GRAN RENOVADOR DEL TEATRO MODERNO
Hoy es aniversario natal del legendario director austriaco (nacionalizado estadounidense en 1940) de teatro y cine Max Reinhardt. Su figura representa un auténtico mito dentro del mundo del teatro por sus
cruciales aportaciones a esa disciplina artística. Los trabajos
escénicos de este creador han pasado a la historia por su enorme
capacidad para crear formas mediante el uso de la luz,
contraviniendo la práctica habitual basada en el naturalismo, y por el
cobijo otorgado al revolucionario movimiento expresionista, que más tarde
daría sus principales frutos en el terreno cinematográfico.
Hijo de un comerciante judio, Maximilian Goldman (su nombre real) estudió Economía en Salzburgo y Arte Dramático en Viena. Haciéndose llamar Max Reinhardt, en 1905 asumió la dirección del "Deutsches Theater", labor que desempeñaría hasta 1919, poniendo en escena obras de Brecht, Kokoschka, Ibsen o Shakespeare. También creó el "Kammerspiele" (teatro de cámara para un reducido número de espectadores) y dirigió cuatro películas entre 1910 y 1914. Luego dirigiría otras compañías y fundaría en 1920 el Festival de teatro y música de Salzburgo. Entre 1924 y 1932 volvió a hacerse cargo del "Deutsches Theater". Convertido en celebridad internacional, en los Estados triunfaron obras dirigidas por él: "El milagro" (1924) y "El sueño de una noche de verano" (1927).
Antes de Reinhardt, la dirección escénica era responsabilidad del actor principal de la obra, por lo que su labor recalcó la importancia y afianzó la figura del director teatral como una función distinta de las de actor o dramaturgo. Su gran reputación se basó en su vívida imaginación para renovar la puesta en escena, en sus decorados y vestuario suntuosos y en su preferencia por trabajar con actores muy disciplinados. Sus trabajos de iluminación escénica derivaron de una necesidad: las restricciones
de luz sufridas en Alemania, que obligaron a pintar e idear espacios de
contrastes entre la luz y la sombra. Estos juegos, tamizados por cortinas, así como unos sugestivos decorados, le sirvieron para crear una
continua sensación de movimiento que expresaría las tensiones internas
de la obra dramática. Ese contraste violento de tinieblas y claridad
posibilitaría también la creación de una atmósfera densa, donde los
actores se expresarían mediante la mímica y la gestualidad del cuerpo
antes que a través del simple recitado enfático del texto. La técnica de iluminar bruscamente
un personaje o un objeto para concentrar la atención del espectador,
mientras el resto queda en penumbra, fue una característica pronto adoptada por
el cine expresionista alemán y posteriormente heredada con éxito por el cine negro y de
terror del período clásico americano. Impulsor y dinamizador de numerosos experimentos teatrales cercanos en
ocasiones a la vanguardia, Max Reinhardt tuvo, pues, una influencia
capital en la configuración del expresionismo cinematográfico y en la enseñanza teórica de futuros directores tan emblemáticos como Robert Wiene, Paul Wegener, F.W. Murnau, Ernst Lubitsch, William Dieterle u Otto Preminger y actores como Alfred Abel, Conrad Veidt, Pola Negri, Max Schreck, Emil Jannings o Luise Rainer.
Tras el ascenso al poder del régimen nazi de Adolf Hitler, emprendió un largo exilio por Inglaterra, Francia e Italia que desembocó
finalmente en los Estados Unidos. Recibido como uno de los creadores
más importantes de la historia del teatro, la Warner puso en sus manos
la posibilidad de adaptar a la pantalla "El sueño de una noche de verano" (1935), la famosa obra de Shakespeare ya triunfalmente exhibida antes en espectáculo al aire libre, que codirigiría junto a su discípulo William Dieterle. Pocos conocían el teatro de Shakespeare tan bien como Reinhardt y en
particular esta obra, con la que había cosechado sus mayores éxitos; por eso, cuando Warner Bros decidió traspasarla a la pantalla, no escatimó en gastos al crear un enorme bosque en dos grandes platós, disponiendo de gran cantidad de técnicos especialistas en distintas áreas y un extenso reparto que incluía a James Cagney, Dick Powell, Olivia de Havilland o un debutante Mickey Rooney. El film, que utilizó música de Mendelssohn con esmeradas coreografías, obtuvo cuatro candidaturas a los Oscars (incluída mejor película), ganando los de fotografía y montaje. Con abundantes poblemas de distribución, resultó sin embargo un fracaso en taquilla, lo que clausuró el acercamiento de Reinhardt al cine. No obstante, desde 1930 a 1941 mantuvo abierta en Hollywood una escuela
de arte dramático polivalente (teatro, cine y radio) denominada The Max
Reinhardt Workshop of Stage, Screen and Radio y dirigió varias obras en Broadway.
Max Reinhardt estuvo casado con Else Heims (1910-1935), con quien tuvo un hijo, y con la actriz austriaca Helene Thimig desde 1935 hasta su muerte en 1943 a los 70 años.
No hay comentarios:
Publicar un comentario