DEL WEST END A HOLLYWOOD
El director teatral y cinematográfico y productor inglés Sam Mendes cumple hoy 51 años. El triunfo de sus montajes teatrales en Londres le hizo instalarse en la industria del cine con tan buen pie que ganó el Oscar al mejor director (además del Globo de Oro y el BAFTA entre otros muchos premios) con su primera película, American beauty. En su aún corta carrera en la pantalla ha dirigido títulos de varios géneros y nunca ha dejado de poner en escena obras teatrales -muchas de ellas de Shakespeare- tanto en su tierra natal como en Broadway. En el año 2000 fue nombrado Comandante de la Orden del Imperio Británico.
Samuel Alexander Mendes es el hijo único de un profesor universitario de ascendencia portuguesa y de una autora de libros infantiles que se divorciaron cuando él era un niño. Perdido el contacto con su padre, Sam creció en Oxfordshire y posteriormente estudió en la Universidad de Cambridge, donde se graduó en lengua inglesa. En su época universitaria tomó contacto con el mundo del teatro (que ya nunca abandonaría) y comenzó a ejercer tareas de director. Con sólo 24 años dirigió a Judi Dench en una versión de "El jardín de los cerezos" de Chejov estrenada en el West End londinense. Un año después se unió a la Royal Shakespeare Company, donde se encargó de producciones de obras como "Troilo y Crésida", "Ricardo III" o "La tempestad". En 1992 estrenó el musical "Assasins" de
Stephen Sondheim en el Donmar Warehouse y posteriormente dirigió sucesivos revivals londinenses de otros musicales como "Cabaret" (1993) de Joe Masteroff, Fred Ebb y John Kander (luego transferida a Broadway),"Oliver!" (1994) de Lionel Bart, y "Company" (1995) de
Stephen Sondheim. Sus montajes de "Cabaret" y "Company" fueron también filmados para televisión. Asímismo, en los años siguientes dirigió otras obras no musicales.
Su prestigio escénico no paró de crecer y así llegó el momnento en que Steven Spielberg se interesó por su trabajo vivamente y le ofreció carta blanca para producirle un proyecto cinematográfico, colaboración que finalmente se concretó en American beauty (1999), ácido drama satírico sobre la superficialidad e hipocresía de la clase media estadounidense y el llamado sueño americano devenido pura rutina. La película, que protagonizaron
Kevin Spacey y
Annette Bening, resultó un arrollador éxito internacional y ganó multitud de premios, entre ellos cinco Oscars (de ocho candidaturas), tres Globos de Oro (de seis candidaturas) y seis BAFTAs (de catorce candidaturas). En todos éstos coincidieron los galardones a mejor película y director. Mendes había entrado en Hollywood por la puerta grande.
Después de tan resonante triunfo en la pantalla, Mendes se lo pensó bastante para volver a rodar. Prefirió pasarse tres
años enfrascado de nuevo en proyectos teatrales, antes de volver a
ponerse tras las cámaras. Finalmente filmó Camino a la perdición (2002), neo-noir con Tom Hanks, Paul Newman y Jude Law en torno a un matón de la mafia irlandesa que debe huir de su antiguo jefe con su hijo. Ese mismo año Mendes dirigió en teatro "Tío Vania" de Chejov y "Noche de Reyes " de Shakespeare. Al siguiente hizo lo propio en Broadway con un revival de "Gypsy" de Arthur Laurents, Jule Styne y
Stephen Sondheim, con el protagonismo de Bernadette Peters.
Su siguiente película fue Jarhead, el infierno espera (2005), una crónica sobre la Guerra del Golfo con
Jake Gyllenhaal,
Peter Sarsgaard,
Chris Cooper y
Jamie Foxx, que mostraba las relaciones de un grupo de soldados estadounidenses durante la respuesta armada a la invasión de Kuwait a manos de Sadam Hussein en 1989, un film de menor repercusión. Mejor acogida crítica recibió Revolutionary road (2008), sensible drama ambientado en los años 50 y basado en una novela de Richard Yates, con
Leonardo DiCaprio y
Kate Winslet (a la sazón esposa de Mendes), sobre los sueños olvidados que se reprocha un matrimonio en crisis con graves problemas de comunicación. Un lugar donde quedarse (2009), comedia dramática de producción mucho más modesta, con John Krasinski y Maya Rudolph como protagonistas, narra el viaje por los Estados Unidos de una pareja a punto de tener un hijo, en busca de la ciudad ideal en la que vivir.
La carrera de Sam Mendes dio un giro de 180 grados cuando aceptó encargarse de dirigir Skyfall (2012), la entrega oficial número 23 de la saga de James Bond, con Daniel Craig como 007 y
Javier Bardem,
Ralph Fiennes y Judi Dench formando parte del elenco. En ella mantuvo el ritmo frenético y la espectacularidad que se le presupone a la franquicia, aportando una nueva y radical reformulación del personaje principal y una mayor conexión a los problemas del mundo real que en cualquier entrega anterior. Ganadora del BAFTA a la mejor película, su abultado éxito comercial hizo que, aunque Mendes se resistiese en un principio, aceptase repetir como director en la siguiente aventura del agente 007, Spectre (2015), por ahora ultimo film (más escapista e irreverente) de la saga, con
Daniel Craig,
Christoph Waltz,
Léa Seydoux,
Monica Bellucci y Ralph Fiennes.
Entre rodaje y rodaje Mendes ha ejercido de productor de películas no dirigidas por él para la pequeña o gran pantalla y ha continuado su labor escénica con obras de Shakespeare: "Como gustéis" y "La tempestad" (ambas en 2010), "Ricardo III" (2011-2012), con Kevin Spacey y el Old Vic, o "El Rey Lear" (2014), para el Royal National Theatre. También estrenó en el West End londinense el musical "Charlie y la fábrica de chocolate" (2013-2014) de
David Greig, Marc Shaiman y Scott Wittman.
Tras eventuales romances con Rachel Weisz y Calista Flockhart, el director se casó en 2003 con la actriz Kate Winslet, matrimonio que produjo un hijo meses después y al que ella aportó una hija de su anterior enlace. En 2010 la pareja rompió y desde ese año hasta 2015 Mendes sostuvo una relación con la actriz Rebecca Hall.
A este director claramente hay que celebrarlo y para eso Javi nos lo presenta en bandeja de oro!!
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