DOLORES VARGAS "LA TERREMOTO" (Barcelona, España, 16-5-1936 / Valencia, España, 7-8-2016): R.I.P.
Ayer se comunicó la noticia del fallecimiento de la cantante española Dolores Vargas "La Terremoto", una de las principales exponentes de la renovación de rumba entre los años 60 y 70. Destacó por su fuerza y su carisma, por su temperamento y su poderío
sobre las tablas. Su aparición supuso un aire nuevo dentro del género y
muchos la consideran pionera del entonces llamado 'flamenco pop'. En su momento se atrevió con las más revolucionarias fusiones musicales antes
que nadie, e incorporó viscerales movimientos escénicos
como cuando giraba el brazo extendido sobre sí mismo en rotundo remolino o levantaba la rodilla doblada de una de sus piernas hasta por encima de la cintura. De entre las muchas canciones que grabó, A-chi-li-pú y María Lisi fueron las más populares. El gran éxito de la primera de ellas ha trascendido varias generaciones. Como pocas artistas de su tiempo, cantase lo que cantase, "La Terremoto" transpiraba flamenco y dejaba su personalísimo sello en cuanto hacía, lo que la hizo convertirse en uno de los mayores iconos artísticos de la raza calé.
Nacida en Barcelona, pero bautizada en Madrid, María Dolores Castellón Vargas era hija de gitanos catalanes dedicados a la venta itinerante de alfombras, que fijaron en esa última capital su residencia. Hermana menor de Enrique Castellón Vargas "El Príncipe Gitano", que le llevaba ocho años, debutó de adolescente en 1951 en un espectáculo de él, entonces primera figura del cante, y en temporadas sucesivas siguió en su compañía artística. Dolores, un auténtico manojo de nervios, actuaba con el sobrenombre de "La Terremoto", apelativo que le dieron por su temperamento sísmico y dinamismo contagioso en escena, pues era una conmoción cantando y bailando a ritmo desenfrenado, siempre con sones flamencos; el suelo parecía temblar bajo sus pies y su 'salero' desbordante cautivaba al público. A ella irían dedicados los famosos versos con que empezaba 'El porompero',
aquellos que decían: “El trigo entre todas la flores / ha elegido a la
amapola / y yo elijo a mi Dolores / Dolores, Lolita, Lola”. Fue su
hermano quien estrenó esa famosa rumba (que Manolo Escobar popularizaría a partir de 1960) y sugirió a sus autores, Ochaíta, Valerio y Solano,
homenajearla a ella. Tras la precoz aparición de Dolores cantando Las chufliyas del tiquití a compás de tanguillos, muchos la compararon con Lola Flores.
Hizo también sus pinitos en el cine, actuando en películas como Noches andaluzas (1954) de Maurice Cloche, producción francesa
protagonizada por
Geneviève Page y en la que también colaboró el bailarín Antonio, Torero por alegrías (1955) de José María Elorrieta, drama taurino donde encabezó el reparto junto a
Antonio Ozores y
Raúl Cancio y Veraneo en España (1956) de Miguel Iglesias, comedia coprotagonizada por
El Príncipe Gitano, con Paco Martínez Soria y
Mary Santpere completando el reparto. Ya independiente artísticamente de su hermano, en 1957 se presentó en el Teatro Calderón de Madrid con el espectáculo Carrusel gitano. Un año después contrajo matrimonio con su primo, José Castellón, guitarrista que la acompañaba; ambos tuvieron una hija. Más adelante, en una de sus giras internacionales por Europa y América en espectáculos de variedades, Vargas llegó a actuar en el Show de Ed Sullivan.
Su carrera discográfica fue muy diversa. Desde los años 50 su cante continuaba la línea de la ortodoxia flamenca, grabando buen número de vinilos (en formato E.P. de cuatro canciones) de diferentes palos del género, o coplas como A tu vera de León y Solano (luego convertida en éxito por Lola Flores), que ella estrenó en 1962 en su espectáculo La sangre morena, Compañero (León/Solano), grabada en 1964 e identificada luego con Marifé de Triana, o Tientos del cariño ciego (Quintero/León/Gordillo), también estrenada por ella en 1965 y muy posteriomente versionada por Rocío Jurado y Miguel Poveda. Pero avanzando la década de los 60, su repertorio se fue haciendo más heterogéneo y lo mismo interpretaba, eso sí, siempre aflamencados, ritmos de moda como el cha-cha-chá, el twist, el surf o la yenka, que versiones de otros éxitos pop. No obstante acabó por especializarse en la rumba, con canciones como Tiquitán, La perejila o Carrete, les doy carrete. En 1969 grabó A-chi-li-pú, composición de su marido José Castellón y Felipe Campuzano que había de convertirse en su canción más distintiva y el mayor éxito de su carrera. A comienzos de la década de los 70 no había discoteca o fiesta española donde no sonase esa popularísima rumba por la que siempre sería recordada. En la misma onda, Vargas continuó registrando discos con cantables a cual más bizarro como Urtain, el k.o. y olé, La piragua, Jamalacha, Chirpy chirpy cheep cheep, Anana hip, El matarile, Oh la, la, El despertador, María Lisi, Macarrones, Se va Covadonga, o El señor Andrés. Su estela rumbera fue luego imitada por muchas otras artistas de menor enjundia.
A la muerte de su esposo mediados los años 80, Vargas se retiró definitivamente del mundo del espectáculo y ya sólo cantó en ceremonias religiosas. Residente junto a su hija en la localidad valenciana de Xirivella, sufrió en sus últimos años una leucemia que ha acabado con su vida a los 80 años en el Hospital General de Valencia, donde llevaba varias semanas ingresada.
A-chi-li-pú apareció en un E.P. producido por Felipe Campuzano publicado por la compañía Belter en 1969, que contenía además las canciones Apolo pisó la luna, La humanidad y María Jiménez. En un principio el disco pasó casi inadvertido, pero al año siguiente volvió a editarse en forma de single, con María Jiménez como cara B. Fuertemente promocionado en emisoras de radio, A-chi-li-pú llegó a ser un festejado hit que todo el mundo cantaba y bailaba a lo largo y ancho de la geografía española y convirtió a Dolores Vargas "La Terremoto" en primera figura del 'flamenco pop'.
Vaya que sí es un terremoto está Dolores!!!
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