LA MODISTA MÁS INFLUYENTE
Hoy es aniversario natal de la diseñadora de alta costura francesa Coco Chanel. Célebre por fundar en 1910 la casa de modas Chanel y la marca que lleva su nombre, además de renovar radicalmente el vestuario femenino de su época, se especializó en la creación de sombreros, bolsos, zapatos, complementos, joyas y perfumes. Rompiendo con el estilo ampuloso y recargado de la Belle Epoque, Chanel revolucionó el mundo de la moda: En el periodo de entreguerras, con su línea informal y cómoda liberó el cuerpo femenino de corsés y
aparatosos adornos y expresó las aspiraciones de libertad e igualdad de
la mujer del siglo XX. Convertida desde los años 20 en la gran dama de la moda francesa, su
influencia se extendería después en prácticamente todos los ámbitos,
desde el corte de pelo a todos los detalles de la indumentaria femenina. En cierto sentido, ella misma fue la principal modelo de su firma:
delgada, con poco pecho y el pelo corto, con ropa ancha y cómoda, Chanel
se convirtió en el prototipo de garçonne, en un símbolo de la
mujer moderna, activa y liberada. Y la imagen de la misma Chanel fue
admirada e imitada por millones de mujeres. Enferma de artrosis y adicta a la morfina, pero aún activa, muy rica y solitaria, Coco Chanel falleció a los 87 años de un ataque al corazón.
La vida de Chanel
Nacida como Gabrielle Chanel en el seno de una familia humilde, a los 12 años
perdió a su madre, víctima de la miseria y de los embarazos (Gabrielle
tenía cuatro hermanos a los que llegó a pagar para que fingieran que no
existían). Su padre, un vendedor ambulante, entregó a la pequeña
Gabrielle al cuidado de unas monjas en un hospicio de Corrèze, donde
pasó los siguientes seis años aprendiendo a coser. Para entonces, la que
luego sería Coco Chanel se había convertido en una fantasiosa
adolescente de diecisiete años que no aceptaba su pasado, y comenzó a
inventar una biografía llena de novelerías.
Sus ansias de libertad e independencia la
empujaron a abandonar el orfanato y a colocarse como dependienta en una
mercería de Moulins, trabajo que compaginaba con sus actuaciones en La
Rotonde, un lugar de diversión para los oficiales del ejército, donde
dejaba oír su voz con temas como Ko ko ri ko y Qui qu'a vu Coco?,
una tonadilla popular que narraba la historia de una muchacha que había
perdido a su perrito Coco. Fue allí donde comenzaron a llamarla la petite Coco,
el nombre con el que luego se haría conocida y entraría en la leyenda.
Es posible que por esa misma época sufriera un aborto que le provocaría
la esterilidad de por vida, hecho que sin embargo no ha podido
precisarse.
Con apenas veintidós años, se enamoró
perdidamente (aunque siempre lo negó) de Étienne Balsan, un joven
burgués adinerado con el que mantuvo una relación de seis años. Balsan
la arrancó de su vida provinciana para mostrarle una existencia de lujo y
ocio entre fiestas y carreras de caballos. Pero Coco quería trabajar,
así que habló con Balsan para que éste financiara la apertura de una
sombrerería; mientras él maduraba la idea, ella aprovechó para fugarse a
París con Arthur Boy Capel, un jugador de polo que era uno de los
mejores amigos de su amante.
Ya en París, Mademoiselle Coco seguía aferrada a
la idea de abrir una casa de modas; sin embargo, como Capel no tenía
dinero, se vio obligada a pedírselo a su antiguo amante. En 1914 compró
en las Galerías Lafayette varias docenas de sombreros que ella misma
reformó y luego los sacó a la venta. Ante el inesperado éxito obtenido,
no lo dudó ni un momento: lanzó su propia línea de moda, que consiguió
notable aceptación entre sus clientes, muchas de las cuales eran
antiguas amantes de Balsan.
Con los beneficios abrió su primera tienda en el
número 21 de la rue Cambon y poco después se lanzó a la apertura de una
segunda en la elegante y veraniega villa de Deauville, donde impuso su
moda entre la gente "chic" de la época, y luego una tercera casa en
Biarritz. Para entonces Coco tenía bajo sus órdenes a 300 empleados;
pero, en el terreno sentimental, las cosas no le iban tan bien. Los
rumores de infidelidad que corrían sobre Capel se vieron confirmados
cuando él le comunicó que la dejaba por una aristócrata, con la que se
casó en 1919.
Terminada la guerra, Gabrielle volvió a París,
se instaló en el Hotel Ritz y se volcó en su negocio, que no tardó en
hacer prosperar, ayudada por revistas y periódicos de todo el mundo que
difundieron su estilo. En 1929, el crack de Wall Street obligó a reducir
la plantilla de la empresa (que por entonces contaba con 4.000
trabajadores) a la mitad. Los precios de los exclusivos diseños de
Chanel se redujeron considerablemente, pero ni siquiera de esta forma
consiguió levantar la firma. Coco Chanel cerró sus salones y decidió
marcharse a Norteamérica durante un tiempo, reclamada por el productor
de cine Samuel Goldwyn, que le ofreció la posibilidad de vestir a las
estrellas dentro y fuera de la pantalla.
