schaffner, film de aventuras medievales con Richard Boone, Kartum (1966) de Basil Dearden, drama colonial con Laurence Olivier, Richard Johnson y Ralph Richardson, Una tumba al amanecer (1967) de Ralph Nelson, título bélico con Maximilian Schell, El más valiente entre mil (1968) de Tom Gries, western con Joan Hackett y Donald Pleasence, El planeta de los simios (1968) de Franklin J. Schaffner, film de ciencia-ficción que supuso su mayor éxito comercial de la década, y El número uno (1969) de Tom Gries, drama deportivo con Jessica Walter.
Heston inauguró la década de los 70 con la secuela Regreso al planeta de los simios (1970) de Ted Post, de impacto algo menor que su precedente, a la que siguieron Los indomables (1970) de Tom Gries, adaptación de una novela de James A. Michener, con Geraldine Chaplin y John Phillip Law, El asesinato de Julio César (1970) de Stuart Burge, segun la obra de Shakespeare, con Jason Robards, John Gielgud, Richard Johnson, Robert Vaughn, Richard Chamberlain y Diana Rigg, donde volvió a ser Marco Antonio, El último hombre vivo (1971) de Boris Sagal, film de ciencia-ficción con Anthony Zerbe y Rosalind Cash, Marco Antonio y Cleopatra (1972), nueva adaptación shakespeareana que él mismo dirigió, encarnando a Marco Antonio por tercera vez, con Hildegarde Neil, ¡Alarma! Vuelo 502 secuestrado (1972) de John Guillermin, su primera contribución a la moda del cine de catástrofes, con Yvette Mimieux, La selva blanca (1972) de Ken Annakin, aventuras en Alaska con Michèle Mercier, Cuando el destino nos alcance (1973) de Richard Fleischer, thriller futurista de ciencia-ficción devenido película de culto, con Leigh Taylor-Young y Edward G. Robinson, Los tres mosqueteros: Los diamantes de la reina (1973) y su continuación Los cuatro mosqueteros (1974), ambas de Richard Lester, en las que interpretó al Cardenal Richelieu, Aeropuerto 75 (1974) de Jack Smight, y Terremoto (1974) de Mark Robson, otras dos de catástrofes con repartos multiestelares y sus mayores éxitos de taquilla en esa década, Los últimos hombres duros (1976) de Andrew V. McLaglen, western con James Coburn, La batalla de Midway (1976) de Jack Smight, recreación bélica con Henry Fonda y otras veteranas estrellas, Pánico en el estadio (1976) de Larry Peerce, thriller con John Cassavetes, El príncipe y el mendigo (1977) de Richard Fleischer, adaptación de la novela de Mark Twain, con Oliver Reed, Raquel Welch, Mark Lester y Ernest Borgnine, y Alerta roja: Neptuno hundido (1978) de David Greene, aventuras submarinas con David Carradine y Stacy Keach.
A partir de los años 80 Heston continuó trabajando, aunque su producción fue menor en cantidad y calidad generalmente. Del resto de su filmografía destacan: El despertar (1980) de Mike Newell, film de terror con Susannah York, y colaboraciones secundarias en Tombstone: la leyenda de Wyatt Earp (1993) de George Pan Cosmatos, western con Kurt Russell y Val Kilmer, En la boca del miedo (1995) de John Carpenter, título de terror con Sam Neill, Hamlet (1996) de Kenneth Branagh, film cuyo reparto con muchas estrellas no impidió su fracaso comercial, Un domingo cualquiera (1999) de Oliver Stone, drama deportivo con Al Pacino y Cameron Diaz, Enredos de sociedad (2001) de Peter Chelsom, comedia con Warren Beatty y Diane Keaton, o El planeta de los simios (2001) de Tim Burton, remake con Mark Wahlberg de su film de 1968. Asímismo, durante toda su carrera trabajó asiduamente en televisión.
Presidente entre 1998 y 2003 de la Asociación Nacional del Rifle, poderoso lobby ultraderechista defensor del derecho a la libre posesión de armas de fuego en los Estados Unidos, en Bowling for Columbine (2002) de Michael Moore, ganador del Oscar al mejor documental y el César a la mejor película extranjera, un Heston casi octogenario era mostrado en un mítin agitando exaltado un rifle sobre su cabeza y luego entrevistado en su casa y presentado como una figura patética. En 2002 anunció que padecía síntomas de la enfermedad de Alzheimer y, tras recibir la Medalla Presidencial de la Libertad de manos de George W. Bush, se retiró por completo de la vida pública. En sus últimos años su familia informó que su salud se había deteriorado al punto de que era incapaz de salir de la cama. Falleció a los 84 años, sobreviviéndole su esposa Lydia, su hijo el director Fraser Clarke Heston y su hija adoptiva Holly Ann.
Gran semblanza! Detallada, rigurosa, completísima! Ofrece todos los elementos para tener la más adecuada y objetiva apreciación sobre Charlton Heston, que se reconsagró con su Ben Hur.
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