ESTRELLA ATÍPICA
Tal día como hoy hace 49 años falleció el actor estadounidense Clifton Webb. Tras varias décadas labrándose un nombre en el teatro, se convirtió en estrella de Hollywood con casi 55 años. Delgado, pulcro, atildado, con fino bigote recortado, maneras refinadas y dicción articulada de hombre cultivado, solía interpretar personajes de elegantes caballeros, ya snobs decadentes, ya gruñones pretenciosos. En 1950 fue la séptima estrella más taquillera en el box office anual norteamericano. Antes había optado tres veces al Oscar (dos como mejor actor secundario y una como protagonista) y ganado un Globo de Oro.
Los padres de Webb Parmelee Hollenbeck (su nombre real) se separaron antes de que él cumpliese dos años y en 1892 su madre lo llevó consigo a Nueva York. A los 19 años, usando el nombre de Clifton Webb, debutó profesionalmente como bailarín y en adelante trabajó en salas de fiesta y en multitud de producciones en Broadway, donde cimentó su prestigio interpretativo desde 1913 a 1946.
Aunque había intervenido en algunas películas silentes entre 1920 y 1930, no fue hasta que Otto Preminger le dio el papel de Waldo Lydecker en Laura (1944), excelente noir con Gene Tierney y Dana Andrews que obtuvo cinco candidaturas al Oscar, una de ellas para Webb como mejor actor secundario. Después rodó Envuelto en la sombra (1946) de Henry Hathaway, noir con Lucille Ball, y El filo de la navaja (1946) de Edmund Goulding, notable adaptación de la novela de Somerset Maugham, con un brillante reparto que le incluía junto a Tyrone Power, Gene Tierney, John Payne, Anne Baxter y Herbert Marshall, en la que su interpretación del elitista Elliott Templeton fue premiada con un Globo de Oro y de nuevo candidata al Oscar al mejor secundario. Ya como actor protagonista fue nominado al Oscar por Niñera moderna (1948) de Walter Lang, exitosa comedia donde interpretaba a Lynn Belvedere, un elegante caballero que se hace cargo del cuidado y educación de los tres hijos del matrimonio formado por Robert Young y Maureen O'Hara, papel que repetiría en las secuelas Mr. Belvedere estudiante (1949) de Elliott Nugent y El genio se divierte (1951) de Henry Koster. Otros títulos que protagonizó con su nombre encabezando el reparto y éxito comercial fueron Trece por docena (1950) de Walter Lang, comedia con Jeanne Crain y Myrna Loy, ¿Se puede entrar? (1950) de George Seaton, comedia sobrenatural con Joan Bennett, Robert Cummings y Edmund Gwenn, Novios último modelo (1951) de Henry Koster, comedia con Anne Francis y Charles Bickford, Dreamboat (1952) de Claude Binyon, comedia con Ginger Rogers, La marcha triunfal (1952) de Henry Koster, film biográfico de época sobre el compositor John Philip Sousa, con Debra Paget, Robert Wagner, Ruth Hussey, El hundimiento del Titanic (1953) de Jean Negulesco, drama basado en hechos reales, con Barbara Stanwyck y Robert Wagner, Creemos en el amor (1954) de Jean Negulesco, comedia romántica con Dorothy McGuire, Jean Peters, Louis Jourdan y Maggie McNamara, El mundo es de las mujeres (1954) de Jean Negulesco, drama con June Allyson, Van Heflin, Lauren Bacall, Fred MacMurray, Arlene Dahl y Cornel Wilde, El hombre que nunca existió (1956) de Ronald Neame, drama bélico con Gloria Grahame, La sirena y el delfín (1957) de Jean Negulesco, aventura romántica con Alan Ladd y Sophia Loren, Vacaciones para enamorados (1959) de Henry Levin, comedia con Jane Wyman, y Satanás nunca duerme (1962) de Leo McCarey, adaptación de la novela de Pearl S. Buck, con William Holden y France Nuyen.
Clifton Webb era gay y nunca se casó ni tuvo hijos. Vivió con su madre hasta que ella murió a los 91 años. A propósito de ello, su amigo el escritor Noël Coward señaló: "Debe ser terrible quedarse huérfano a los 71". A causa de sus problemas de salud, el actor pasó los últimos cinco años de su vida recluído en su casa californiana, falleciendo a los 76 años de un ataque al corazón.
Muy buen recordatorio nos presenta Javi sobre esta figura del cine.
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