EXPECTATIVAS NO CONFIRMADAS
El actor estadounidense George Hamilton cumple hoy 78 años. Se incorporó al cine cuando el tradicional sistema de los estudios de Hollywood comenzaba a tambalearse. Aun así, a comienzos de los años 60 logró un contrato de larga duración con Metro-Goldwyn-Mayer, emprendiendo una prometedora carrera como atractivo joven galán que, finalizada la década, no llegaría a confirmar las expectativas depositadas en él en un principio y su presencia no tuvo cabida en el llamado 'nuevo Hollywood'. Ha sobrevivido, sobre todo, gracias a la televisión.
Primogénito de un director de orquesta, George Stevens Hamilton se crió en Blytheville, Arkansas, y debido a la profesión itinerante de su padre, también vivió en Nueva York y California. El divorcio de sus padres fue seguido por un segundo matrimonio de su progenitor (al parecer, a poco de la boda, su madrastra le inició en el sexo cuando George tenía doce años). Siendo adolescente apareció sin acreditar en una película de 1952 y actuó en producciones teatrales mientras era estudiante. A partir de 1959, establecido en Los Angeles, emprendió su carrera en el cine y la televisión. Ganó un Globo de Oro como actor revelación por Crimen y castigo (1959) de
Denis Sanders, versión 'beat generation' de la novela de Dostoyevsky.
Su juvenil atractivo físico y su fotogenia le valieron un contrato con M.G.M, estudio en el que se le confió un importante papel en Con él llegó el escándalo (1960) de Vincente Minnelli, suculento melodrama sureño de pasiones desatadas con
Robert Mitchum,
Eleanor Parker y
George Peppard, donde destacó su interpretación como el inmaduro pero resuelto hijo del protagonista. Después apareció sucesivamente en Los jóvenes caníbales (1960) de Michael Anderson, drama con Natalie Wood,
Robert Wagner,
Susan Kohner y Pearl Bailey, Playas de Florida (1960) de Henry Levin, comedia dramática con Dolores Hart,
Yvette Mimieux,
Jim Hutton,
Barbara Nichols,
Paula Prentiss y Connie Francis donde ya era protagonista, Brotes de pasión (1961) de John Sturges, drama con
Lana Turner,
Efrem Zimbalist Jr. y
Jason Robards, Fort Comanche (1961) de
Joseph M. Newman, western con Richard Boone, Luana Patten y
Arthur O'Connell, Luz en la ciudad (1962) de Guy Green, drama romántico con
Olivia de Havilland,
Rossano Brazzi,
Yvette Mimieux y
Barry Sullivan, Dos semanas en otra ciudad (1962) de Vincente Minnelli, drama sobre el mundo del cine, con
Kirk Douglas,
Edward G. Robinson y
Cyd Charisse, Los vencedores (1963) de Carl Foreman, drama bélico con reparto multiestelar encabezado por
Vince Edwards y
Albert Finney, ¡Viva Maria! (1965) de Louis Malle, comedia ambientada en la revolución a principios del siglo XX en un país centroamericano, con
Brigitte Bardot y
Jeanne Moreau, El hombre de Marrakech (1966) de Jacques Deray, intriga de aventuras de poducción francesa, con
Claudine Auger, A la caza de marido (1967) de Peter Tewksbury, comedia con Sandra Dee, La cabalgada de los malditos (1967) de Phil Karlson, western con Glenn Ford, Jack de diamantes (1967) de Don Taylor, thriller criminal con
Joseph Cotten,
Marie Laforêt y
Maurice Evans, o El poder (1968) de Byron Haskin, thriller de ciencia-ficción con
Suzanne Pleshette. Su romance en 1966 con Lynda Johnson, hija del entonces Presidente de los Estados Unidos, originó una exposición mediática excesiva para el actor serio que había comenzado siendo y su imagen se transmutó a la de un frívolo play-boy, que muchos ya no tomaban en serio.
Así pues, en los años 70 su carrera decayó ostensiblemente y fue apareciendo en menor número de títulos y de escasas ambiciones artísticas, tales como El hombre que amó a Cat Dancing (1973) de Richard C. Sarafian, western con Burt Reynolds y
Sarah Miles, Medusa (1973) de Gordon Hessler, film de intriga con
Cameron Mitchell y
Luciana Paluzzi, Una vez no basta (1975) de Guy Green, drama según una novela de Jacqueline Susann, con
Kirk Douglas,
Alexis Smith,
David Janssen, Melina Mercouri, Brenda Vaccaro y
Deborah Raffin, En Washington los senadores están calientes (1977) de William A. Levey, comedia con Joey Heatherton, Sexteto (1978) de Ken Hughes, disparatada comedia ínfima a mayor gloria de una Mae West de 84 años, o De Dunkerque a la victoria (1979) de Umberto Lenzi, producción bélica italiana con George Peppard,
Horst Buchholz y
Anny Duperey.
El éxito comercial volvió a sonreirle puntualmente con la comedia de terror Amor al primer mordisco (1979) de Stan Dragoti, en la que, junto a Susan Saint James y
Richard Benjamin, intepretó a un bufo conde Drácula. En la misma línea burlesca protagonizó Estos zorros... locos, locos, locos (1981) de Peter Medak, parodia sobre los films de El Zorro, con
Lauren Hutton,
Brenda Vaccaro y
Ron Leibman, pero esta vez la taquilla no funcionó. En adelante se prodigó más en la televisión; en la gran pantalla se le pudo ver, generalmente como secundario, en films como El padrino: parte III (1990) de
Francis Ford Coppola, Doc Hollywood (1991) de Michael Caton-Jones, Sólo falta el asesino (1992) de Eugene Levy, Playback (1996) de Oley Sassone, 8 cabezas (1997) de Tom Schulman, Desafinado (2001) de Manuel Gómez Pereira, comedia paródica española sobre el mundo de la ópera, con
Joe Mantegna y
Danny Aiello, o Un final made in Hollywood (2002) de Woody Allen.
Entre 1972 y 1975 Hamilton estuvo casado con la modelo y actriz Alana Collins, con quien en 1974 tuvo a su hijo Ashley. En 1999, con su ex-novia Kimberly Blackford, tuvo otro hijo, George Thomas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario