DISTINGUIDO ACTOR DE CARÁCTER, PRODUCTOR Y DIRECTOR
Hoy es aniversario natal del actor, productor y director inglés Richard Attenborough. Con una extensa carrera que abarcó sesenta y cinco años, destacó como intérprete de carácter y, ya próximo a la cincuentena, emprendió tareas de dirección. En este ámbito fue menos valorado por la crítica, que lo calificaba de 'academicista', si bien fue ganador de dos Oscars como productor y director entre otros muchos premios. Trabajador incansable, minucioso y detallista, de gustos clásicos, cuidaba mucho la ambientación en las películas que dirigió; la última de ellas se estrenó cuando él contaba 84 años. Entre otros muchos reconocimientos, en 1976 recibió el título de Caballero del Imperio Británico, con tratamiento de Sir, y en 1993 accedió a la Cámara de los Lores con el título de barón Attenborough de Richmond-upon-Thames, el barrio donde vivió en Londres.
Richard Samuel Attenborough era el mayor de tres hermanos (David Attenborough
es un conocido divulgador de la naturaleza) y sus padres se esmeraron en
darle una buena educación. Con temprano interés por la actuación,
estudió en la Real Academia de Arte Dramático y luego pasaría a
actuar en los escenarios del Little Theatre de
Leicester. Sus primeros pasos como adulto los marcó la Segunda Guerra Mundial. Durante el conflicto le tocó servir en la RAF, las fuerzas aéreas
británicas y en el cine debutó sin acreditar en la película bélica Sangre, sudor y lágrimas
(1942) de Noel Coward y David Lean, que precisamente describe los esfuerzos por sobrevivir de unos
marinos ingleses, cuyo acorazado ha sido alcanzado por la aviación
alemana. Su personaje respondía a los cánones del cobarde dubitativo, un
rol que repetiría como protagonista en más de una película, como su inolvidable Pinkie de Brighton Rock (1947) de John Boulting, que adaptaba una novela de Graham Greene. En 1952 brillaría en teatro con "La ratonera", según la obra de Agatha Christie, en cuyo reparto original estaba la mujer de su vida, Sheila Sim, con la que se había casado en 1945, con quien tuvo tres hijos (Michael, futuro director teatral, Jane y Charlotte) y que sería su viuda.
Su físico, que no era de galán al uso, no le impidió obtener papeles protagonistas con tipos de carácter, aunque abundan en su carrera sobre todo los personajes secundarios. Como actor, Attenborough fue dirigido por algunos de los más destacados cineastas británicos: Michael Powell y Emeric Pressburger (A vida o muerte, 1946), Basil Dearden (Objetivo: Banco de Inglaterra, 1959; Noche de pesadilla, 1962), Charles Crichton (El tercer secreto, 1964) o Bryan Forbes (Plan siniestro, 1964). Por este ultimo título, Attenborough ganó el premio al mejor actor en el Festival de San Sebastián y el BAFTA británico. Su versatilidad le permitió participar en películas de diversos géneros como El tribunal de de la comedia (1962) de James Hill, donde trabajó junto a Peter Sellers, La gran evasión (1963) de John Sturges, drama sobre los intentos de un grupo de prisioneros para escapar de un campo de concentración nazi, con reparto encabezado por Steve McQueen, El vuelo del Fénix (1965) de Robert Aldrich, drama de supervivencia con James Stewart, El Yangtsé en llamas (1966) de Robert Wise, drama de aventuras con Steve McQueen y Candice Bergen, El extravagante Doctor Dolittle (1967) de Richard Fleischer, musical protagonizado por Rex Harrison, Los pecados de la señora Blossom (1969) de Joseph McGrath, comedia con Shirley MacLaine, El estrangulador de Rillington Place (1971) de Richard Fleischer, drama criminal con John Hurt, Diez negritos (1974) de Peter Collinson, adaptación de una novela de Agatha Christie, Desafío al mundo: Rosebud (1975) de Otto Preminger, thriller de acción con Peter O'Toole, Brannigan (1975) de Douglas Hickox, thriller policiaco con John Wayne, Culpable sin rostro (1975) de Michael Anderson, drama colonial con Michael York, Los jugadores de ajedrez (1977) de Satyajit Ray, drama colonial ambientado en la India, o El factor humano (1979) de Otto Preminger, adaptación de una novela de Graham Greene sobre la guerra fría, con John Gielgud, Derek Jacobi, Robert Morley, Ann Tood y Nicol Williamson. Hombre inquieto y polifacético, a finales de los 50 había creado su propia compañía de producción, Beaver Films, asociado a Bryan Forbes. Títulos como Amargo silencio (1960) de Guy Green, los hizo bajo este sello.
Como director realizó una desigual docena de películas, la primera de ellas una sátira bélica con reparto multiestelar, ¡Oh, qué guerra tan bonita! (1969). Después rodó El joven Winston (1972), drama biográfico sobre Churchill, con Robert Shaw, Anne Bancroft y Simon Ward, Un puente lejano (1977), superproducción bélica con reparto multiestelar, o Magic (El muñeco diabólico) (1978), drama de terror psicológico con Anthony Hopkins. Obtuvo el mayor éxito de su carrera con Gandhi (1982), film monumental y pedagógico sobre la figura del lider hindú, interpretado por Ben Kingsley, que ganó ocho Oscars, entre ellos los de mejor película y director, que recogió Attenborough, además de cinco Globos de Oro (para él dos como productor y director), cuatro premios BAFTA (incluídos película y dirección) y tres David di Donatello, entre otros muchos. Su restantes films fueron el musical A chorus line (1985), el drama sobre el apartheid sudafricano Grita libertad (1987), con Kevin Kline y Denzel Washington, el biopic Chaplin (1992), con Robert Downey Jr. encarnando al célebre cómico y cineasta británico, el conmovedor drama romántico basado en hechos reales Tierras de penumbra (1993), con Anthony Hopkins y Debra Winger, ganador del BAFTA a la mejor película y, para la crítica, su mejor obra, el drama romántico En el amor y en la guerra (1997), con Sandra Bullock y Chris O'Donnell, el drama biográfico Búho gris (1999), con Pierce Brosnan, y el drama romántico Cerrando el círculo (2007), con Shirley MacLaine y Christopher Plummer.
Después de catorce años sin trabajar como actor, Attenborough fue requerido por Steven Spielberg (no resentido por la derrota de "E.T." en los Oscars 1982 frente a "Gandhi") para intervenir junto a Sam Neill, Laura Dern y Jeff Goldblum en la muy taquillera epopeya de ciencia-ficción Parque Jurásico (1993). Más adelante actuó en otros títulos como Milagro en la ciudad (1994) de Les Mayfield, Hamlet (1996) de Kenneth Branagh, El mundo perdido: Jurassic Park (1997) de Steven Spielberg, o Elizabeth (1998) de Shekhar Kapur.
Cuando aconteció el tsunami del Sudeste Asiático (2004) perdió a su hija Jane y a una de sus nietas en Tailandia. Con la salud quebrantada, sobre todo tras una caída sufrida en 2008 a consecuencia de un ictus, anunció su retiro del cine y pasó los últimos años de su vida en una silla de ruedas. En 2012 le diagnosticaron demencia senil y dos años más tarde falleció cinco días antes de cumplir los 91.
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