MANUEL DE FALLA (Cádiz, España, 23-11-1876 / Alta Gracia, Argentina, 14-11-1946): IN MEMORIAM
Hoy es aniversario natal del compositor español Manuel de Falla. Con Isaac Albéniz y Enrique Granados conforma la gran trilogía de la música nacionalista española. Fue uno de los primeros compositores de esta tradición que, cultivando un
estilo tan inequívocamente español como alejado del tópico, supo darse a
conocer con éxito en toda Europa y América, y con ello superó el
aislamiento y la supeditación a otras tradiciones a que la música
hispana parecía condenada desde el siglo XVIII. No fue un compositor prolífico, pero sus creaciones, todas ellas de un
asombroso grado de perfección, ocupan prácticamente un lugar de
privilegio en el repertorio clásico.
Manuel de Falla y Matheu nace el 23 de noviembre de 1876 en Cádiz,
ciudad que había tenido gran desarrollo como puerto de Ultramar y que
gozaba de buena vida musical con representaciones de ópera y zarzuela. Su infancia transcurre placenteramente; no iba al colegio ya que tenía profesor
particular en casa. Recibe las primeras lecciones musicales de su madre, intérprete de piano y otros profesores de su ciudad natal. A los 17 años decide que su vocación definitiva es la música y en 1897 se traslada a Madrid, donde al año siguiente finalizó con honores sus estudios en el Conservatorio. En 1901 comienza a estudiar con el Maestro
Felipe Pedrell, defensor de que las bases de la música de un país debían provenir de su propio folclore, y quien despertó en él el interés por el flamenco y el cante jondo. Falla desarrollaría un estilo claramente nacionalista que caracterizó practicamente todas sus composiciones. No obstante, no solía utilizar las canciones folclóricas españolas de forma directa en sus temas, sino que incorporó unicamente su espíritu. A la vez imparte clases particulares para poder
mantenerse y enviar alguna ayuda económica a su familia, ya que los
negocios familiares estaban en quiebra.
En 1905 estrenó la zarzuela Los amores de la Inés, hoy olvidada, pero no lo consiguió con su primera obra importante, La vida breve, drama lírico en dos actos con libreto de Carlos Fernández Shaw, que no se estrenaría hasta 1913 en Niza (Francia). Desilusionado, decidirá viajar a París, donde residirá entre 1907 y 1914. En la capital francesa conoce a
los músicos más importantes del momento con los que entabla amistad;
entre ellos se encontraban Igor Stravinsky, Claude Debussy o Maurice Ravel. El inicio de la Primera Guerra Mundial le hace regresar a España y se vuelve a instalar en Madrid; antes había compuesto las Siete canciones populares españolas, estrenadas a comienzos de 1915. Poco después dio a conocer la primera versión de El amor brujo, ballet de ambiente andaluz que incluye las conocidas Danza ritual del fuego, Canción del fuego fatuo y Danza del terror, y que se convertiría en una de las obras más famosas de Falla. Al año siguiente la presenta en Madrid y poco después estrena Noches en los jardines de España, su obra mas impresionista, escrita para piano y orquesta. En 1919 los Ballets Rusos de Diaghilev presentan El sombrero de tres picos, ballet basado en la novela homónima de Pedro Antonio de Alarcón, en Londres.
Tras la muerte de su padres en 1919, Falla se establece en Granada, donde adquirirá más adelante una pequeña casita cerca de la Alhambra. En la ciudad andaluza vive sus mejores años y recibe frecuentes visitas en su casa. El pintor Ignacio Zuloaga y los escritores Juan Ramón Jiménez y, sobre todo, Federico García Lorca, serán compañeros de tertulia. En 1921 se casa con Cristina de Aranjuez. El retablo de Maese Pedro, una obra musical para títeres, con libreto inspirado en un episodio del Quijote, se estrena en 1923 y el Concierto para clave y orquesta de cámara en 1926. En esta época los homenajes al músico gaditano se sucedieron y en 1928 recibió la condecoración de Caballero de la Legión de Honor francesa.
El estallido de la Guerra Civil española en 1936 y la muerte de algunos de sus amigos le sumen en una profunda tristeza. La guerra termina en 1939 y Manuel de Falla, no contento con la situación española y ante el temor de la recién comenzada Segunda Guerra Mundial, decide marchar a Argentina donde trabaja en la que sería su obra póstuma, La Atlántida, sobre un poema en catalán de Jacinto Verdaguer, obra a la que dedicó los veinte últimos años de su vida y que quedó inconclusa (su discípulo Ernesto Halffter se encargaría de terminarla). En 1945 rechaza una invitación del gobierno español para regresar a su tierra y, a partir de esta fecha, muerto su amigo Jose María Sert, con quien está colaborando en su cantata, trabaja sólo pensando en acabarla. Aquejado casi siempre de muy mala salud, fallece de un fallo cardiaco nueve días antes de cumplir 70 años. Sus restos fueron trasladados a Cádiz, en cuya catedral recibe sepultura el 9 de enero de 1947.
De La vida breve, ópera de Manuel de Falla compuesta en 1905 pero no estrenada hasta ocho años después, se ofrece aquí este fragmento que incluye su Interludio y la Danza Española a cargo de la Orquesta de RTVE dirigida por Antoni Ros-Marbà y la actuación de la bailarina Lucero Tena en 1988.
Muy bonito e ilustrativo. Yo de Falla, resalto dos obras incluidas en esta reseña biigráfica: El Amor Brujo y El Sombrero de Tres Picos. No obstante disfruté el fragmento de La Vida Breve ofrecido aquí.
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