LA POESÍA DEL SILENCIO
El director y guionista cinematográfico finlandés Aki Kaurismäki cumple hoy 60 años. Admirador de la Nouvelle Vague e influído por cineastas franceses como Marcel Carné, Jean-Pierre Melville y Robert Bresson (algunos criticos también infieren el influjo del alemán Rainer Werner Fassbinder), en algo más de dos décadas ha construido una muy personal, peculiar y compacta filmografía de autor sin concesiones, que deja tanslucir un palpable interés por los desfavorecidos y un profundo humanismo. Sus minimalistas obras se caracterizan por un humor deliberadamente inexpresivo, diálogos lacónicos formulados en lenguaje convencional por extravagantes personajes que permanecen inalterables, raramente sonríen, no muestran demasiada emoción, fuman casi constantemente y, envueltos en un aura de tristeza, esperan lo peor. Uno de los cineastas más notables de nuestro tiempo, multipremiado en festivales de todo el mundo, Kaurismäki fue nombrado Caballero de la Legión de Honor francesa en 2001.
Hijo de un vendedor, en su primera juventud Aki Olavi Kaurismäki trabajó como cartero, lavaplatos y crítico de cine. Tras estudiar periodismo en la Universidad de Tampere, comenzó su carrera como co-guionista y actor en películas de su hermano mayor Mika Kaurismäki, con quien fundaría una productora y el Midnight Sun Film Festival en Laponia. Su debut como director independiente tuvo lugar con Crimen y castigo (1983), moderna adaptación de Dostoievski ambientada en el Helsinki actual.
Después de dirigir títulos como Sombras en el paraíso (1986), Hamlet se mete a hombre de negocios (1987) o Ariel (1988), en los que hizo gala de su humor negro, consiguió notoriedad internacional con la comedia itinerante Leningrad Cowboys go America (1989), que muestra las aventuras de una banda rusa de rock en los Estados Unidos y México. La chica de la fábrica de cerillas (1990) completó la llamada 'trilogía proletaria' (con Sombras... y Ariel), quintaesencia de la habilidad de Kaurismäki para narrar relatos de
calculada dureza, sobriedad interpretativa y siniestro sentido del humor. Para otra de sus películas más celebradas, Contraté a un asesino a sueldo (1990), mezcla de thriller y comedia negra, contó con el protagonismo de un maduro Jean-Pierre Léaud, el antaño alter ego de Truffaut. Asímismo fue muy bien recibida La vida de bohemia (1992), comedia dramática sobre la amistad con los típicos personajes de Kaurismäki, tan estrafalarios como bondadosos. Siguieron Agárrate el pañuelo, Tatiana (1994), comedia itinerante ambientada en los años 60, Leningrad Cowboys meet Moses (1994), secuela del film cinco años anterior donde los miembros del extravagante grupo musical finlandés, vuelven a su tierra natal en
Siberia y, guiados por su mánager, harán un duro y peligroso viaje a
través de Europa. La también muy elogiada Nubes pasajeras (1996), minimalista comedia dramática, es la primera componente de la llamada 'trilogía de Finlandia', de la que también forman parte las excelentes Un hombre sin pasado (2002), aclamada comedia dramática donde un amnésico debe reiniciar su vida en una zona marginal, film ganador del Gran Premio del Jurado en el Festival de Cannes y nominado al Oscar a la mejor película en lengua no inglesa, y Luces al atardecer (2006), drama neo-noir en el que un guardia de seguridad nocturno sediento de amor es manipulado por una rubia, bella y fría mujer fatal que le involucra en un robo, llegando él así a perder su trabajo, su libertad y sus sueños. Sus últimas películas son El Havre (2011), comedia dramática sobre un limpiabotas en la ciudad portuaria normanda que protege a un niño negro inmigrante y hace todo lo posible para evitar que caiga en manos de la policía, y El otro lado de la esperanza (2017), otra comedia dramática acerca de la inmigración, en este caso con un joven refugiado sirio ayudado por un maduro filandés en Helsinki, un film que nuevamente combina humor, melancolía y amargura, y por el que Kaurismäki fue premiado con el Oso de Plata al mejor director en el Festival de Berlín. Allí anunció que ésta sería su última película como director.
Aki Kaurismäki está casado con la pintora Paula Oinonen y vive en Portugal desde 1989.
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