PRIMERA ACTRIZ EN EL TEATRO, CARACTERÍSTICA EN EL CINE
Hoy es aniversario natal de la actriz inglesa Flora Robson. A lo largo de su carrera se distinguió por la intensidad dramática y emocional de sus interpretaciones, principalmente en el teatro, pero también en el cine y la televisión. Consciente de su físico poco agraciado, pero de innegable sabiduría escénica, lo mismo podía hacer de reina que de sirvienta, monja, prostituta o asesina. Fue candidata al Oscar como actriz de reparto en una ocasión. Muy querida en su país, en 1952 fue nombrada Comendadora de la Orden del Imperio Británico y en 1960 ascendida a Dama Comendadora de la misma.
Flora McKenzie Robson fue la sexta de los siete hijos (cinco hembras y dos varones) de un ingeniero náutico. Desde que tenía cinco años su padre descubrió que ella tenía talento para actuar y en su adolescencia la estimuló para que estudiase arte dramático en Londres. En 1921 debutó sobre escenarios londinenses y en adelante actuó en compañías de repertorio hasta 1924. Entonces dejó el teatro insatisfecha con su progreso profesional y porque las rentas que percibía en aquella época eran inciertas e inestables. Después de encontrar un empleo en una fábrica de procesamiento alimentario, formó con los trabajadores un grupo teatral amateur, experiencia que amplió su visión sobre el mundo de la actuación. En 1929 volvió al teatro profesional en Cambridge y dos años después se unió al Old Vic, donde interpretó obras como "Deseo bajo los olmos" de Eugene O'Neill, "Salomé" de Oscar Wilde, "El anatomista" de James Bridie, "Seis personajes en busca de autor" de Luigi Pirandello, "Otelo" de Shakespeare, "Esquina peligrosa" de J. B. Priestley o "Las tres hermanas" de Antón Chéjov, que asentaron su reputación de actriz capacitada para un amplio registro de roles.
A comienzos de los años 30 interpretó papeles menores en películas británicas hasta que encarnó a la emperatriz rusa Elisabeth en Catalina de Rusia (1934) de Paul Czinner, drama histórico producido por Alexander Korda, con Douglas Fairbanks Jr. y Elisabeth Bergner. Tres años después le adjudicaron otro papel de monarca histórica, la reina Elisabeth I en Inglaterra en llamas (1937) de William K. Howard, drama ambientado en el siglo XVI donde su nombre precedió a los de Laurence Olivier,
Vivien Leigh,
Leslie Banks y
Raymond Massey. En el cine de Hollywood debutó como actriz de composición en Cumbres borrascosas (1939) de William Wyler, drama romántico basado en la novela homónima de Emily Brontë, con
Merle Oberon,
Laurence Olivier y
David Niven, al que siguieron No estamos solos (1939) de Edmund Goulding, drama con Paul Muni y
Jane Bryan, Barreras invisibles (1939) de Lloyd Bacon, drama criminal con
George Raft,
Jane Bryan,
William Holden y
Humphrey Bogart, El halcón del mar (1940) de Michael Curtiz, clásico del género de piratas con
Errol Flynn,
Brenda Marshall y
Claude Rains donde volvió a interpretar a la reina Elisabeth I de Inglaterra, o
Más alla del odio (1941) de Edward H. Griffith, drama romántico con
Madeleine Carroll y
Sterling Hayden. Entretanto debutó en 1940 en Broadway, donde actuó en varias obras hasta 1943. De regreso en su país, en 1944 volvió al teatro en escenarios londinenses y rodó Dos mil mujeres (1944) de Frank Launder, comedia bélica con
Phyllis Calvert, y César y Cleopatra (1945) de Gabriel Pascal, drama histórico adaptador de una obra de George Bernard Shaw, con
Vivien Leigh,
Stewart Granger y
Claude Rains. Entre ambas cruzó el Atlántico para intervenir en La exótica (1945) de Sam Wood, drama de época con Gary Cooper e
Ingrid Bergman en el que su interpretación de una tenebrosa criada haitiana mereció una nominación al Oscar a la mejor actriz de reparto.
