TRIBUTO A PACO IBÁÑEZ (Valencia, España, 20-11-1934)
El cantante y músico español Paco Ibáñez cumple hoy 84 años. Con su voz profunda y rica en matices ha interpretado poemas por él musicados de muchos de los más importantes poetas españoles clásicos o modernos, o también de otros como Neruda o Brassens, a quien considera su padre espiritual. Exilado en París desde la posguerra española hasta la restauración de la democracia, sus canciones se convirtieron en himnos contra la dictadura franquista. Ibáñez se considera a sí mismo un "atizador de conciencias" y ha rechazado cuantos premios se le han otorgado, asegurando que el aplauso del público es su única recompensa.
El menor de los cuatro hijos de un ebanista valenciano y una costurera vasca, Francisco Ibáñez Gorostidi pasó parte de la Guerra Civil española en Barcelona hasta que, por causa de las
ideas anarquistas del padre, su familia tuvo que exiliarse en Francia. Tras la ocupación alemana de París, su padre fue trasladado a un campo de trabajo francés y la madre y sus cuatro hijos tuvieron que refugiarse en un caserío cercano a San Sebastián. Nueve años después, la familia atravesó clandestinamente la frontera y se reunió con el padre en Perpiñán, donde Paco aprendió el oficio de ebanista de su progenitor. También tuvo que aprender rapidamente a hablar francés.
A comienzos de los años 50 los Ibáñez se instalaron en París. En 1952 Paco comenzó a estudiar guitarra, primero asistiendo a los cursos de la Scola Cantorum y después recibiendo lecciones del guitarrista clásico Andrés Segovia. En esa época empezó a sentir atracción por la poesía, particularmente la española, y descubrió a cantautores como Atahualpa Yupanqui, Georges Brassens o Léo Ferré, que le inspirarían en su deseo de dedicarse profesionalmente a la canción. En la segunda mitad de la década, formando trío con la cantante Carmela y el guitarrista Jesús Soto, actuó en cafés y nights clubs del Barrio Latino del París existencialista. Ya en los 60 encontró su camino artístico en la musicalización y la interpretación de textos de grandes poetas españoles. Entre los años 1964 y 1969, editó en Paris sus tres primeros discos de la serie La poesia española de ahora y de siempre. Los unos por los otros, en los que músicó y cantó poemas de Federico García Lorca, Luis
de Góngora, Gabriel Celaya, Miguel Hernández, Rafael Alberti, Blas
de Otero, Francisco de Quevedo, Luis Cernuda, León
Felipe, Gloria Fuertes, Antonio Machado, José Agustín Goytisolo, Arcipreste de Hita, José Ángel Valente y Jorge Manrique. De entre estas grabaciones se hicieron especialmente conocidos temas del segundo y tercer álbum como La poesía es un arma cargada de futuro, Andaluces de Jaén, Balada del que nunca fue a Granada, Me queda la palabra, España en marcha, Don Dinero, Déjame en paz, amor tirano, Es amarga la verdad, A galopar, Palabras para Julia, Erase una vez o Me lo decia mi abuelito.
En febrero de 1968, regresó a España para cantar en Manresa y, en diciembre de ese mismo año, en el Teatro de La Comedia de
Madrid. A la vez presentó sus canciones en varias universidades,
llegando incluso a cantar en TVE el tema Andaluces de Jaén de Miguel Hernández. El 12 de mayo de 1969, se celebró en París el primer aniversario de la
ocupación de La Sorbona por los estudiantes; con ese motivo, Paco
dio un recital multitudinario en el patio de la universidad, con el
que logró que la juventud francesa se sintiera plenamente identificada
con sus canciones. Se le anunciaba como "Paco Ibáñez, la voz libre de España". Su interpretación del poema A galopar de Rafael Alberti
hizo de él un símbolo de la lucha contra la dictadura franquista. Siete meses después, el 2 de diciembre, ofreció su primer recital en el
teatro Olympia de París, que obtuvo una excelente acogida, fue grabado en directo y dio
lugar a su cuarto disco: Paco Ibáñez en el Olympia (1970), sin duda, mítico y esencial en la historia de la canción popular española. Un año después presentó conciertos
en varios países de América Latina.
Establecido en Barcelona, permaneció en España hasta 1971, pero hubo de regresar a Francia
por la presión del franquismo, ya que estaba considerado como uno de los
cantautores más críticos con el régimen. En 1973 la Dirección General de Seguridad le prohibió cantar en todo el territorio nacional. De vuelta en París, siguió componiendo canciones y realizó una prolongada gira
por América Latina, actuando con gran éxito, en países como Argentina,
Uruguay, Colombia, Perú, México, Venezuela y Chile. En este último
concretamente, invitado por Salvador Allende, cantó en el estadio de Santiago repleto de una juventud llena de ilusiones, justo dos meses antes del golpe de estado de Pinochet.
Tras la
muerte del general Franco y el inicio de la democracia, volvió a los escenarios españoles. Entre 1977 y 1979 grabó y editó tres nuevos discos: Paco Ibáñez interpreta a Pablo Neruda (1977), en un LP compartido con el Cuarteto Cedrón; A flor de tiempo (1978) y Canta a Brassens (1979). En 1988 volvió a cantar, durante cuatro días, en el Olympia de Paris, junto con el Cuarteto Cedrón; poco después, ofreció unos memorables recitales en el teatro Alcalá de Madrid. En 1990 grabó su álbum Por una canción
y se instaló definitivamente en España, donde preparó y desarrolló dos
grandes espectáculos poético-musicales: "A galopar", con Rafael Alberti
(1992) y "La voz y la palabra", con José Agustín Goytisolo (1994),
presentado por toda España, así como en Francia, Argentina y Uruguay. En 1998, grabó el disco Oroitzen, íntegramente cantado en euskera, en el que revive los años de su infancia. En 2002, tres años después de la muerte de José Agustín Goytisolo, presentó un nuevo disco dedicado por completo al poeta
catalán, en el que recuperaba los temas que popularizó en los años 60 y 70. Su último álbum de estudio se titula Fue ayer (2003). Cuentan asímismo en su haber seis álbumes en vivo y los recopilatorios Canta a los poetas andaluces (2008) y Canta a los poetas latinoamericanos (2012).
Desde hace años Paco Ibáñez comparte su vida con una catalana llamada Julia. Tiene una hija, Alicia.
Palabras para Julia, basada en un poema de José Agustín Goytisolo dedicado a su propia hija, es una de las canciones más sensibles de Paco Ibáñez.
En efecto! Esta y muchas otras más son composiciones muy profundas del alma y muy inspiradas. Magnífica publicación ésta.
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