Durante esta etapa pasaron por su vida Igor Stravinsky,
el duque Dimitri de Rusia, el duque de Westminster (que la abandonó tras
diez años de relaciones porque no podía darle hijos) y, finalmente,
cuando ya tenía casi cincuenta años, el artista Paul Iribe, en el que
creyó haber encontrado al hombre de su vida. Por desgracia, en 1933
él falleció de infarto tras un partido de tenis.
Al comienzo de la Segunda Guerra Mundial Coco
hubo de cerrar de nuevo sus salones, pero continuó viviendo en la
capital parisina. Conoció entonces a un diplomático alemán, Hans von
Dincklage, que se convirtió pronto en su amante. En agosto de 1944 fue
detenida bajo la acusación de colaboracionismo y, tras este episodio, se
exilió en Suiza. Durante los años en que permaneció retirada del mundo
de la moda asistió al triunfo del "New Look" que imponían de Christian Dior y Cristóbal Balenciaga.
En 1954, con setenta y un años, reabrió su casa
de modas porque, como le dijo a Marlene Dietrich, se aburría. Consumida
por el reumatismo y la artritis, pero sin haber dejado ni un momento de
poner alfileres (Coco no sabía dibujar ni hacer bocetos, de forma que
creaba sus diseños sobre las propias modelos), murió el 10 de enero de
1971. Ese día había salido con su amiga Claude Baillen a dar un paseo;
cuando regresaron, fatigada, Coco se tendió en su cama del Hotel Ritz y
le dijo: "Mira, así se muere".
El estilo Chanel
Cuando el 28 de junio de 1914 estalló la Primera
Guerra Mundial, Coco se dio cuenta que los nuevos tiempos exigían un
estilo mucho más deportivo y funcional, adaptado a las nuevas
circunstancias. Lo primero que hizo fue suprimir el corsé del traje
femenino para dar mayor libertad de movimientos a las mujeres. Dos años
más tarde introdujo el punto en sus colecciones, un tejido que nadie
había utilizado hasta entonces para la alta costura pero que encantó a
sus clientes. Con punto confeccionó el jersey, una prenda casi
masculina, que fue seguida de la charming chemise dress, un vestido-camisa sin cintura ni adornos que realzaba el busto femenino, sobre el que se imponía llevar perlas.
Sus innovaciones fueron aún más lejos: no sólo
se atrevió a acortar la longitud de las faldas y a descubrir el tobillo
femenino, sino que forzó a las mujeres a cortarse el pelo cuando una noche
apareció en la Ópera con el cabello corto. Acababa de crear el estilo garçon,
que marcó el comienzo de una época. Tuvo la audacia de exponerse al sol
cuando el broceado se consideraba sinónimo de plebeyez, y también de
imponer su extrema delgadez (fruto, por otra parte, de las privaciones
que imponía la guerra) a todas sus clientes.
En este innovador estilo realizó faldas plisadas
de estilo marinero, trajes de talle bajo, pijamas playeros,
impermeables e, incluso, ¡pantalones femeninos! Fue ella quien lanzó el
impermeable, los trajes de tweed escocés con bisutería llamativa,
el zapato de punta redonda y, por supuesto, el célebre bolso con
cadenitas doradas que se llevaba en bandolera. Creó también el célebre
traje negro (la petite robe noire) que, en diversos modelos, ha
sido desde entonces portada de todas las revistas de modas. Y no cabe
olvidar el conjunto que lanzó en 1925 y que se convertiría en la
estrella de la firma: el traje sastre con falda y chaqueta a juego, de manga
larga, sin cuello y ribeteado.
Otro de los revolucionarios aportes de Chanel a
la moda femenina fue el zapato de tacón bajo. Fue un lanzamiento
subversivo, en plena década de los años cincuenta, cuando los zapatos de
tacón de aguja se hallaban en su apogeo. Junto a Raymond Massaro
colaboró en la creación de un modelo de zapato realizado en dos tonos:
el cuerpo y la parte del talón eran de color beige para alargar
ópticamente la pierna, mientras que la puntera de color negro hacía que
el pie pareciese más pequeño.
Con todo, el vástago más famoso de la Maison
Chanel nació en 1923, fruto de la unión con Ernest Beaux: el perfume
Chanel nº 5. Se trataba de una mezcla única de aldehídos y sustancias
florales destinada a terminar de una vez con los afectados polvos
perfumados de violeta de las décadas precedentes. Elevado a la categoría
de mito en su tiempo y aún hoy uno de los más vendidos del mundo, su
inmenso éxito facilitó el sostén de su imperio. Fue la actriz Marilyn
Monroe quien convirtió la fragancia en un símbolo cuando, durante una
entrevista, aseguró a los reporteros que unas gotas del nº 5 eran lo que se ponía para dormir.
Luego llegaron otros perfumes, el nº 22, el nº
19 (que conmemora la fecha del nacimiento de Madame), Cristalle y
Antaeus (para hombre). Ya después de su muerte, y gracias a Karl
Lagerfeld, la casa Chanel pudo recobrar, a partir de 1983, su anterior
esplendor. La firma lanzó en 1984 Coco, denominado así para continuar con la tendencia impuesta por ella de asociar su nombre al de sus aromas; y en 1990 nació Egoïste, una esencia para hombre que consiguió dominar el mercado durante los últimos años del siglo XX.
(Texto procedente de la página Biografías y Vidas)
Otra fantástica obra de Javi. La semblanza de Chanel, para mí un reto del cual Javi sale absolutamente victorioso! Esta publicación es de un disfrute encantador!
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