Después de la guerra su carrera continuó casi siempre en su país con películas como Amor que espera (1946) de Compton Bennett, drama con
Michael Redgrave y
Valerie Hobson, Narciso negro (1947) de Michael Powell y Emeric Pressburger, drama religioso con
Deborah Kerr,
Sabu y
David Farrar, Frieda (1947) de Basil Dearden, drama bélico con
David Farrar,
Glynis Johns,
Albert Lieven y Mai Zetterling,
Cupido de vacaciones (1947) de Ken Annakin, comedia con
Dennis Price,
Jack Warner y
Hazel Court, Muchachas en libertad (1948) de David MacDonald, drama con
Jean Kent y
Dennis Price, o Matrimonio de estado (1948) de Basil Dearden, drama
histórico con
Stewart Granger,
Françoise Rosay y
Joan Greenwood.
Entre sus trabajos teatrales posteriores figuran "Macbeth" y "Cuento de invierno" de Shakespeare, "Espectros" de Henrik Ibsen, "Los papeles de Aspern" (adaptación de Michael Redgrave de la novela homónima de Henry James), "El trigo está verde" de Emlyn Williams, "La importancia de llamarse Ernesto" de Oscar Wilde o "Las troyanas" de Eurípides.
El resto de su filmografía incluye títulos como Historia de Malta (1953) de Brian Desmond Hurst, drama bélico con Alec Guinness,
Jack Hawkins y
Anthony Steel, Romeo y Julieta (1954) de Renato Castellani, adaptación de la obra de Shakespeare, con
Laurence Harvey y
Susan Shentall, La gitana y el caballero (1958) de Joseph Losey, drama de época con Melina Mercouri y Keith Michell, 55 días en Pekín (1963) de Nicholas Ray, drama épico-histórico rodado en España con
Charlton Heston,
Ava Gardner y
David Niven, donde Robson volvió a interpretar a una emperatriz, Después del funeral (1963) de George Pollock, comedia de intriga basada en una novela de Agatha Christie, con Margaret Rutherford y
Robert Morley, Cañones en Batasi (1964) de John Guillermin, drama colonial con Richard Attenborough,
John Leyton, Jack Hawkins
y
Mia Farrow, El soñador rebelde (1965) de Jack Cardiff, drama de época basado en una obra autobiográfica de Seán O'Casey, con Rod Taylor,
Maggie Smith,
Julie Christie, Edith Evans y Michael Redgrave, Aquellos chalados en sus locos cacharros (1965) de Ken Annakin, comedia de aventuras en la segunda década del siglo XX con Stuart Whitman,
Sarah Miles,
James Fox,
Alberto Sordi,
Robert Morley,
Gert Fröbe y
Jean-Pierre Cassel, Siete mujeres (1966) de John Ford, drama
en la China rural de 1935 con
Anne Bancroft,
Sue Lyon y Margaret Leighton, El ojo del diablo (1966) de J. Lee Thompson,
film de terror con
Deborah Kerr,
David Niven,
Donald Pleasence,
Sharon Tate y
David Hemmings, ¿Por qué lloras, Susan? (1967) de David Greene, film de terror con
Gig Young,
Carol Lynley y
Oliver Reed, Los pasos del miedo (1970) de Richard C. Sarafian, thriller con
David Hemmings y
Gayle Hunnicutt, Las perversas solteronas (1970) de James Kelley, thriller de terror con Beryl Reid, La amante (1971) de George Pan Cosmatos, drama con
Raquel Welch,
Richard Johnson y
Jack Hawkins, Las aventuras de Alicia (1972) de William Sterling, adaptación de la novela de Lewis Carroll, con Fiona Fullerton, Dominique (1979) de Michael Anderson, film de terror con Cliff Robertson, Jean Simmons, Jenny Agutter, Simon Ward y Ron Moody, o Furia de titanes (1981) de Desmond Davis, fantasía mitológica de aventuras con
Harry Hamlin,
Judi Bowker, Burgess Meredith,
Maggie Smith,
Ursula Andress, Claire Bloom, Siân Phillips y
Laurence Olivier. También efectuó diversos trabajos en televisión.
Flora Robson nunca se casó ni tuvo hijos. Hasta el final de su vida vivió en una casa en Brighton compartida con dos de sus hermanas, también solteras. Falleció de cáncer a los 82 años.
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