EL BRUTO MÁS POPULAR DE LA METRO
Hoy es aniversario natal del actor estadounidense Wallace Beery. Su físico no correspondía al de un galán, pero supo imponer su personalidad en papeles de individuos brutos o temperamentales. Contratado por MGM, fue una de las estrellas más populares de los años 30 y ganó un Oscar al mejor actor en su segunda candidatura a dicho premio.
Wallace Fitzgerald Beery fue el menor de los tres hijos (todos llegaron a ser actores) de un oficial de policía. Mal estudiante, de adolescente se escapó de casa y trabajó como limpiador de locomotoras. A los dieciseís años rencidió en su fuga y se unió a un circo como ayudante de un domador de elefantes, oficio que dejó dos años después tras ser atacado por un leopardo. Junrto a su hermano Noah marchó a Nueva York en 1904, donde encontró empleo como cantante en óperas cómicas. Su carrera en el cine comenzó en 1913 despues de trasladarse para trabajar en los estudios Essanay primero a Chicago y después a California. En 1915 actuó en una película junto a la actriz Gloria Swanson, con la que se casó al año siguiente y de quien se divorciaría en 1919. Su segunda esposa fue Rita Gilman, con la que se casó en 1924 y adoptó una hija, matrimonio que finalizó en divorcio en 1939.
Entre sus películas más destacadas del periodo silente figuran, La virgen de Estambul (1920) de Tod Browning, El último mohicano (1920) de Maurice Tourneur y Clarence Brown, Los cuatro jinetes del apocalipsis (1921) de Rex Ingram, con Rudolph Valentino, Robin de los bosques (1922) de Allan Dwan, con Douglas Fairbanks, La bailarina española (1923) de Herbert Brenon, con Pola Negri y Antonio Moreno, Cenizas de odio (1923) de Frank Lloyd, con Norma Talmadge, Las tres edades (1923) de Buster Keaton y Edward F. Cline, con Buster Keaton, El tigre blanco (1923) de Tod Browning), El gavilán de los mares (1924) de Frank Lloyd, El mundo perdido (1925) de Harry Hoyt, con
Bessie Love y
Lewis Stone, Los jinetes del correo (1925) de
James Cruze, con Betty Compson y
Ricardo Cortez, El hijo pródigo (1925) de Raoul Walsh, con
Greta Nissen, Cómo nace una pasión (1926) de
William K. Howard, Reclutas bomberos (1927) de A. Edward Sutherland, o Reclutas por los aires (1927) de
Frank R. Strayer.
Beery gustaba al público y el actor se convirtió en importante estrella, por lo que empezaron a hacerse películas para él. Su áspera voz pudo ser escuchada en Mendigos de vida (1928) de William A. Wellman, drama parcialmente hablado
donde era Oklahoma Reid, el jefe de una banda de mendigos que esconde un corazón de oro bajo una apariencia feroz; al final se sacrifica para asegurar la felicidad de Louise Brooks, a la que ama en secreto. Su primera película enteramente sonora, La frontera de la muerte (1929) de William A. Wellman, le muestra de nuevo como jefe de banda regenerado por el amor de Florence Vidor. Después, ya bajo contrato con Metro-Goldwyn-Mayer, estudio en el que desarrolló el resto de su carrera, protagonizó El presidio (1930) de George W. Hill, drama carcelario con
Chester Morris, por el que recibió su primera nominación al Oscar, Billy el niño (1930) de King Vidor, western con
Johnny Mack Brown, donde interpretó al sheriff Pat Garrett, o Música de besos (1930) de
Sidney Franklin, musical con Grace Moore y Reginal Denny. La comedia dramática Fruta amarga (1930) de George W. Hill, coprotagonizada por Marie Dressler confirmó su estatus de estrella de primera categoría y, a partir de entonces Beery se convirtió en el actor mejor pagado del mundo. Siguieron Los seis misterios (1931) de George W. Hill, drama criminal con Lewis Stone,
Johnny Mack Brown,
Jean Harlow y
Marjorie Rambeau, El campeón (1931) de King Vidor, drama donde encarnó a un boxeador caído protector de su hijo, el niño Jackie Cooper, papel por el que ganó el Oscar al mejor actor (compartido con Fredric March), Gran Hotel (1932) de Edmund Goulding, adaptación de una novela de Vicki Baum ganadora del Oscar a la mejor película, con
Greta Garbo,
John Barrymore,
Joan Crawford y
Lionel Barrymore, Carne (1932) de John Ford, drama con Ricardo Cortez y Karen Morley, Ana la del remolcador (1933) de Mervyn LeRoy, comedia dramática con Marie Dressler, Cena a las ocho (1933) de George Cukor, brillante y sofisticada comedia satírica con Marie Dressler,
John Barrymore,
Jean Harlow y
Lionel Barrymore, El arrabal (1933) de Raoul Walsh, comedia dramática con
George Raft y
Jackie Cooper, ¡Viva Villa! (1934) de Jack Conway, biografía ficcionalizada de Pancho Villa por la que fue premiado con la medalla al mejor actor en el Festival de Venecia, con Fay Wray, La isla del tesoro (1934) de Victor Fleming, traslación a la pantalla de la novela de Robert Louis Stevenson, con Jackie Cooper y Lionel Barrymore, El poderoso Barnum (1934) de Walter Lang, comedia biográfica con Adolphe Menjou y Virginia Bruce, Nido de águilas (1935) de Richard Rosson, drama con Robert Young, Lewis Stone y Maureen O'Sullivan, Mares de China (1935) de Tay Garnett, film de aventuras con
Clark Gable y
Jean Harlow, Sangre de circo (1935) de Richard Boleslawski, drama con Jackie Cooper, Ayer como hoy (1935) de Clarence Brown, comedia dramática con Lionel Barrymore, Un mensaje a García (1936) de George Marshall, drama ambientado en la guerra de Cuba, con
Barbara Stanwyck y
John Boles, Redención (1937) de Tay Garnett, drama aventurero con Warner Baxter, El tigre de Arizona (1937) de J. Walter Ruben, western con
Virginia Bruce y
Dennis O'Keefe, Uña y carne (1938) de Sam Wood, drama deportivo con
Mickey Rooney, o El borrón de la familia (1939) de Josef von Sternberg, drama policial con
Tom Brown,
Alan Curtis y
Laraine Day.
En los años 40 su carrera comenzó a declinar. Beery apareció en títulos que obtuvieron menor favor del público, como Puño de hierro (1940) de Richard Thorpe, western con Leo Carrillo,
Marjorie Rambeau,
Anne Baxter y
Douglas Fowley, Wyoming (1940), western con Leo Carrillo, Bascomb el zurdo (1946) de S. Sylvan Simon, western con Margaret O'Brien y Marjorie Main, o Así son ellas (1948) de Richard Thorpe, musical con
Jane Powell,
Elizabeth Taylor,
Carmen Miranda y Robert Stack. Su última película fue Big Jack (1949) de Richard Thorpe, western con Richard Conte y Marjorie Main.
Wallace Beery falleció de un ataque al corazón a los 64 años. Su tumba reza así: "Ningún hombre es indispensable, pero algunos son irremplazables".
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