Miguel de Molina - Ojos verdes

QUE SE HAN CLAVAÍTO EN MI CORAZÓN

 

El cantante español de copla Miguel de Molina falleció tal día como hoy en 1993. En su memoria recordamos esta grabación de 1944 de Ojos verdes, la copla más emblemática del género, añadiendo unas líneas acerca de su historia.

Concebida para Miguel de Molina, la letra íntegra la escribió en Barcelona un joven Rafael de León en 1931 y ese mismo año su partitura fue inscrita en el registro de autores. No se sabe a ciencia cierta quien la cantó primero (¿Rafael Nieto, Blanquita Suárez, Estrellita Castro?), parece que alrededor de 1935, ni tampoco de cuando data exactamente la primera grabación (se cree que fue la de Consuelo Heredia en 1939). En todo caso no fue un éxito inmediato. En las grabaciones existentes aparece firmada por Valverde / León / Quiroga, pero el primero de este terceto se limitó a retocar la letra para versión femenina. Miguel de Molina, ya reconciliado con el letrista León tras su disgusto por no haberle cedido la canción a él en primera instancia, fue pionero en popularizarla en los escenarios en 1939. En todo caso, la primera grabación a cargo de Conchita Piquer en 1940 resultó decisiva para su éxito masivo y es a la tonadillera valenciana a quien más ha quedado asociada esta célebre zambra. 

Según cuenta Miguel de Molina en su libro biográfico "Botín de guerra", tras la brutal paliza que tres esbirros del franquismo le dieron en noviembre de 1939 en un descampado madrileño, su destierro a Cáceres en 1940 y a Buñol en 1941 (con la expresa prohibición de trabajar), su huída a Buenos Aires en el otoño de 1942 y su deportación a España en 1943, pasó el año 1944 atemorizado y escondido sucesivamente en Valencia, Madrid y Barcelona. En esta ciudad fue donde grabó su primera versión de Ojos verdes (con "La bien pagá" en la cara B del disco). Al año siguiente, cuando alguien le consiguió un pasaporte, marchó a Lisboa y en 1946 a México, de donde también tuvo que salir hasta que, por mediación de Eva Perón, logró volver a Argentina, el país donde más triunfó y en el que acabaría sus días. A España sólo regresó en un viaje fugaz en 1957 para deshacer la casa que tiempo atrás le había comprado a su madre, fallecida en 1947.